/0/1612/coverbig.jpg?v=54d5dbc9c19533cb2105590966c57d4b)
Alia Mcgregor definitivamente expulsada del Oregon High School. ¿Motivos? Intento de asesinato contra otra estudiante. Sus padres deciden buscar otra escuela para su rebelde, caprichosa, manipuladora y desquiciada hija. Alia, a sus quince años, detesta la decisión de sus padres pero no tiene otra opción que aceptar ir a vivir con su tía Megumi. Lo que nadie sabe es que ella golpeó a Blis, sin ningún tipo de contacto físico. ¿Cómo era eso posible? Ni siquiera ella sabía la respuesta... Lo que sí sabía, era cómo mandar a la mierda a la gente...menos al irresistible Thomas Meflix. Obra registrada en Safe Creative. Código: 1505304199829. No esta permitido ningún tipo de copia o adaptación.
❀❀❀❀❀❀❀❀❀❀❀❀❀❀❀❀❀❀
-Su hija tiene un problema muy serio de conducta señores McGregor. Ya es la tercera vez que ha sido amonestada y saben muy bien lo que significa eso. -la advertencia del director se escuchó dentro de su oficina.
Estaba sentada en la sala de espera cuando eso estaba sucediendo. Mis padres estaban dentro, escuchando las quejas del estúpido anciano de traje.
No sé qué fue lo que pasó, simplemente sucedió. No fue culpa mía sino, de mis manos. Mis torpes manos.
Me hice un bollito con mis piernas en el sofá de terciopelo color verde vomito, tratando de hacerme lo más pequeña posible. Tapé mis oídos con mis manos para dejar de escuchar los gritos de aquel viejo imbécil. Ellos querían que yo tuviera la culpa, pero no iban a conseguirlo.
¡Porque yo no lo hice!
O quizás una parte de mi quería negarlo y otra aceptarlo. Pero no, no iban a conseguirlo.
Los gritos de mis padres reclamando y tratando de defenderme se escuchaban. A pesar de eso la defensa no duró mucho, ya que otra vez el director volvió a hablar con voz prepotente. No, un hablar no, sino una gritar.
Mis manos se volvieron puños contra mis oídos. Sentía la cara morada por la furia, ya que el calor de mis mejillas aumentaba demasiado. Me estaba incendiando.
Apretujé mis párpados cerrándolos con concentración. Imaginándome que estaba en otro sitio y no en la escuela, quería visualizar que estaba en un bosque.
¡Sí, en un bosque! Corriendo con un precioso vestido blanco por el frio y encantado bosque de hojas rojas.
¡Corre Alia! me dije a mi misma.
Imagina Alia, imagina. Sal de allí y corre por el bosque. Escucha crujir las hojas cada vez que las aplastas con tus pies descalzos. Imagina...
Pero imaginar no fue suficiente, ya que el eco de las voces de mis padres y del director se escuchaban como si me susurraran al oído. Mi respiración se aceleró y cada vez me costaba más introducir oxígeno a mis pulmones.
Contrólate Alia, contrólate.
No funcionó, y mi furia se propagó por toda la sala haciendo estallar la ventana de la dirección en mil pedazos. Escuché el grito de la secretaria de fondo. Vi cómo mi madre y mi padre se agarraron con fuerza del escritorio del director por el enorme susto.
El anciano tenía la mirada perdida en el marco de la puerta donde el vidrio había estallado, como si buscara una explicación. Todos ellos posaron sus ojos en mí al mismo tiempo.
Mi padre se llevó la mano a la boca y mi madre presionaba sus dedos contra su pecho buscando aire para respirar. Yo los miré con furia, ya me dolían las fosas nasales por respirar tan fuerte. Mi boca se secó y una lagrima, sin que yo lo permitiera, resbaló por mi mejilla. Era consciente del don que tenía ... pero no sabía cómo controlarlo, simplemente no sabía que en ese momento iban a reaparecer mis pequeñas habilidades. Mis padres no estaban al tanto y menos mi hermano mayor Jamie, que, con su capacidad intelectual, era muy poco probable que entendiera sin que se riera en mi cara y me humillara con burlas estúpidas.
