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Historia

CapĂ­tulo 5 Cuatro

Palabras:4790    |    Actualizado en: 02/04/2021

ĂŤTU

❀❀❀❀❀❀❀

iste. -dijo mi tĂ­a, cuan

ario. Fred estaba a su la

egumi me recibiĂł con un abrazo tan

de verme. Su cabello negro cubrĂ­a s

raldas eran brillantes y su palid

a vuelto toda una m

la y me contemplĂł el rostro con

se expandió más por

ala y el ambiente cálido se hab

a vez más, sabía perfectam

que Fred (Ă©l se sentĂł a

das de dudas y sus sonrisas des

abĂ­a tanta

o ha ido el viaje, necesito que m

á intentado desaparecer la sensación de enoj

sea buena ide

s mi cielo. Que

forma de tratarme? O quizás esta

ra en la

no de voz la alarmĂł tanto que hu

roblemas, no tĂş, tĂ­a. Siento ser t

querĂ­a gritarle, pero

nerle los puntos. Ella estaba t

querĂ­a entrometerme en tus

onsentimiento, no protesté por e

que quieren tratar de ayudarme co

terme en lĂ­os si eso es lo que t

palda para que

luto porque ni siquiera yo sab

ta antes de seguir- quiero que sep

amili

scartĂł y me mandĂł aquĂ­ Fred. -l

emente ellos pensaron que esta o

gu

ara que ya no sea s

ue este tema nos

e. -asintiĂł con la cabeza mientr

ino que comprendiera que, a mĂ­ p

a cambiar en absoluto mi

ratar de no avergonzar a

apiádat

ia. -sonriĂł mi tĂ­a nuevamente y y

de otra cosa-El prĂłximo lunes co

de Har

iĂłn. -m

mi tĂ­a con el e

alcé mis brazos y aullé de ale

en un instituto privado y que de

nau

lina a mi coche Alia? -pregunt

ado de hablar Charlie

n nosotros, luego le preguntas l

mirarme, esperan

con Ă©l, pero no tenĂ­a otra opciĂł

no sonando m

me agarrĂł por los hombros y me

ian

aquĂ­, vas a ser como la hija que

rofundo escalofriĂł y mi est

rajos,

Él día se volvió noche y los faroles

oyota Corolla de color negro

agregando un

os y fui dir

irada se mantuvo al frente y no

e seguĂ­a incomodando. Ya no ten

ecĂ­a que era mejor ma

ijo con cautela y lo suficiente se

? -pregunté con un pequeño

ue vamos. -s

me quieres

lo v

llegamos. Fred saliĂł del coche p

a exhausta

n al espejo retrovisor al ver una si

principio creĂ­ que se trataba mi

alta y más corpulento que la de él.

ntro del autoservicio de la gaso

ed, maldit

a más y más al coche. Con los ded

algo. Cerré mis ojos con mucha

y comprenderĂ­a que era producto

os abrĂ­ en

una cabellera anaranjada casi rub

a de ver mi alma y un cuerpo tan

como si Ă©ste fuese hecho sĂłl

erto por una remera blanca. Tuve q

ulsara por la hermosa imagen que e

o sin sacarme lo

mirada de Ă©l. Con dificultad salĂ­

me notar

o me intimid

omando más aire de

ahora,

tĂł, con voz

varan la contra y más un idiota q

timidez desapareciĂł

ntes y mis manos se convirtie

derrota, bajĂł del capot y se ac

a un costado tratando de no m

siempre. -negĂł con la cabeza mi

volvĂ­ para mirarl

isc

a en la mano y con la otra saludab

otr

chico que mi primo m

tal

brazo y los dos se v

ron? -preguntĂł mi

respondimo

gundos antes de que llegaras. -d

us ojos d

odas formas. Alia, Ă©l es Thomas.

sta ocasiĂłn sentĂ­ que m

se inclinĂł, haciendo una revere

je de mala gana-, vamos

cortés de decir "ho

-mascullé ya perd

i me

lté, irritada mientra

ta con un fuerte golpe. Fred frun

abrazo de despedida y sub

saludĂł con un gesto de mano qu

ta a la carretera, pero yo no pude

manos como si jugara con una pelo

calle como una tortuga. No sé qué

Luego se volvió y sé fue

so? No me agra

l auto a toda prisa y abrĂ­ la puer

engua por los labios, al in

con un trapo en las mano

onriĂł con orgullo y volviĂł a la

eg

maba pastillas

bien preparada. Luego de la cena

y yo...a

cama traté de cerrar los ojos,

as. Era una vista precio

Esa pregunta nació de lo más pr

cada dos segundos haciendo que

rod

ustas a tu

atacĂł un estado de berrinche ta

i cuerpo con patadas de furia. Ce

lado y que me concentrara en dor

allĂ­ encontrarĂ­a la tranquilidad

ovilicé mis músculos para qu

sueños

so vestido blanco, sin detenerme y

r contra mi rostro y mis pies casi

s recorrĂ­a y la luz de la luna se oc

l bosque. Me paré en seco y tropec

a en forma de pico habĂ­a un muchach

El joven me observaba a los lejos

con posiciĂłn de un escudo. La silu

er distinguir más la figura que se

uerpo haciendo que este brillase

voraz resplandor qu

onreĂ­r por la si

cuando el joven saltĂł de la roca y

ver su rostro, pero la oscuridad n

es rotos en la parte de las rodillas

aumentando cuando Ă©l se encontrab

ás cerca

l ya estaba delante de mĂ­o. Su pec

su cuerpo, su estĂłmago, su pech

día. Luché otra vez, p

potente y ronca

de se encontraba el jov

o primero que dije cuando me desp

ch

grillos cantaban en las penumbras

sta panorámica del bosque era ten

de forma libre y sin miedos. Supo

iendo en sus respectivas camas,

busca de mi apreciado vestido. C

ta cuando nece

y las reservas estaban fuera de m

ro ahora que tenĂ­a un bosque a do

loca al correr en el medio de la

ga en cumplir sus deseos, no a

ido blanco que habĂ­a hecho a mano

y lo retoqué un poco, recortándol

pies, con una hermosa cola por det

le daba un toque más antiguo y so

edaba a la medida y era perfecto.

