Novela de fantasía épica, ambientada en una supuesta segunda civilización existida antes de todas las conocidas en la historia, donde dioses y mortales juegan un papel importante en la trama, llena de heroísmo, amores rotos, aventuras y magia. Princesas guerreras que luchan por su destino o sin quererlo descubren su verdadera identidad, jovenes, humildes que se convierten en imbatibles paladines de la justicia divina, tiranos crueles que desean conquistar cuanto territorio se interpone en su camino más allá de sus fronteras, donde bestias fantásticas y poderosos juegan un rol importante, magia, misterios ancestrales y mucho más en una inigualable historia saturada de personajes que por insignificantes que sean ocupan un papel en la trama.
Durante largo tiempo he meditado si revelo o no tales acontecimientos; tal vez me sienta atormentada solo por infundados temores. Miro alrededor y qué más castigo que el de vivir entre silenciosos papiros y paneles blanquecinos que burlan los siglos. Jamás conocí a mi madre y mi padre tampoco conoció a la suya. En realidad presiento que jamás tuve familia, ya que no encontré evidencias de ellos, pero arrastro recuerdos inexplicables. Alzo la llama de la lámpara, no por la crudeza del clima que me envuelve, jamás la he sentido. No sé quién o qué soy, ni de dónde procedo.
Simplemente sé que existo para salvaguardar una historia forjada a base de leyendas y epopeyas, de batallas de la luz contra la oscuridad, de poemas sobre héroes, bestias, villanos y enemigos desconocidos. Historias heredadas me persuaden de que las escrituras sagradas deben conservar calor para que perduren; pero de qué serviría que sobrevivan si no son dadas a conocer. He pasado innumerables décadas redactándolas y custodiándolas y no encuentro un porqué.
Lo que voy a relatarles yace oculto en millares de pergaminos. Como anciana sé que la hora de mi partida se acerca; no dejo descendiente alguno, se me negó ese privilegio y antes de transportarme a la eternidad, ansío contarles, no sería noble que sin mi supervisión el tiempo las destruyera. Permítanme avivar las eternas llamas de la lámpara; en mi pequeña morada tantas repisas atestadas de pliegos no dejan espacio para postigo alguno. Sumémosles que me la legaron en lo más remoto de las montañas heladas y comprenderán que en este ambiente jamás he contactado con otros seres, aunque sí los escucho en la soledad de estos parajes cuando percibo algún que otro quejido traído por las ventiscas, o el rugido del temible thaurón, que evita acercarse... Ya logré la luz, y tengo en mis manos el pliego por donde iniciaré las revelaciones.
En un pequeño fiordo, a cuatrocientas leguas al suroeste del reino de Sanabria, se divisa la bahía de las misas, llamada así por las grandes colonias de esas aves que pululaban por la zona. Una de las ensenadas posee una playa de oscura y fina arena, en la que se refugian las lamerias de gran tamaño buscando depositar allí sus huevos. Para llegar a la playa desde el bosque más cercano hay que transitar un único sendero que en estación de primavera, atrae enormes bandadas de katillos que emigran en busca del néctar de las flores, y convierten el paisaje en un sitio de ensueños.
La mar está en calma, solo de cuando en cuando una que otra débil ola impulsaba hacia las arenas al pequeño bote en el que tres pescadores terminaban la ardua faena que esperan concluir después de cuatro días en la mar. La embarcación encalló dócilmente acariciando la caliente arena; los hombres saltaron y lo alejaron del agua y aseguraron junto a otros ya amarrados a los pilotes que sobresalían en la orilla. Uno de los pescadores giró su vista hacia los árboles, alzó la mirada por encima de las frondosas copas y divisó allá en la lejanía, en las tierras prohibidas del turbulento norte, que el cielo se encapotaba.
Preportes, que así se llamaba, exclamó:
- ¡Vamos de prisa, pronto amanecerá!
La voz gruesa de otro, se escuchó:
-Guralla, recoged los avíos dentro del fardo, se vienen a la villa, esta vez conmigo.
Pescadores habituales de aquellas aguas, conocían cada arrecife, cada banco de arena, cada estación de captura. Ya sobre la grava tiraron de una red que permanecía sumergida en el mar. Lentamente la larga maraña de fuertes sedales entretejidos y peces atrapados en ella, salen a la superficie. Casi una hora después sobre la arena más de un centenar de pescados brillaban con los primeros claros del día; algunos inertes, otros aun aleteando en sus últimos intentos por sobrevivir. La captura compuesta por gran cantidad de pequeños salmones plateados, varias linjalas, pesadas mankurias rosadas de colas y aletas negras, procedentes de aguas más cálidas; algún que otro nutritivo olopo gigante y un cabeza plateada de cortantes dientes y de un par de metros de largo también se retuerce en las redes.
