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Si habría pensado lo que se asomaba al vivir casada con ese hombre, hubiera aguantado una paliza y quedarme en casa. Ahora.. ¿que hago con este amor hacia él y la traición que estoy sientiendo?
Asya Targayen había sido criada durante diecinueve años para ser una buena esposa, su madre la había conservado pura e intacta para su futuro matrimonio.
La castaña tuvo que adaptarse a su vida, aunque sentía que ella no pertenecía allí, mucho menos deseaba casarse a una edad temprana, eso le parecía aburrido.
Sin embargo siempre supo actuar cómo una verdadera dama, su delicadeza, la elegancia y su porte fino atraían la atención de cualquier hombre. Desde los quince años tuvo muchas propuestas matrimoniales, desde jóvenes hasta hombres adultos.
Todas fueron rechazados, y cuándo está se encontraba con esos hombres acosadores, ella sacaba sus garras y los espantaba de una manera tan odiosa que no volvían acercarse.
Su belleza angelical fue un privilegio, las mujeres de su misma clase social habían intentado hacerle daño incluso mandaban asesinarla o cortarle la cara.
Por eso mismo se le prohibió salir de casa hasta su mayoría de edad.
La puerta de su habitación es abierta por su cariñosa madre, Elisenda. Amaba a su hija con locura, ella era su tesoro más preciado que la vida le había enviado.
"Cariño, tu padre te llama." Asya fue acompañada por su madre hasta la oficina de su padre.
Abel le da el permiso a su hija para que entre a su espacio y Elisenda se despide para ir hacer el almuerzo.
"Haz cumplido tu mayoría de edad hace dos semanas. Y ha llegado una carta para nosotros."
No entendía muy bien a lo que se refería con "nosotros" aunque conocía muy bien a lo que llegaban las cartas.
Eso significaba una cosa, matrimonio. Aún así fingí demencia y entrelazó mis manos.
"¿Para nosotros?" Respondo con una pregunta, papá estaba apoyado sobre su escritorio hecho de una madera ultra cara y que daba una buena pinta.
" La familia Chekhov nos ha invitado a su vivienda a pasar el fin de semana allí." Lo dice sin más vueltas, no me parece una mal idea hasta comienzo a ponerme de buen humor. " Pero aceptar esa invitación estaríamos dando un sí a la unión matrimonial."
Creo que la felicidad no duro mucho. Entonces planeo volver a mí habitación, pero me mantengo un tanto más en la silla, esperando sus últimas palabras y espero no darme un mal gusto de sabor.
" Y ya la aceptamos." Quedó perpleja ante lo último, no tengo muchas palabra, todas están atascadas en mí garganta, en mí pecho. El corazón se me oprime y mis pensamientos están desordenados.
"Aceptamos" ¿Cuándo se pusieron de acuerdo conmigo? Esto no funciona así, yo me casare yo tengo que estar de acuerdo, no ellos. ¡Estoy furiosa!
Me levanto de mí silla, y siento mis ojos picarme, muerdo mí labio inferior con mucha fuerza para no desatar en un llanto aturdidor. Sabía que esto pasaría, pero no tan rápido.
" Creo que te equivocaste al decir "aceptamos" yo no he aceptado nada, y creo que están siendo cruel al decirme esto tan severo, soy yo quien va a compartir mí vida con un desconocido."
Me retiro de su oficina y papá no me detiene, en absoluto y en el fondo lo agradezco, prefiero superar esto a solas y aceptar lo que viene.
No almuerzo, es como si fuera que mí estómago está en un berrinche y se cerró, mamá hizo todo lo posible para que al menos de un bocado, pero lo termine vomitando, no volvió a insistir.
La semana se acababa y mí padre ordeno que haga mi maletas, de lo contrario haría que me lo hagan las sirvientas, con mucha rabia lo hice y empaque muy pocas cosa. ¿Era sólo un fin, verdad?
Por supuesto que si, supongo que es para conocerme con mi futuro esposo, el sobrenombre marido no me agrada y prefiero evitar decirlo así.
Tuvimos que tomar un vuelo hacia Londres, fue cómodo y muy tranquilo en todo el trayecto. Cuando estábamos saliendo del aeropuerto había un guardia con un cartel que decía "Familia Targayen" venía por nosotros.
Nos acercamos al guardia y este nos ayudó con tres hombres más que no tengo idea de dónde salieron, pude percatarme que habían cuatro camionetas polarizadas y totalmente negras.
