ÍTU
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a fue silencio
staba apoyada en el cristal del auto, mientras dibu
u enfado. Vivía en Oregon con mi familia, un lugar lleno de secretos y lugares misteriosos por descubr
la pasaba castigada, mi compo
no quisiera hacerlo sino, porque me deja
no mayor Jamie. No nos llevábamos bien, siem
o no había muerto. Eso fue cuándo tenía unos diez años de edad, siempre se metía con mis Bar
enojo, le arrojé lo primero que tuve a mi alcance y sin pensarlo, se lo estrellé contra su cabeza. Estuvo tres días en el hospital ... y yo me quedé sin Barbi
tivo entonces
olegio que siempre vivía molestando con insultos hor
o natural por un rojo fuego llamativo. Ella era de pelo castaño y corto, q
álgebra. El profesor se había retirado del salón por unos minutos y Blis había aprovechado ese momento justo para
molestarme con esa palabra sin senti
ta su butaca, y con mucha impotencia le pegué una bofetada tan fuerte que pensé que su cuello daría una vuelta completa desnucándola. T
que se sentí como vertiginosamente mi cabeza tocaba el frío suelo del colegio. Comenzó a dar golpes con su puño c
agarrar en la parte derecha de su cintura. Rápidamente me había soltado y comenzó a gritar como una loca mientras pequeñas manchas de sangre iban expandiéndose por su uniforme blanco alrededor de la plum
amonestación que había recib
lases de deportes. Las chicas de mi clase ya se han cambiado rápidamente y
que tardase una eternidad, ya que se maquillaba de una manera tan estúpida para llamar la atención de los mariscales de campo que se e
para romper el silencio tan hermo
é? -re
fijará en ti mi
no llevar mi puño a su cara. Ella sólo seguía pasándose rubor por
ravillas del sexo ya que no parabas de llamarme perra en varias oportunidades. Te centras solo en eso, y no me molesta lo
l al suelo, provocando un pequeño sonido de cristale
no frente a ella como signo de que se detuviera, pero lo que paso fue casi inexplicable. Ella se echó hacia atrás como si una avalancha de hombres rudos la hubiesen empujado, y s
la había logrado decir,
sentir como si me hubieran da
los casilleros. Pero esta vez la cerré transformándola en un puño lentamente, con mis ojos puestos en su garganta. Ella se agarró del cuello co
mpidiendo q
ás. - fue lo único que dije con malicia, y
ubiera soltado, pero no
n breve vistazo por última vez. La ignoré como sí me encontrara sola en el lugar, hasta que la entrenadora entró con
dije que ella me
o trajo muchas consecuencias y mis padres se iban a enojar demasiado conmigo, pe
fuerte ahora. Dirían que le di su merecido y rendiría honor a las ch
e espera sentada en el horroroso sofá color verd
te no nos dijiste que aquella niña te molestaba? -dijo
raste que mis padres a
ue me ignoraras siempre. Sólo me defendí-le respondí
unca estaba con nosotros, al igual que mi padre. Él era contador en el banco de l
os has dicho nada
vez les h
sus labios como si estuviesen pensand
lidad...-ella n
o ven? ¿Acaso he negado lo sucedido?¡Esa bruja se merecía
anco y volvió a mirar al fre
emos criado de esa manera! Has quedado como una pandil
ierda l
egañaron los
con ella, mañana prepararas tus maletas y el domingo tu
o estar allí con ell
la le puso mala cara ante su
trenes de Newport-continuó diciend
nera de castigarme? Esperen un minuto... ¡Me ca
ra de enojo de los siglos, per
camente eran distintas, pero en personalidad no variaban mucho. No la veía a ella desde el día de Acción de Gracias pasadas, donde sólo me había regalado una toalla de color morada. ¿Qué tenía de malo una toalla? Tenía e
créeme da miedo-dijo mi padre
n en mí-Cariño esto es por ti, de verdad. Tu padre y yo hemos hablado con lo
vaya con Megumi? Es como si se estuvieran deshaciendo de mi ¿Acaso no me quie
yudarla con sus problemas domésticos y atenderás en su panadería. Claro, incluyendo que cocinaras