Llenaban las canastas cuando fortuitamente un fuerte viento batió desde el mar, entonces sintieron un hálito con olor a esencias divinas, enormes olas se elevaron desde la calma pegando contra los botes, haciéndolos ladearse en un constante vaivén y los árboles movían sus ramas en un desenfrenado movimiento.
Nagujes, quien había permanecido en silencio, mirando detenidamente hacia el mar, gritó:
- ¡Preportes, Guralla, miren!
Los otros dirigieron las miradas hacia el océano. Se veían cientos de siluetas de cuadrúpedos galopando al compás de las corrientes marinas, apareciendo y desapareciendo entre la espuma, y a la cabeza de la increíble manada sobresalían tres ejemplares muy parecidos a corceles de pura raza; pero diferentes de las castas de caballos conocidas, porque exhibían una copiosa melena, muy similar a las del gran thaurón, felino enorme, rey de las altas zonas heladas y de las infranqueables nieves.
Al paso de estas criaturas, el mar se teñía de un rojo bermellón. La visión fue casi fugaz; sin embargo, para los pescadores duró una eternidad y no daban crédito a lo que presenciaron, aunque conocieran que antiguas leyendas describían estas míticas apariciones, nacidas en las entrañas del gran volcán del norte, y que al galopar levantaban chispas de fuego celestial con sus dorados cascos. Se cuenta que podían correr diez veces más rápido que la más veloz de las bestias y que eran la admiración del dios Supremus, quien bajó a la tierra para capturar una y entregársela a Velarón, el hijo condenado a vivir con los humanos; pero tal fue la bravura de los gelanes que la deidad no logró su propósito e iracundo los condenó a peregrinar por los océanos, bajo la custodia de Kudtrang el dios del mar y de esta forma apaciguarles ese impetuoso temperamento. Y tales fabulaciones descarriadas por el tiempo, cantos ya olvidados de trovadores, renacían ante la mirada incrédula de los pescadores.
A miles de leguas de allí.
El vasto desierto por siglos fue la morada de los enormes pero dóciles tosarnos. Ahora se le llama el gran imperio aunque en el centro de las dunas, una única y descomunal edificación de madera y piedras se yergue amenazante ante la vista, ocupada por los despiadados gobernantes, brutales y sanguinarios conquistadores de las tierras altas, que se asentaron en la región enfundando el terror y la desolación. Descendientes de los guerreros del imperio de las montañas negras, ubicadas más al nordeste, cerca de las temibles costas.
Compuesto por más de cuatrocientos campamentos que se trasladan por el desierto, según las estaciones del año, y pese a diferencias entre ellos, todos -por lo general de gran estatura, fornidos y velludos como los simios- obedecen a Jakar, sucesor del sanguinario Trox, como solían llamarle los enemigos a su padre.
Una fría llovizna humedece cuanto toca en la plaza de los sacrificios, se mezcla con la sangre que yace en algunos lugares, penetra en la arena ya no tan endurecida por meses de intenso calor, pues hace ya más de quince días que llueve a cántaros. Cientos de guerreros -hombres y mujeres-, agrupados en clanes, formaban un enorme círculo. Provenían de algunas de las sectas del desierto que por turnos frecuentaban los rituales. A intervalos lanzaban alaridos de euforia que se interrumpían solo con ponzoñosas burlas. Los menos permanecían en silencio mientras devoraban trozos de carne ahumada y bebían.
Grandes banquetes, peleas a primera sangre entre clanes, crueles combates contra prisioneros y los sacrificios de animales y humanos a Yombar, dios de la lluvia, ofrecían un espectáculo tremendamente espeluznante.
Con un bramido de victoria uno de los contendientes levantó su espada:
- ¿Quién le ofrece una jarra de vino al gran Gorlat? -vociferó.