Me separaron de mis padres, cuándo intenté protestar papá me dio un mirada de advertencia, subí a la camioneta sola y en silencio.
Adentro el chófer me entrego una bolsa de dulces. Eso fue una sorpresa para mí pero las recibí muy amable.
"Que considerado eres, gracias." No podía verle los ojos solo la mitad del rostro ya que traía unas gafas de sol oscuras y en su oreja un audífonos para comunicación.
"Esto no viene de mí parte, señorita. Ha sido una orden de gaspodin." Encongi mis cejas sin entender lo último. Pero no pregunto más y lleno mí boca con dulces.
Muy ricos por cierto, mi madre me permitía comer un solo dulce cada cumpleaño, y a lo largo del año ya lo tenía prohibido.
Decía que era por mí bien y es mucho mejor no consumir mucha azúcar.
Cuándo me lo acabo, deseo pedir más pero me avergüenzo y veo un poco la ventana, el chófer vuelve hablar y mí atención rápido va hacía él.
"¿Le apetece más..?" Le interrumpo la oración y chillo de felicidad, casi gritando le respondo.
"¡Si, si!" Parece ahogar una risilla y me entrega otra bolsa de dulces. "Esto es el mismo paraíso, están riquísimas." Veo que un gran portón negro abrirse y quedó maravillada al ver el gran jardín y patio que tiene. Todo parece sacado de una película.
Me doy vuelta para ver si mis padres han llegado detrás de mí porque no me he percatado que el chofer desvío el camino. Sabía que no debía entretenerme y ser muy sería, pero a tocado un punto débil que son los dulces.
"¿Mis padres?" Me inclino hacia delante para poder intimidar al hombre pero este no parece ni ponerse nervioso.
"El gaspodin ha dado la orden de separarla, y traerla directamente a su vivienda. Por favor, baje. " Abren la puerta y hay un mayordomo extendiendo mí mano para ayudarme.
Todos se ven realmente amables y muy cordiales por mí llegada, me hacen sentir muy cómoda con este trato. ¿Que me pasa?
Le doy mí mano y siento la tela del guante blanco. "Bienvenida sea a la villa del gaspodin Chekhov." Agranda su sonrisa, mostrando una hilera de dientes blancos.
Nixon Vikram es un magnate poderoso considerado un hombre que posee una belleza masculina exótica. Cualquier mujer bajaría sus bragas si así el lo desea. Pero hay algo curioso, la única mujer que le ha llamado su atención fue la asistente de su socio. La manera en la que se expresa, la dulzura que emana y su manera de defenderse lo ha consumido por completo. Su obsesión por ella creció al verla seguido y tener cortas platicas. Pero un hombre cómo él no merecía tener un sol en su vida de tormenta. Sin embargo la reciente propuesta de su socio le cayó como anillo al dedo, un matrimonio arreglado con su asistente. Era definitivo que Nixon no la dejaría libre jamás. Aunque su corazón aún seguía perteneciendo a otra mujer.
Linsey fue abandonada por su novio, quien huyó con otra mujer el día de su boda. Furiosa, ella agarró a un desconocido al azar y declaró: "¡Casémonos!". Había actuado por impulso, pero luego se dio cuenta de que su nuevo esposo era el famoso inútil Collin. El público se rio de ella, e incluso su fugitivo ex se ofreció a reconciliarse. Pero Linsey se burló de él. "¡Mi esposo y yo estamos muy enamorados!". Aunque todos pensaron que deliraba. Entonces se reveló que Collin era el hombre más rico del mundo. Delante de todos, se arrodilló y levantó un impresionante anillo de diamantes mientras declaraba: "Estoy deseando que sea para siempre, cariño".
Ella cayó en la trampa que la tendieron su prometido y su mejor amiga. Lo perdió todo y murió en la calle. Sin embargo, ella renació. En el momento en que abrió los ojos, su esposo estaba tratando de estrangularla. Afortunadamente, ella sobrevivió a eso. Firmó el acuerdo de divorcio sin vacilación. La joven estaba lista para su miserable vida. Para su sorpresa, su madre en esta vida le dejó una gran cantidad de dinero. Ella dio la vuelta a las tornas y se vengó. Todo le salió bien cuando su ex marido apareció en su vida.
