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Ethan es un hombre lobo, que por décadas ha esperado por su compañera. Desesperado por una compañera de vida, su Luna. Toma una decisión de la cual se arrepentirá luego de descubrir en una noche de casería a una mujer que parecía ser la misma diosa, con su cabello fuego al viento, desprendiendo aquel aroma que lo enloqueció al instante. *SU MATE, SU COMPAÑERA, SU AROMA ERA A LAVANDA Y BOSQUE* La hermosa mujer llega a su compañero, desconociendo que aquello desatará una guerra. La oscuridad, el deseo de poder y los deseos carnales de una bruja, es lo que domina a los hijos de la diosa. ¿Podrá aquel clan terminar con la oscuridad que los manipula desde hace siglos? (Obra registrada)
Ethan Allen es el Alpha de la tribu "Los hijos de la luna", tomando el control de aquella manada, luego de que su padre le cediera el mando. Siendo un líder justo, actuando ante cualquier ataque, protegiendo a su manada, pero al gran Alpha algo le faltaba, su otra mitad, su compañera, su mate. Hacía más de una década que había esperado por ella, pero siempre fallaba.
Ethan tomo un vaso con hielos y se sirvió whisky, tono un sorbo de el, cerrando los ojos. Ya estaba decidido, hoy mismo tomaría cartas en el asunto, debía darle a su manada su Luna, habían esperado demasiado por qué aquella mujer llegará, pero al parecer la diosa se había olvidado de bendecirlo, con aquello que tanto complementaba a un hombre lobo.
Sintió la puerta del despacho abrirse y vio a su padre ingresar.
-¿Estás listo?- pregunto el hombre alto y de igual apariencia que su hijo, moreno, fuerte y ojos negros como la noche.
-¡Si!- responde con frialdad.
-¿Sabes que esto es un gran error Ethan?- está pregunta hace que su hijo lo mire con furia, él no quería opiniones de nadie, porque nadie sabía lo que él sentía al no tener a su compañera.
-¡No me toques los cojones papá!- rugió -¿Cuánto tiempo más debo esperar?- apretó con furia el vaso y sintió el crujir del vidrio.
-Debes esperar el tiempo que sea necesario, la dios...- sus palabras fueron interrumpidas por el ruido del vaso que Ethan estrelló contra la pared que estaba detrás de su padre.
-¡Por un carajo!- rugió, sintiendo como su lobo comenzaba a tomar el control, se acercó a su padre, mirándolo con sus ojos rojos como el rubí. -¡He dicho que no quiero una puta opinión, buscaré yo mismo a mi compañera!-
Su padre no se movió del lugar, desafinando al terco de su hijo.
-¡Esto te traerá consecuencias Ethan! ¿Qué pasará si llega tu verdadera compañera? -
-Esa compañera que tanto nombras, no existe... La diosa me está castigando y no se porque, ella no me a bendecido- salió de aquel despacho hecho una furia, dispuesto a terminar con todo aquello, buscar el mismo su compañera.
Ingreso al gran salón de fiesta que había en su mansión, repaso con la mirada a miles de mujeres que estaban en aquel salón, dispuestas a ser suyas, dispuestas a ser su Luna y darle sus cachorros. Pero aún así, él era consciente de que jamás se sentiría completo.
El día de su boda, Khloe fue inculpada de un delito que no había cometido por su hermana y su novio. Fue condenada a tres años de prisión, donde soportó mucho sufrimiento. Cuando finalmente liberaron a Khloe, su malvada hermana utilizó a su madre para obligarla a mantener una relación indecente con un anciano. El destino quiso que Khloe se cruzara en su camino con Henrik, un elegante y despiadado mafioso, así cambió el curso de su vida. A pesar de su frialdad, Henrik quería a Khloe como nadie. La ayudó a vengarse de sus enemigos y evitó que volviera a sufrir acoso.
Hace dos años, Ricky se vio obligado a casarse con Emma para proteger a la mujer que amaba. Desde el punto de vista de Ricky, Emma era despreciable y recurría a artimañas turbias para asegurar su matrimonio. Por eso mantenía una actitud distante y fría hacia ella, reservando su calidez para otra. Sin embargo, Emma amaba a Ricky de todo corazón durante más de diez años. Cuando ella se cansó y consideró la posibilidad de renunciar a sus esfuerzos, Ricky empezó a tener miedo de perderla. Solo cuando Emma estaba muriendo, embarazada, él se dio cuenta de que el amor de su vida siempre había sido Emma.
