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" - No te arriesgues por mi, siempre perderás -" Su madre necesita a alguien con quien compartir el enorme gasto de una renta, asà que consigue un huésped perfecto y a la vez odioso para Allison, ya que curiosamente ya se habÃa cruzado con el momento atrás. Pareciera como si siempre terminan en el mismo lugar juntos. No hay nada que los detenga, excepto, ellos mismos.
- Mañana tienes clases Alisson, duérmete. - dijo mi madre parada desde el marco de mi puerta, mientras yo estoy cubierta hasta la cabeza con mi sábana, a la vez que reviso mi teléfono.
- Si mamá, solo un rato más. - escuche sus pasos acercándose a mi, apague mi teléfono y me destape de inmediato. La miré. - Ahora. - puse los ojos en blanco.
- Deja tus caras y ve a dormir ya. - salió de mi cuarto, me levante para cerrar la puerta. Volvà a la cama quedando dormida.
++++++++
La alarma me despierta de un susto, la apague y me levanté. Tome una ducha, me puse el uniforme, baje a desayunar.
- Buenos dÃas. - dije sentándome
- Buen dÃa, desayuna rápido. - dijo tomando su bolso. - Nos vemos en la noche - depositó un beso en mi frente y se fue a trabajar. Desayune, arreglé mi cabello atándolo, mi mochila, las llaves y salà de casa. Llegando a al colegio pasa una motocicleta a toda velocidad justo cuando intentaba cruzar para llegar casi me atropella, lo que hace que él me esquivara con fuerza y cayera. Me acerqué corriendo para ver qué no le haya pasado nada.
- ¿Estás bien? - este chico se quita el casco y madre mÃa, que hermoso es. Tiene cabello negro, lleno de tatuajes y algunos piercings... creo que me enamoré - Alisson te enamoras de todos - bueno si.. TenÃa algunas heridas en la cara debido al accidente.
- ¿Por qué no ves por dónde vas? - dijo con su voz gruesa. Fruncà el ceño dado a la pregunta que hizo. Todo eso le quito lo lindo.
- Tú eres quien va como un loco en un cruce para un colegio. - dije levantándome, no pensaba ayudarle después de lo que dijo y la manera en la que lo hizo.
- Mejor anda a tu colegio, desastre - ¿me llamo desastre?, pero que se cree esté. Aghh, ya lo odio. Suerte que no lo veré más nunca.
- Anda con más cuidado si no quieres morir. - dije eso y me fui dejándolo tirado. Llegando salude a mis amigos aunque habÃa llegado tarde por el tarado ese.
- Llegaste tarde. - dejó un beso corto en mis labios.
- Lo sé, un tarado casi me atropella cruzando. Pero ya no importa. - le dije a Justin; mi novio.
- ¿Y estaba lindo? - pregunta mi mejor amiga Alexis, sonreà ante su pregunta.
- El mal genio le quita lo lindo. - entramos a clases. Clases aburridas como siempre. A la salida planeamos una fiesta en casa de Justin. Nos despedimos. Tengo una beca en este colegio, ya que mi madre está un poco baja de dinero en estos momentos, gracias a mi padre tan responsable. Pues entonces debo mantener una notas superiores siempre m, es demasiado peso para mi, pero por mi madre lo hago. Aunque ella me hablo sobre un huésped en la casa para no perderla... ya saben alguien viviendo con nosotros que también nos ayude en Los gastos hasta que mi madre esté económicamente estable. Ella puso el anuncio en internet pero aún nadie ha aceptado.
- Espero que se una chica - ojalá. Subà a tomar una ducha para bajar al salón y ver mi laptop, y revisar el anuncio. Vi que tenia dos mensajes interesados en el anuncio, no los revisé por pereza, se los dejaré a mi madre, ella sabrá a quien elegir. Calente la comida mientras veÃa mi programa favorito.
Hola nena, ¿te paso a buscar en la noche?
- recibà un mensaje de Justin.
Si amor, yo te aviso xxx
Volvà a mi habitación para tomar una siesta y esta lista para esta noche. Seis horas después.