Mis padres abrieron la puerta y miraban al suelo dando pequeños saltitos para no pisar los trozos de vidrio. El director exigió una limpieza por teléfono y no desviaba sus ojos de mí mientras lo hacía. No tenía pruebas de que yo había hecho esa pequeña maldad sin que pudiera controlarlo, y si dijera que lo hice sonaría ilógico y ridículo.
-Ya nos hemos cansados de tus actitudes Alia. Te vas a vivir con tu tía Megumi ¡Y no protestaras! -gritó mi madre, casi rompiendo en lágrima. -Eres una estúpida sin remedio.
Evangeline Brown se ve obligada junto a su familia vivir en un pueblo enfermo en donde la belleza es un arma mortal, hombres pagan por tu virginidad y en donde deberas casarte a los diecinueve años o estaras condenada a muerte si no lo haces. Depende de Evangeline sobrevivir o terminar en las sabanas de Dan Telesco, un joven que empezara acecharla.
Sky King sabe perfectamente lo que quiere: conocer a su actor favorito. Lo tiene en un pedestal y no se cansara hasta llegar a su meta con tal de conseguir un autografo. Pero esto la llevara, torpemente, a ser su asistente personal mientras le oculta su profundo amor por él: Kim Seon Ho, actor favorito de su k-drama. Pero como en todas las novelas de Florencia Tom, nada es lo que parece.
Aria Evans es una semidiosa que tiene a todo hombre a sus pies. Es consciente de ello y la hace sentir con poder. Pero aquella belleza es invisible para el resistible Dante, su amor no correspondido. Muere por él y mataría por conseguir su atención. O eso creía hasta que llega a su vida un hombre que puede poner patas para arriba la vida de la joven y atractiva Aria.
Alma Grey decide morir. Ya no soporta el grave y espantoso abuso laboral por parte del dueño del bar donde trabaja. La vida la ha golpeado duro hasta que conoce al enigmático y prestigioso James Voelk, un hombre que pone su mundo patas para arriba, luego de detener su intento de suicidio cuando la ve desde la ventana. Este logra salvarla de su intento de suicidio, pero ¿la ha salvado por completo?
Amy Steele es una empleada del café Blue Moon, ubicada en California. Pero, por las noches, se dedica a escribir relatos eróticos que dejan ver sus oscuras y atrevidas fantasías. Quiere convertirse en una gran escritora y vivir de sus libros en algún futuro. Todo se vuelve un completo caos y entradas de pánico cuando, por error, le envía su relato a Matt Voelklein. ¡Y no es cualquier relato!¡Es uno inspirado en él y desde que lo conoció aquel día en el café no ha podido sacárselo de la cabeza! La reacción del misterioso y enigmático Matt Voelklein será el lanzamiento de una propuesta interesante para la joven e inocente señorita Steele.
Ada Gray decide morir. Se siente una fracasada, está harta de vivir con hambre debido a su miserable empleo con un jefe explotador que la humilla y la tortura psicológicamente. Una noche toca fondo y decide ahorcarse en su habitación, pero su plan se vuelve un fracaso cuando su vecino Max, la ve desde la ventana y no tarda en salvarle la vida. No sólo impidió su muerte, sino que aquella salvación fue el inicio de una propuesta interesante: que la hermosa Ada Gray se convierta en la sugar baby del prestigioso Max Voelklein.
Allison se enamoró de Ethan Iversen, el futuro alfa de la Manada Moonlight Crown. Siempre quiso que él se fijara en ella. Sin embargo, Ethan era un alfa arrogante que pensaba que una débil omega no podía ser su pareja. El primo de Ethan, Ryan Iversen, que había vuelto del extranjero y era el verdadero heredero de la manada, nunca intentó conseguir el puesto ni mostró ningún interés por él. Era todo un alfa playboy, pero cuando regresó a la manada, una cosa cautivó sus ojos y fue Allison.