Los de su clan habían derrotado en desigual contienda a los representantes del clan de Cremor, quienes se retiraban maltrechos y ensangrentados, aunque más heridos llevaban el orgullo. Silencio total. El gran Jakar se ha levantado de su codiciado trono. Elevando los brazos al cielo, y a pesar de contar con más de sesenta años, la enorme figura hace temblar a los presentes. Con sus casi dos metros de alto, larga cabellera y barbas plateadas, pecho como el tronco de un milenario árbol, brazos largos y musculosos forjados en mil batallas. Venerado porque se sabe que de joven enfrentó al enorme tologo, el lobo gigante de pelaje oscuro y pecho blanco. Cuentan que lo venció solo con sus manos y un afilado y corto dahar, dicen que en el abrazo mortal las costillas del fiero animal crujían destrozadas bajo la descomunal fuerza del contendiente.
Es una obra de ficción y fantasía , donde encontrarán romance, escenas de sexo descritas con un toque de sensualidad, traiciones, misterio, intriga, acción, suspenso, mafia. Para crearla me base en algunos datos de mitología universal la cual describo con matices personales, uniendo el mundo real con el sobrenatural con un estilo entretenido y diferente en el cual se encontraran a seres tan enigmáticos y fascinantes como son los licántropos, y otras legendarias criaturas. A lo largo de la trama sus personajes se entrelazan directa o indirectamente, creándose con ello un ambiente de cábalas que se pasean por el tiempo con un ir y venir del presente al pasado y viceversa. Aunque la heroína principal es una joven recién graduada en historia antigua y apología religiosa, no se puede menospreciar a otros personajes que de igual forma tienen en la novela una categórica participación, consiguiendo con ello que la trama sea más complicada y atractiva para aquellos que gustan de una obra compleja en cuanto a argumento, tramas y personajes se refiere.
En un mundo imaginario y fantástico donde se realizan matrimonios por conveniencia y al dios de la noche se le venera por encima del resto de las demás deidades, los líderes de las civilizaciones que existen en un contorno medieval. Llevan a la máxima expresión, aquellos sentimientos cimentados por la brutalidad, el egoísmo, el deshonor, la ingratitud y la arrogancia, pero tales procederes despertarán nuevamente la furia de un dios quien en tiempos remotos enviara a Nagarta a un invencible y tenebroso engendro para escarmentar a dichos sujetos, nadie con esos atributos, escapará a la cruel justicia a la que fueron condenados. Por lo que solo los de noble corazón sobrevivirán a la destrucción.
Un joven policía, nada convencional según lo establecido por el código policiaco, amante de la bebida, siempre desaliñado, mujeriego aun sin proponérselo, pero con un profundo sentido de la lealtad y la amistad, imparable en la investigación sobre el caso que le ordenan llevar a cabo, siempre recordando que tiene el corazón deshecho por una ruptura y abandonos que no consigue superar, mas eso no impedirá que continúe con su labor detectivesca para esclarecer cada situación a la que se enfrenta. Amigos muy cercanos que nada tiene que ver con su trabajo y en ocasiones no están de acuerdo con su forma de pensar, sin embargo; lo apoyan incondicionalmente. Por lo que enfrascado junto a su compañera se esmera en cerrar cada caso asignado por su superior.
La siguiente obra aborda el tema de la fantasía oscura y tiene lugar en la indómita jungla amazónica. La misma transcurre a principios del siglo XX, en el que los trabajadores de una poderosa compañía, que se dedica a talar arboledas enteras, de repente se topan con una terrorífica criatura de la que se habla desde el comienzo de los tiempos. Tal hecho desencadena una serie de eventos en los que se ven involucrados otros personajes y finalmente se conoce la verdad detrás de aquel ser tan legendario como escalofriante.
Es una compilación de relatos que abordan tales temas como, el suspenso, lo paranormal, la fantasía, el drama, el policiaco, ciencia ficción, viajes en el tiempo y otros.
Después de tres años de matrimonio hermético, Eliana nunca había visto a su enigmático esposo hasta que le entregaron los papeles del divorcio y se enteró de que su supuesto esposo estaba cortejando a otra mujer sin importarle cuánto le costara. Ella volvió a la realidad y decidió divorciarse. A partir de entonces, Eliana dio a conocer sus diversos personajes: estimada doctora, legendaria agente secreta, hacker reconocida, célebre diseñadora, experta piloto de carreras y distinguida científica. A medida que se conocieron sus diversos talentos, su exesposo fue consumido por el remordimiento. Desesperado, suplicó: "¡Eliana, dame otra oportunidad! Todas mis propiedades, incluso mi vida, son tuyas".
