No es sencillo descubrir que cosas como lobos, vampiros y demonios, existen. Tampoco lo es el aceptar que un ser humano puede ser compañero de alguno o como en el caso de Emily, de dos. Abrumada por todo huye a un pueblo dónde una de esas criaturas la escoge cómo víctima y le pone una maldición.Sus compañeros necesitan descubrir al responsable para poder mantenerla a salvo y ella, debe aceptar la naturaleza de sus compañeros para poder salir viva de aquel lugar.
Emily Gold provenía de una de las familias más adineradas de Boston, tenía todo aquello que una persona podía anhelar, pero no era feliz. Por supuesto, la abundancia en su vida era tan solo material. Sí, su papá la quería, pero nunca había sido capaz de ayudarla a enfrentar las cosas duras de su vida. Tenía también a su abuelito, pero quería más amor y quizás eso la hacía egoísta.
Mientras se miraba en el espejo de su habitación empezó a pensar en que su boda no era lo que esperó toda la vida. Anhelaba estar en el altar al lado del amor de su vida... Alec. Y sin embargo las cosas no resultaron así.
Emily estaba fingiendo casarse, pero lo triste no era eso pues su futuro falso marido era una persona increíble. Lo más triste era que debido a cómo estaban las cosas con Alec nunca tendrían nada serio y ella no podía considerar el casarse con otro que no fuera Alec, así que aquel día falso sería quizás su única boda. -y hacer feliz a su abuelo era lo único que importaba-
Aquel evento...bueno había mucho que contar, pero en resumidas cuentas no era algo que se llevaba a cabo por amor, pero era lo mejor sí consideraba la vida de mierda que llevaba junto a su madre. El engaño le permitiría irse de casa y eso era ya una ganancia. Su abuelito era viejo, bastante y estaba enfermo -por eso no haría nada que pudiese generarle angustia-.
Ella fingía no saber sobre su condición de salud pues comprendía que la dignidad de su abuelo estaba en juego. Él se avergonzaría de estar mal, pues él era así, entonces, verla de novia ese día sería quizás su única oportunidad.
Aunque sencillo tampoco era todo aquello pues su abuelo no aprobaba al novio. ¡Vaya lío! Esperaba de verdad que las cosas resultasen bien.
Una lágrima se le escapó mientras acariciaba los pliegues de su vestido de novia. Aunque no era lo que parecía, aunque engañaban a todos verse a sí misma vestida así la ponía triste. Nadie podría convencerla de no "casarse" pues con esa boda su madre la dejaría en paz, pero estaba triste.
Mirando a su alrededor sonrió un poco, su habitación era bastante austera. Una cama, un tocador y su escritorio. Nada extravagante, de hecho, aquella habitación era igual que ella, sencilla.
Aunque para su madre la palabra sencilla no describía a la habitación... mucho menos a Emily, para ella su hija era una simplona. Siempre supo que su madre sentía vergüenza de ella, aunque jamás comprendió por qué.
Cuando cumplió 10 años aceptó que nunca la querría y a los 14 empezó su pesadilla. Por eso dejó de tratar de agradarle y se dedicó a sobrevivir. Dejando eso aparte Emily observaba su celular, se sentía nerviosa pues quería... necesitaba hacer esa llamada y escucharlo antes de unir su vida a la de otro hombre. Si quería que la farsa funcionara, Alec debía enterarse.
... Uno, dos, tres timbres y ahí estaba... esa voz... el dueño de su corazón.
-Hola, Alec.
- ¡Emi, me sorprende tu llamada! Tenemos ya varios meses sin hablar.
-Alec, hay algo que debo decirte... - sonaba tan tensa que era increíble que no se diera cuenta. -
-Emi, dime que me perdonas, que mis errores del pasado ya no evitarán que estemos juntos. Debo contarte cosas sobre mí, sobre lo que soy...
- ¿Juntos?... ¿Lo que eres?
¡¡Noo!! ¿Por qué le salía con eso de estar juntos, ahora? ¿Y qué demonio se suponía que era... un perro?
-Si Emi, nada nos separará ya.
- ¿Por qué no me dijiste esto hace unos meses...? ¡Dios!, ya no puedo dar marcha atrás.
- ¿Marcha atrás? Emi, pequeña, te tengo grandiosas noticias, luego me explicarás de lo que sea que estás hablando.
-Yo también te tengo noticias. Verás, hoy es el día de mi boda.
El silencio que siguió a su anuncio fue eterno para Emi, ¿Habría cortado la llamada?
- ¿Alec, estás ahí?
- ¿Tu boda? ¿De qué mierdas hablas? Emi, regreso pronto al país, te amo. No sabía que tenías novio.
-No tenía novio, es un amigo de varios meses que me ha pedido que nos casemos y la verdad es que mi vida en casa es tan dura que prefiero irme con él.
- ¿Te vas a casar con alguien que conoces hace meses? Tú me amas, no puedes casarte con otro.
-Ególatra.
-Honesto. Solo constato un hecho. Eres mi compañera
- ¿Tu compañera? Alec, solo porque te amé en la infancia...
-Hablemos ya como adultos, Emi. Tú no has dejado de amarme.