staba hecha, haciendo volar cosas y explotar
rlie para ayudarla
aproximadamente la edad de Jamie y
estoy muy bien informada. Pero creo que también trabaja en lo
rme. Cerré la puerta con un fuerte portazo, pensando que quizás la había hecho girat
a? -insistí, para hacer lo posible
a y se terminara el asunto. No comprendía
o de secundaria y luego, si conseguimos para el año entrante una nueva suscripción a otro
ficaba que ya no po
l de mis vaqueros. Vi que tenía cuatro llam
r que no es cierto
ponde mis
A HACERME SUFRIR? FELICITACI
que describían a mi mejor amigo. Sin hacerlo espera
ita sea! ¿Qu
s mi teléfono de la oreja, ya q
han echado-me senté en mi cama y m
eportes y algunos dicen que ni siquiera responde su teléfono. Los rumores aquí son como flash; Demasiado rápido para mi gusto. Varios chicos dijeron
idea-confesé, mientras me c
y cuéntame lo que pasó
erdad, ya que me trata
ural había arrojado a Blis contra los casilleros y asfixia
olpes por ese motivo. Fin. -traté de sonar como si no
con tus manitas pequeña sin que ella tra
sí... porque la ataqué desprevenida-más q
ero y por favor ya basta de problemas ¿bien? Luego pasaré p
uiero-suspi
instante para tratar de ordenar el lío de mi cabeza. No sabía por dónde empezar. No estaba de acuerdo con irme a vivir por un tiempo con Megumi,
u cabeza esperando que le permitiera entrar. As
as ido a la mi
na pequeña bola de béisbol en sus manos, sus ojos a
i habitación y no me molestes-cubrí mi rostro con
no lo
hayas golpeado a mi
use en estado de alerta cu
o y lo miré sin compr
Qu
vió la mirada hacia la ventana
mis labios se elevó un poco para que él me vi
en silencio mirando hacia la venta
go! -
n movimiento de cabeza y me
anas de llorar, pero, no dejaría escapar ninguna
idea y no lo es... ell
vete! -grité,
lanzó la bola haciendo que ésta golpeara
bierta y no podía dejar
No me extrañaba. Mi hermano iba a tener los cuernos más grandes
taba, pero no pude conseguirlo. Mis padres otra vez estaban discutiendo por mi culpa. Ya cansada de todo, me levanté de un salto y cogí mis auriculares de ar
trató de ayudarme, pero no se lo permití, estaba muy encabronada con todos. Permanecí en mi habitación todo el día. Sólo bajé para
cuando le conté la noticia de Newport
y una sonrisa que iluminaba su rostro de una ma
ló, acostado en mi cama con la
acerte amigo d
pagaran.
te preocupes.
reguntó, con
con todas mis fuerzas para calmar
a hacer era subir y colocarme los auriculares para tratar de despejarme. Me costaba a
Megumi. Compórtate y no hagas que ella pierda la paciencia. -me despidi
te, después de todo, era ell
e sé que extrañaría cuando me sintiera sola en la casa de
á tarde-dijo mi padre, ya
ento provocó que la ventana que daba al patio delantero estallara haciéndose trisas. Mi madre se asustó tanto
cir adiós, se burl
e camino hasta la cabina de entrega de pasaporte me rodeó con su bra
hasta que nos atendieran, me preguntó con l
te si
la mentira
refieras.
confu
r de ojos, cuando menos te des cuenta-me apretó el
rado en una de las sillas de espera y su madre lo regañaba para que se quedara quieto en su asiento. El niño no le daba importancia y se
verla. El niño la miró perplejo al igual que ella. La mujer intentaba mover la mano, pero no se lo permití. No iba a dejar que golpeara al pe
na. Mi padre le dio el pasaporte y me miraba nervioso. Algo le ocurría. Fr
miedo a las alturas. Hace cinco años atrás, habíamos viajado con mi familia en avión a Hawái para pasar las vacaciones de verano. Mi hermano fue el que tuvo qu
que subiera a ese avión y me alejar
me rompía
r adiós Alia. -mi padre se puso frente
y tenía la sensación d
ando llegué
nas de echarme a llorar. Me volví para mirarlo entre la gente y allí estaba él, sonriéndome de
rt al
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