Sólo había un hombre en el corazón de Raegan: Mitchel. Tras dos años de matrimonio quedó embarazada. Raegan se sintió muy feliz. Pero antes de que ella pudiera darle la noticia, él solicitó el divorcio porque quería casarse con su primer amor. Más tarde, Raegan tuvo un accidente y, tumbada en un charco de su propia sangre, le pidió ayuda a Mitchel. Sin embargo, se fue con su primer amor en brazos. Afortunadamente, Raegan escapó por poco de la muerte y decidió retomar su vida. Años después, se hizo famosa en casi todo el mundo. Después del divorcio, Mitchel se sintió muy incómodo. Por alguna razón, empezó a extrañarla. Le dolió el corazón cuando la vio sonreírle a otro hombre. En la ceremonia de su boda, él irrumpió y se arrodilló. Con los ojos rojos, preguntó: "¿No dijiste que tu amor por mí era inquebrantable? ¿Por qué te casas con otro hombre? ¡Vuelve a mí!".
Su vida era perfecta hasta que conoció al hermano mayor de su novio. Había una regla en la manada Night Shade: si el Alfa rechazaba a su pareja, perdería su posición. Y la vida de Sophia estaba relacionada con esa ley, pues era una Omega que salía con el hermano menor del Alfa. Bryan Morrison, el Alfa actual, no solo era un hombre de sangre fría, sino también un encantador hombre de negocios. De hecho, su nombre era suficiente para poner a temblar a las demás manadas, pues era conocido por ser muy despiadado. ¿Y si por un giro del destino su camino se entralazaba con el del Sophia?
Durante dos años, Bryan solo vio a Eileen como asistente. Ella necesitaba dinero para el tratamiento de su madre, y él pensó que ella nunca se iría por eso. A él le pareció justo ofrecerle ayuda económica a cambio de sexo. Sin embargo, Bryan no esperaba enamorarse de ella. Eileen se enfrentó a él: "¿Amas a otra persona y siempre te acuestas conmigo? Eres despreciable". En cuanto ella firmó los papeles del divorcio, él se dio cuenta de que era la misteriosa esposa con la que se había casado seis años atrás. Decidido a recuperarla, Bryan la colmó de afecto. Cuando otros se burlaban de sus orígenes, él le dio toda su riqueza, feliz de ser el marido que la apoyaba. Eileen, que ahora era una célebre CEO, lo tenía todo, pero Bryan se encontró perdido en otro torbellino...
Elena, antes una heredera mimada, lo perdió todo de repente cuando la verdadera hija le tendió una trampa; su prometido la ridiculizó y sus padres adoptivos la echaron. Todos querían verla caer, pero ella desveló su verdadera identidad: heredera de una inmensa fortuna, famosa hacker, top diseñadora de joyas, autora secreta y doctora talentosa. Horrorizados por su glorioso regreso, sus padres adoptivos le exigieron la mitad de su nueva fortuna. Elena denunció su crueldad y se negó. Su ex le suplicó una segunda oportunidad, pero ella se burló: "¿Crees que te lo mereces?". Entonces, un poderoso magnate le propuso amablemente: "¿Puedes casarte conmigo?".
Scarlett nunca pensó que su apacible vida sufriría en un día cambios tan grandes. ¡Su mejor amiga Megan era su hermanastra! Megan y su madre planeaban quitarle a Scarlett todo lo que tenía, incluyendo su riqueza, su estatus, su padre e incluso su novio. Le tendió una trampa a Scarlett para destruir su virtud. Pero, ¿por qué el hombre que yacía junto a Scarlett no era el que Megan encontró? Despiertos, los dos desconocidos empezaron a rastrear la identidad del otro. Pero la identidad de este hombre conmocionó a Scarlett. ¡Era el director ejecutivo más rico Ryke Méndez!