-Yo...
-Te conozco, me has amado siempre. Puedo sentirte desde aquí, escuchar tu corazón.
- Si claro, porque eres Clark Kent y tienes superaudición. Déjate de idioteces. Sí, te amé en la infancia, ¿pero eso de que me sirvió? Te amé... te amo... sí, ¡qué más da que te lo confirme! Pero nunca fue igual. Para ti era una niña tonta que te seguía a todas partes. Cuando esos hombres me atacaron...
- ¿Cuáles hombres?
-Alec...
-Emily, DIME. DE. UNA. PUTA. VEZ. DE. QUÉ. HOMBRES. ESTÁS HABLANDO.
-Ya no importa. ¿Y cómo podrías tener idea de sí tengo novio o no? No hablamos hace mucho tiempo. A menos que mi abuelo siga de alcahuete contigo, diciéndote lo que no debería.
- ¿Cuál es su nombre, pequeña? El nombre del bastardo al que le arrancaré la garganta por ponerte una mano encima. Dímelo por favor. Y sí, tu abuelo parece ser al único al que le agrado.
- ¿Arrancarle la garganta? Usas palabras raras hoy.
¿Qué demonios le pasaba a Alec?, pensaba Emily. Jamás acabaría de entenderlo.
-Michael Thompson. Su padre es dueño de una empresa de importaciones.
-Michael Thompson... ¡Pero si es gay! Maldito Lupino, ya me va a oír... él sabe
Eliana ha vivido toda su vida rodeada de lujos, pero estos no compran el amor. Cuando una serie de eventos trágicos la hacen irse de casa, llega a un sitio en el que cree haber encontrado la felicidad. Y cuando los desastres continuan rodeando su vida, es alguien de su pasado el que llega para ponerla a salvo.
Su nombre es Sabrina y trabaja como acompañante para hombres dispuestos a pagar bien. Al inicio pensó que era denigrante, pero el dinero que recogería tras un año de trabajo sería el suficiente para abandonar el país en el que vive y empezar de cero, en un país donde nadie va a conocerla. Las cosas se complican cuando su verdadera familia aparece, una gemela incluida quien es el epítome de la pureza. ¿Calzará Sabrina entre los aristócratas que tiene por familiares o terminará yéndose lejos de todos?
Abigail se trasladó al rancho familiar para acompañar a su madre en sus últimos días. Allí conoció a dos hombres, uno de ellos amable y encantador. El otro, Connor Storm...un maldito patán que no perdía oportunidad de humillarla. Pero este tenía sus razones para odiarla. Se mantenía lejos de las mujeres debido a su pasado y Abi le hacía sentir cosas que pensó nunca sentiría de nuevo. Por eso humillarla parecía la forma ideal de mantenerla lejos. Cuando el peligro se cierne sobre Abi, Connor hará todo para mantenerla a salvo, incluso amarla.
Elena creyó encontrar a su compañero de vida y mientras está en una carrera frenética para escapar de él, teme que los que la rodean acaben muertos por su culpa.
Richard Louis es el mejor amigo de Connor, ambos tienen una empresa de seguridad. Pero heridas de guerra han vuelto a Connor totalmente retraído. Su amigo se consume ante sus ojos y decide ponerle una solución al asunto. La mujer que encuentra para Connor es perfecta, incluso entre los tres hay sexo increíble. Una segunda mujer entra en escena, llega a su centro de entrenamiento en busca de ayuda y es ahí cuando Richard decide dedicarse solo a ella. Ambos amigos encuentran a las mujeres perfectas, solo deben lograr salvarlas de quienes quieren hacerles daño.
¿Está mal anhelar los toques de un hombre que no es su prometido? A pesar de que está a días de casarse, Anna no puede dejar de pensar en su jefe y en lo que sería tenerlo entre sus piernas. Él se siente de la misma forma y tras un encuentro sexual intenso, le dice que nunca saldrá de su vida, si ella se casa, seguirán siendo amantes porque es adicto a su piel. Un corte en su labio, un mordisco entre sus piernas, Anna lleva muy bien el asunto de que sea un vampiro, durante los intercambios de sangre los orgasmos son increíbles. ¿Por qué renunciar a eso?
Hace dos años, Ricky se vio obligado a casarse con Emma para proteger a la mujer que amaba. Desde el punto de vista de Ricky, Emma era despreciable y recurría a artimañas turbias para asegurar su matrimonio. Por eso mantenía una actitud distante y fría hacia ella, reservando su calidez para otra. Sin embargo, Emma amaba a Ricky de todo corazón durante más de diez años. Cuando ella se cansó y consideró la posibilidad de renunciar a sus esfuerzos, Ricky empezó a tener miedo de perderla. Solo cuando Emma estaba muriendo, embarazada, él se dio cuenta de que el amor de su vida siempre había sido Emma.
Carolina Navarro fue obligada por su padre a casarse con un hombre desfigurado para salvar a su familia de la ruina. Maximo Castillo tenía todo lo que cualquiera deseaba, hasta que un accidente aéreo destruyó su cuerpo, su alma y su relación, haciendo su vida desesperada. Sin embargo, independientemente de eso, todavía necesitaba una esposa y un heredero. ¿Podría funcionar un matrimonio entre estas dos personas? ¿Sería solo un matrimonio de conveniencia o crecería el amor entre dos almas heridas?