- Allison, levántate de ahÃ. - grita mi madre. Frote mis ojos, mire la hora 6:55pm de la tarde, dormir todo el dÃa casi.
- ¿No tienes que salir hoy? - me sorprende eso que dijo.
- ¿Como lo sabes? - dije sentándome en la cama.
- Justin me aviso
- Gracias. - ella sonrÃe y sale del cuarto. Lave mi cara para despertarme.
- Tienes Dos mensajes del interés para alquilar - le dije tomando un vaso de agua. Ella inmediatamente empezó a revisar los mensajes. Subà a alistarme para dentro de unas horas. Me puse unos jeans negros rotos, una camiseta de tirantes blanca, unos collares de cadenas, anillos y listo. Puedes pasarme a buscar.
- le envÃe un mensaje a Justin. Fueron cuestión de minutos y el sonido de su bocina estaba fuera.
- Nos vemos más tardes ma' - le dije antes de salir.
- ¿No quieres ver el nuevo inquilino? - abrà la puerta.
- Voy rápido mamá. - le dije un poco apurada ya que Justin me esperaba.
- Bueno, luego no me digas nada. Vayan con cuidado. - le sonreà y salà de casa. Nos besamos y nos fuimos. Llegando a su casa escuche la música fuerte y la gente bebiendo fuera.
- ¡Ey Alli! - me gritó Alexis caminado hacia mi. Nos abrazamos. - Vamos a dentro. - me dijo al oÃdo ya que la música estaba muy fuerte.
- Me quedaré un rato con Just - le dije de la misma manera. - Después entró, ¿vale? - ella sonrÃe y asiente. Di la vuelta para mirar a Justin quien estaba parado detrás de mi, me acerqué para abrazarlo.
- ¿Quieres que entremos? - le pregunté. ParecÃa no tan animado, su cara esta muy seria.
- Allison... - casi que en un susurro.
- Dime amor - dije casi bailando al compás de la música que sonaba dentro.
- Tenemos que hablar. - me calme un poco y preste más atención.
- ¿Que sucede? - hice que nos sentáramos en la acera.
- Sabes que te quiero demasiado.. y por eso diré lo que diré... jamás te harÃa daño jamás en mi vida, no sé qué me pasó. No sé si Alexis se a atrevido a contártelo, peor por lo que veo al parecer no... - estoy confundida.
- Habla de una vez. - dije desesperada.
- Alexis y yo... - No, no. No es lo que creo que dirá.
- ¿Lo dirás o no?
- Estuvimos juntos. - sentà algo en mi corazón que no pude controlar y las lágrimas empezaron a salir.
- ¿Estás bromeando?
- Lo siento, de verdad... no sé qué me pasó por la cabeza
- ¿Tres malditos años a tu lado para que ahora me salgas con esta mierda, Justin?. Y con mi mejor amiga. - mis ojos lloraban sin control.
- Lo... - no deje que terminara
- ¡Cállate!, cállate de una puta vez. No te perdonó, no lo siento, y te odio. Los odio a los dos. Jamás en mi puta vida los quiero volver a ver, no intentes hablarme porque te va a ir muy mal. Y tú amiguita la zorra puedes ir diciéndole lo mismo. ¡Te odio! - grite de golpe. Corrà hacia la calle para irme sola. Son 15 minutos andando hasta mi casa pero no me importo una mierda. Iba camino a un parque que quedaba por la calle del colegio. Escuche una moto detrás de mà pero no preste atención.
- Oh pero miren a quien no querÃa volver a ver. - esa voz. Tal moto se pone delante de mi dejándome sin cruzar. Se quita el casco y es ese chico tarado con tatuajes. Seque mis lagrimas.
- Tenemos el mismo sentimiento entonces. - le conteste desanimada. Él con sus ojos trató de ver los mÃos.
- ¿Llorando?, ¿te dejo el noviecito? - dijo riendo.
- No estoy para tus pendejadas ¿si?. - trate de caminar hacia otra dirección pero también la bloqueo.
