/0/17194/coverbig.jpg?v=3dd2a41ccf63b66a6052063666701311)
Trabajé años para construir mi carrera como arquitecta, y finalmente, la oportunidad de mi vida llegó: presentar un proyecto millonario para "Aldunate & Co.". Pero el destino, o la envidia, tenía otros planes. Javier Aldunate, un viejo conocido universitario, revivió el cruel rumor que destruyó mi juventud: me llamó "dama de compañía" frente a todos, insinuando que mis logros eran favores. La humillación fue pública, despojada de mi proyecto y humillada hasta la médula. Lo peor fue ver a Mateo Castillo, el inversor principal y mi antigua conexión, aprobar mi caída con una mirada fría, reafirmando que la "reputación lo es todo" y permitiendo que mi carrera se desmoronara. Justo cuando creía tocar fondo, la vida me dio otra bofetada: mi hermano Ricardo, un músico talentoso, fue amenazado por mafiosos. Cincuenta millones de pesos en 24 horas, o sus dedos, y su sueño, desaparecerían. ¿Cómo podía la vida ensañarse tanto conmigo? Sin un centavo y con el tiempo agotándose, solo quedaba una opción, una que me destrozaba el alma: suplicar ayuda al hombre que me había pisoteado. Mateo Castillo. ¿Me arrastraría él por el barro, o me salvaría, pero a qué precio?