En opinión de todos, William se había casado con Renee bajo la presión. Ahora que su verdadero amor había vuelto embarazada, no podían esperar a que abandonara a Renee. Sorprendentemente, Renee fue sincera sobre la situación: "Para ser franca, soy yo la que pide el divorcio todos los días. Lo deseo incluso más que cualquiera de ustedes". Pero ellos ignoraron su comentario como un mísero intento de salvar las apariencias. Hasta que William hizo una declaración: "El divorcio está fuera de discusión. Cualquiera que difunda falsos rumores se enfrentará a consecuencias legales". Renee estaba confundida. ¿Qué planeaba hacer ahora este loco?
Ellos no saben que soy una chica. Todos me miran como si fuera un hombre, un príncipe. Su especie compra humanos para satisfacer sus lujuriosos deseos. Y cuando ellos llegaron a nuestro reino para llevar a mi hermana, intervine para protegerla. Fue así como ellos también terminaron comprándome. El plan era escapar, pero mi hermana y yo nunca tuvimos una oportunidad. ¿Cómo iba a saber que nuestra prisión sería el lugar más fortificado de su reino? Se suponía que debía quedarme en el anonimato, pues no tenían un uso para mí. Solo era alguien a quien nunca debían comprar. Pero entonces, el hombre más poderoso de la salvaje tierra, su despiadado rey bestia, se interesó por ese "principito bonito". ¿Cómo podremos sobrevivir en este reino brutal, donde todos odian a los de nuestra especie y no tienen piedad de nosotros? ¿Y cómo puede alguien, con un secreto como el mío, convertirse en una esclava sexual? Nota del autor: es una novela de romance oscuro, apta solo para mayores de edad. Espera varios temas sensibles, como la violencia. Si eres un lector experimentado de este género, buscas algo diferente y estás preparado para entrar sin saber qué es lo que te espera, ¡entonces sumérgete en esta aventura! . De la autora del bestseller internacional "La Esclava Más Odiada Del Rey"
Eda Calloway y Christopher Davenport, se han unido en matrimonio por acuerdos familiares, claro que ninguno de los involucrados alberga sentimientos hacía el otro, es más Christopher siempre estuvo enamorado de su primer amor, Patricia Grenville, pero el amor no era más fuerte que los Imperios y los intereses familiares, aquello obliga a Christopher a tomar distancia de su gran amor. Patricia viaja a los Estados Unidos mientras que los Davenport cortan todo lazo y toda conexión de los enamorados, es así que Christopher empieza a sumergirse cada vez más en el mundo Empresarial hasta coronarse como uno de Empresarios más influyentes de Inglaterra, Escocia entre otros Países, hasta que sus familiares encuentran la candidata perfecta para su esposa.Eda Calloway, es el epítome de la dulzura y la fragilidad, una joven que irradia pureza y encanto con cada paso que da. Su inocencia, reflejada en su mirada clara y su disposición amable, es lo que la hace destacar en un mundo lleno de ambición y máscaras. Como heredera de la prestigiosa familia Calloway, Eda combina elegancia natural con una humildad que desarma incluso al más frío de los corazones.Los Davenport la han elegido como esposa del Gran CEO, Christopher Davenport, no solo por sus impecables conexiones familiares, sino porque Eda posee un aura especial, capaz de atravesar las murallas que Christopher ha construido a lo largo de los años. Su dulzura contrasta con el carácter frío y calculador del CEO, convirtiéndola en la pieza que equilibra y complementa su personalidad.Para la poderosa familia Davenport, Eda representa no solo una alianza estratégica entre dos linajes prominentes, sino también una esperanza de que su calor y bondad puedan suavizar el alma endurecida de Christopher, despertando en él emociones que ha mantenido enterradas durante años. Su capacidad de ver lo mejor en los demás y su inquebrantable optimismo la convierten en una figura única, destinada a marcar una diferencia en la vida del gran Davenport.
El día de su boda, Khloe fue inculpada de un delito que no había cometido por su hermana y su novio. Fue condenada a tres años de prisión, donde soportó mucho sufrimiento. Cuando finalmente liberaron a Khloe, su malvada hermana utilizó a su madre para obligarla a mantener una relación indecente con un anciano. El destino quiso que Khloe se cruzara en su camino con Henrik, un elegante y despiadado mafioso, así cambió el curso de su vida. A pesar de su frialdad, Henrik quería a Khloe como nadie. La ayudó a vengarse de sus enemigos y evitó que volviera a sufrir acoso.