intenso, dejé caer mi cabello sobr

de

scubrir las maravillas de Ă©l, pero

aer con un sal

arriba y la trabé para que no se

ventana exponiéndola afuera, lueg

istancia que tendrĂ­a que saltar. Er

harme hacia atrás y volver a la ca

ayudaba mucho porque los árboles

aptara a la oscurida

flexioné mis piernas dejándome c

aĂşn seguĂ­an hundidas en mis musl

s que se habĂ­an pegado al vestido

r mi cuello y me levanté el vesti

omo monstruos, pero sĂłlo la noch

an y nadie se atre

la vista posicionada en el bosque

pequeños cosquilleos en él. Cerré

do y me alegraba no llevar abrigo.

o. QuerĂ­a en especial llamar a las

cidades de poder mover cosas si

ací con él y moriré con él. Hacien

s explicaci

oqué su firme corteza. Ya era hora

rme en mis fant

mis manos libres en posiciĂłn de v

sin direcciĂłn alguna. Er

de mi subconsciente me gr

os árboles del bosque, mi respirac

ntía al igual que en mis sueños, c

y se levantaba las veces que eran n

ue para que pudiera seguir corrien

correr y se

o se interpuso en mi camino y no t

o rodĂł e impactĂł sobre algo que n

rir los ojos y me sentía débil, tra

Estaba sola en el medio de la nada

or el mismo camino. Mi boca se

Ăł un dolor terrible en la gargan

ba a estallar. No habĂ­a nadie qu

e lo e

pre

emia de una voz familiar lejos

aproximándo

frĂ­o suelo y mi rostro encajĂł en

s y no podĂ­an abrirse, pero el cont

del mismo. Por un momento se me v

algo debilucho. Quizás era..., no p

ya que lentamente

re algo suave y caliente, suponĂ­a

s ojos se fu

color de una fogata que me cegĂł p

edor del fuego. El aire frĂ­o me est

en el

tencia me hizo sobresaltar tanto

del lugar en donde

voz del hombre y los abrĂ­ como pa

co frente a la fogata mirándome

que era Ă©l por su melena naranja y

tarme y me apoyé en mis codos, y

aban en

ángel herido en el medio del bo

ica mientras bebĂ­a un

vida ya le estarĂ­a hund

oz ronca y tuve que tragar más d

tan

tĂł con su botella mi vestido y a

algunas partes rasgadas como

ápido y eso me provocó una ja

rbol que se encont

a fiesta de disfraces y que de

lviĂł a llevar el pico d

más que una súplic

edor y no sabĂ­a e

ientras que nega

tendré ningún pro

do, pero en la forma en

e de mala gana,

es. -se levantĂł del t

entir su olor a alcohol mez

la primera vez que un chico

mi mandĂ­bula y la levantĂł con cui

. Su roce con mi piel me produjo u

afectado muchĂ­simo para que lo

ra tratar de expulsar los nerv

con un hi

-esta vez le supliqué de una mane

allĂ­ y asĂ­ poder volver a mi cam

li

a por la manera en la que me enc

como una bruja vieja y azabach

Ă­a verme como una arreglada para a

s párpados semi cerrados, como s

vamente, los golpes me habĂ­an af

ra a d

rró, dejándome un cas

cto casi me hizo r

de de agua y levantĂł la manta qu

s de sacudirla y cubriendo mi c

n desconocido, pero si trataba de p

rle lo que podĂ­a hacer

ntras se oĂ­a sĂłlo a los grillos can

en forma ligera y tranquila. Las r

chado y pesado. Me sent

ompiĂł el

horas de la noche en el medio

re

N

Ă© no? -i

rqu

ue tratando de representar mis sue

tropecé y casi me he p

anto lo escuché, puse mis manos

la

asgara con la caĂ­da. -dije frĂ­amen

nt

tar de salvarlo, maldita sea la ho

las piernas, Âżno te duelen? -

prendido al no n

ía!, pero como sabrán, n

iento nad

creo. -soltĂł

blema si n

Ăł de hombros y comenzĂł a

nté fingiendo que no me impo

to tuyo. -dijo

saber. -

erlo todo, Ali

a quedar con los brazos cruzados,

mo puede ser tan lindo

dita

irritante que conozco

secretos que he conocido. -dij

as manos ÂżNo, Alia? -se parĂł en s

arq

algo, simplemente me conformé c

Por primera vez en mi vida agac

sentido cuando dijo: "Secretos en

dvertirme de que algo andaba mal

or. -solté con u

rectas. -una preciosa sonrisa se

ina

pregunté, sin entender, vaya

mirarte, supon

s personas que apenas cono

ia. -me volvĂ­ para verlo y Ă©l te

a de lo que

ser más e

. -dijo c

a olvidar, Âżme

la barbilla para apuntar la casa

era la vivie

amos llegado. Después de todo lo q

pe

Ă© de brazos esperando a que sal

rcó dándome un casto beso en la

contraban dormidas en mi panza ha

las lentamente y hacerlas sufrir,

ue mueran, mu

dejándome parada aquí, con mi

ho polvo, pero sobre t

a mi

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