- Uy perdón. Nos vemos, niña desastre. - dijo para irse a toda velocidad. No le hice más caso a esta escena que acaba de pasar y me dirigà al parque para relajar un poco la mente.
De un juego paso a ser algo más real que solo una "apuesta", para nada se esperaba lo sucedido, pero en el fondo los dos sabÃan que su mentira no se mantendrÃa como una apuesta por mucho tiempo. ••••• - Porque yo te amo, te amo y te fuiste como si no importara nada. - esto no debió ser asÃ, no era lo que querÃa.
Durante dos años, Bryan solo vio a Eileen como asistente. Ella necesitaba dinero para el tratamiento de su madre, y él pensó que ella nunca se irÃa por eso. A él le pareció justo ofrecerle ayuda económica a cambio de sexo. Sin embargo, Bryan no esperaba enamorarse de ella. Eileen se enfrentó a él: "¿Amas a otra persona y siempre te acuestas conmigo? Eres despreciable". En cuanto ella firmó los papeles del divorcio, él se dio cuenta de que era la misteriosa esposa con la que se habÃa casado seis años atrás. Decidido a recuperarla, Bryan la colmó de afecto. Cuando otros se burlaban de sus orÃgenes, él le dio toda su riqueza, feliz de ser el marido que la apoyaba. Eileen, que ahora era una célebre CEO, lo tenÃa todo, pero Bryan se encontró perdido en otro torbellino...
Rena se acostó con Waylen una noche cuando estaba borracha. Y como ella necesitaba su ayuda mientras él se sentÃa atraÃdo por su belleza juvenil, lo que se suponÃa que serÃa una aventura de una noche se convirtió en algo más. Todo iba bien hasta que Rena descubrió que el corazón de Waylen pertenecÃa a otra mujer. Cuando esa mujer regresó, dejó de volver a casa, dejándola sola por muchas noches. Finalmente, un dÃa, la pobre chica recibió un cheque y unas palabras de despedida. Para sorpresa de Waylen, Rena solo sonrió y dijo: "Fue divertido mientras estuvimos juntos, Waylen. Pero espero que no nos volvamos a ver nunca más. Que tengas una buena vida". Sin embargo, por voluntad del destino, los dos se volvieron a encontrar. Al ver que Rena tenÃa a otro hombre a su lado, los ojos de Waylen ardieron de celos y gritó: "¿Cómo diablos lograste seguir adelante? ¡Pensé que solo me amabas a mÃ!". "¡Es pasado!", Rena se burló, "hay demasiados hombres en este mundo, Waylen. Además, tú fuiste quien pidió la ruptura. Ahora, si quieres salir conmigo, tendrás que hacer cola". Al dÃa siguiente, Rena recibió un anillo de diamantes y un mensaje del banco de que alguien habÃa transferido miles de millones a su cuenta. Waylen apareció, se arrodilló frente a ella y dijo: "¿Puedo saltarme la fila, Rena? TodavÃa te quiero".
Sólo habÃa un hombre en el corazón de Raegan: Mitchel. Tras dos años de matrimonio quedó embarazada. Raegan se sintió muy feliz. Pero antes de que ella pudiera darle la noticia, él solicitó el divorcio porque querÃa casarse con su primer amor. Más tarde, Raegan tuvo un accidente y, tumbada en un charco de su propia sangre, le pidió ayuda a Mitchel. Sin embargo, se fue con su primer amor en brazos. Afortunadamente, Raegan escapó por poco de la muerte y decidió retomar su vida. Años después, se hizo famosa en casi todo el mundo. Después del divorcio, Mitchel se sintió muy incómodo. Por alguna razón, empezó a extrañarla. Le dolió el corazón cuando la vio sonreÃrle a otro hombre. En la ceremonia de su boda, él irrumpió y se arrodilló. Con los ojos rojos, preguntó: "¿No dijiste que tu amor por mà era inquebrantable? ¿Por qué te casas con otro hombre? ¡Vuelve a mÃ!".
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