Sofía Morales, en la fiesta de celebración de su graduación, ebria y drogada por uno de sus compañeros quien intentó abusar de ella, se entregó a su héroe y salvador, Rafael Rincón, quien también se encontraba bajo los efectos del alcohol. Al mes exacto de esta celebración, ella comenzó a experimentar los primeros síntomas de su embarazo múltiple, lo cual fue un escándalo para toda la familia, especialmente porque nadie sabía quién era el padre de sus trillizos, ni siquiera ella misma. Antes de salir a relucir esta situación, su padre le estaba imponiendo aceptar un compromiso matrimonial con el hijo de su amigo, porque había dado su palabra desde que ella era una niña. Estando en su sexto mes de embarazo, su padre fallece, dejándola heredera y billonaria. Como era su única hija, debió asumir el cargo de CEO. Esto no fue bien visto por los otros accionistas de la Naviera, quienes consideraban que era una irresponsable, por el grave error cometido: ser madre soltera. Por su parte, Rafael Rincón, hombre enigmático, billonario, productor, ganadero, quien había perdido a su novia en un accidente, no dejó nunca de pensar en la bella y virginal jovencita a quien rescató y luego hizo suya en una noche de copas, en una discoteca de la Ciudad, propiedad de su amigo y de la cual solo sabía, que se llamaba Sofía.
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Él, con una actitud arrogante que cree que ha nacido para que complazcan todas sus exigencias. Que no le importa pisotear la dignidad de ninguna otra persona con tal de obtener lo que desea y pretende que lo traten como un Dios, se encuentra con la horma de su zapato. Ella, estudiante de abogacía y que odia a los hombres con una personalidad como la de él, tiene la mala suerte de caer en su estudio para realizar sus pasantías y desde el primer minuto se odiaron. Pero dicen que del odio al amor hay un solo paso y estos dos, dieron mucho más que uno. Ana, sin saberlo, se convertirá en su objeto de deseo y se verá envuelta en su apariencia depredadora que logrará obnubilarla y poner a disposición su voluntad logrando arrodillarse a sus pies. “Deseo, pido y obtengo” una frase que define a este hombre.
Charles tenía novias diferentes cada día del año, nunca salía con la misma chica. Su nombre había sido vinculado a innumerables mujeres. Autumn, por su parte, se vio obligada a casarse con Charles sustituyendo a su hermana, quien se había escapado. Su único deseo era divorciarse después de un año. Ninguno de los dos había esperado que se enamoraran el uno del otro. Tampoco esperaban que el mundo entero los desafiara. Una ex novia quien causa problemas cada dos por tres. Una hermana fugitiva quien regresa con la intención de recuperar a Charles. Una suegra que siempre se entromete en sus momentos íntimos. ¿Te gustaría leer más? ¡No dudes! ¡Vamos allá!
Se suponía que mi matrimonio con Mathias me haría la mujer más feliz del mundo. Aunque sabía que él no me amaba, pensé que se enamoraría de mí una vez que lo colmara de amor. Ya pasaron cinco años y Mathias me trataba como a una cualquiera. Para colmo, conoció a su verdadero amor y cortó todos los lazos conmigo por culpa de ella. Él la presentó a todo el mundo; algo que nunca hizo por mí. Su infidelidad me llevó a la depresión. Me sentía totalmente destrozada. Tristemente, incluso en mi lecho de muerte, mi supuesto marido nunca apareció. Cuando volví a abrir los ojos, sabía que el destino me había dado una segunda oportunidad. Yo todavía era la esposa de Mathias y pasamos dos meses antes de que conociera a su verdadero amor. En esta vida, me negué a que él volviera a lastimarme. Consciente del gran error de mi antigua yo, le pedí el divorcio. Mathias rompió los papeles del divorcio una y otra vez y al mismo tiempo me encerró. "¡Rylie, deja de hacer estupideces! ¡Hacerte la difícil no me funciona!". Para demostrarle que hablaba muy en serio, seguí adelante y solicité a la justicia. Finalmente entró en pánico. Abandonó a la "mujer de sus sueños" y se arrastró a mi lado. "Por favor, dame una segunda oportunidad, Rylie. Te prometo amarte con todo mi corazón. Serás la única mujer en mi corazón de ahora en adelante. No me dejes, ¿de acuerdo?". Una guerra estalló en mi mente. Por un lado, no quería que me hicieran daño otra vez. Pero, por otro lado, no quería dejar ir al hombre que amaba tanto. ¡¿Qué debo hacer?!