Madisyn se quedó de piedra al descubrir que no era hija biológica de sus padres. Luego la verdadera hija de esa familia le tendió una trampa, haciendo que la echaran de casa y se convirtiera en el hazmerreír de todos. Creyendo que era hija de campesinos, Madisyn se sorprendió al descubrir que su verdadero padre era el hombre más rico de la ciudad y que sus hermanos eran figuras de renombre en sus respectivos campos. Todos la colmaron de amor, solo para enterarse de que Madisyn tenía un próspero negocio propio. "¡Deja de molestarme!", dijo su exnovio. "Mi corazón solo pertenece a Jenna". "¿Quién te crees que eres? ¿Mi mujer siente algo por ti?", reclamó un misterioso magnate.
Sabrina tardó tres años enteros en darse cuenta de que su marido, Tyrone, era el hombre más despiadado e indiferente que jamás había conocido. Él nunca le sonrió y mucho menos la trató como a su esposa. Para empeorar las cosas, el regreso del primer amor del hombre no le trajo a Sabrina nada más que los papeles del divorcio. Con la esperanza de que todavía hubiera una posibilidad de salvar su matrimonio, le preguntó: "Tyrone, aún te divorciarías de mí si te dijera que estoy embarazada?". "¡Sí!", él respondió. Al comprender que ella no significaba nada para él, Sabrina finalmente se rindió. Firmó el acuerdo de divorcio mientras yacía en su lecho de enferma con el corazón hecho pedazos. Sorprendentemente, ese no fue el final para la pareja. Fue como si Tyrone despejara la mente después de firmar el acuerdo de divorcio. El hombre que alguna vez fue tan desalmado se arrastró junto a su cama y le suplicó: "Sabrina, cometí un gran error. Por favor, no te divorcies de mí. Te prometo que voy a cambiar". Sabrina sonrió débilmente, sin saber qué hacer…
A veces el amor aparece de la manera más inesperada y en la forma de la persona menos pensada. Para Daniel, la vida a sus 40 años es una rutina entre sus tres hijos y su cargo de CEO de la empresa familiar. El fallecimiento de su esposa lo deja inmerso en la tristeza; creando, con el correr de los años, una coraza fría a su alrededor. Deanna tiene una vida normal, trabaja medio tiempo y estudia en la Universidad de Artes porque quiere lograr su sueño: cantar en la ópera. Solo le falta un año para terminar su carrera cuando su amigo Harry le pide ayuda desesperado. Una antigua regla familiar le impide casarse con su novia, la cual está embarazada. Para hacerlo, Daniel, su hermano, debe casarse primero. Para ayudarlo con su problema Daniel y Deanna acceden a fingir una relación y un matrimonio. Son tan opuestos que la atracción es inevitable. Él encuentra en ella la calidez que faltaba en su vida y Deanna el amor luego de una ruptura desastrosa. Finalmente, Daniel puede volver a tener una familia. Pero hay muchos intereses ocultos que buscan separarlos y alejarlos. El viaje es difícil, deben enfrentarse no solo a terceros que les complicaran las cosas, sino también a sus propios miedos e inseguridades. No es sencillo equilibrar 15 años de diferencia. Pero el corazón tiene razones que la misma razón nunca entenderá.
Era una doctora talentosa de fama mundial, CEO de una empresa que cotiza en bolsa, la mercenaria más formidable y un genio de la tecnología de primer nivel. Marissa, una magnate con una plétora de identidades secretas, había ocultado su verdadera identidad para casarse con un joven aparentemente empobrecido. Sin embargo, en vísperas de su boda, su prometido, que en realidad era el heredero perdido de una familia adinerada, canceló el compromiso, incluso la humilló y se burló de ella. Cuando las identidades ocultas de la chica salieron a la luz, su exprometido se quedó atónito y le suplicó desesperadamente que lo perdonara. De pie, protector ante Marissa, un magnate increíblemente influyente y temible declaró: "Esta es mi esposa. ¿Quién se atrevería a quitármela?".