Sebastian Parrow, millonario, guapo, y muy cotizado, había anunciado su matrimonio con su novia María, con la cual llevaba años de relación. Dueño de una empresa de vinos de alta calidad, justo el día, en que iba anunciar su exquisito vino estrella, un accidente automovilístico acaba con la vida de sus padres, los cuales iban a celebrar junto a él, pero para desgracia de Sebastián, queda con vida y una ceguera total. Su vida se había convertido en un infierno, y su única esperanza era su novia María, la cual, lo abandona días antes de su boda sin importar los sentimientos y la condición en la que él se encuentra actualmente. La peor pesadilla de Sebastián se había hecho realidad, quedarse solo por ser un hombre ciego, el cual lo volvió un hombre lleno de frialdad y arrogancia. Una noche, una chica hermosa, la cual había sido drogada por un hombre maligno queriendo abusar de ella, logra escapar de sus garras, su única salvación fue subir a un auto, ya que su cuerpo no daba para más, debido a que la droga estaba haciendo de las suyas, y justamente, es el auto de Sebastián Parrow donde él se encuentra con un genio de los mil demonios porque su mano derecha estaba tardando. Aquel encuentro del destino, arrastró a Anastasia a ser la esposa Sustituta de Sebastián Parrow, a cambio de que él pagará los gastos médicos de su madre, ya que tiene cáncer avanzado y necesita atención con carácter urgente.
Rhonda era una chica que amaba demaisado. Después de que su novio de varios años perdiera su trabajo, ella no dudó en apoyarlo económicamente. Incluso lo mimó, para que no se sintiera deprimido. ¿Y qué hizo él para devolverle el favor? ¡Engañó a Rhonda con su mejor amiga! Ella estaba tan devastada. Para hacer que su ex infiel pague, aprovechó la oportunidad para casarse con un hombre que nunca ha conocido. Eliam, su esposo, era un hombre tradicional. Él le dijo que él sería responsable de todas las facturas de la casa y que ella no tendría que preocuparse por nada. Rhonda se rio de él y concluyó que era uno de esos hombres a los que les gusta presumir de su habilidad. Pensó que su vida de casada sería un infierno. Al contrario, Eliam resultó ser un esposo cariñoso, comprensivo y hasta un poco pegajoso. Él la animó a ascender en la escala profesional. Además, la ayudaba con las tareas del hogar y le daba carta blanca para decorar su hogar. No pasó mucho tiempo antes de que comenzaran a apoyarse mutuamente como un verdadero equipo. Eliam sabía cómo resolver los problemas de la vida. Nunca dejaba de acudir en ayuda de Rhonda cada vez que ella estaba en un aprieto. A primera vista, parecía un hombre común, por lo que Rhonda no pudo evitar preguntarle cómo podía poseer tantos conocimientos acerca de diferentes áreas. Pero Eliam siempre ha logrado esquivar esta pregunta. En un abrir y cerrar de ojos, Rhonda alcanzó la cima de su carrera gracias a la ayuda de su esposo. La vida les iba bien hasta que un día, Rhonda encontró una revista de negocios global. ¡El hombre de la portada se parecía exactamente a su marido! ¡Qué significaba eso! ¿Eran gemelos? ¿O le estaba ocultando un gran secreto todo este tiempo?
Durante sus tres años de matrimonio con Colton, Allison ocultó su verdadera identidad y se esforzó de todo corazón para apoyarlo. Sin embargo, fue traicionada y abandonada por su esposo infiel. Desanimada, ella se propuso redescubrir su verdadero yo: una perfumista de talento, el cerebro de una famosa agencia de inteligencia y la heredera de una red secreta de hackers. Al darse cuenta de sus errores, Colton expresó su arrepentimiento: "Sé que metí la pata. Por favor, dame otra oportunidad". Sin embargo, Kellan, un magnate que se suponía que era discapacitado, se levantó de su silla de ruedas, tomó la mano de Allison y se burló desdeñosamente: "¿Quieres que te acepte de nuevo? Sigue soñando".
En su borrachera, Miranda se acercó audazmente a Leland, sólo para encontrarse con su mirada fría. La inmovilizó contra la pared y le advirtió: "No me provoques. Dudo que puedas soportarlo". Poco después, su compromiso se canceló, dejándola en la indigencia. Sin otras opciones, Miranda buscó refugio con Leland. Con el tiempo, asumió el papel de madrastra, cuidando a su hijo. Llegó a comprender que la decisión de Leland de casarse con ella no se debía solo a que ella era obediente y fácilmente controlada, sino también porque se parecía a alguien que él apreciaba. Ante la solicitud de divorcio de Miranda, Leland respondió con un abrazo desesperado y una súplica para que reconsiderara su decisión. Miranda, impasible, respondió con una sonrisa de complicidad, insinuando un cambio en su dinámica. El señor Adams, que siempre fue el controlador, ahora parecía ser el atrapado.