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Jugando Con El Amor

Jugando Con El Amor

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Ya pasaron 17 años desde que sucedió la historia de Jane, ahora su hijo tendrá que enfrentar una guerra entre el amor, la venganza y la traición. Todo inicio con una llegada y terminará con saber si Edwin aún puede amar a la chica que le robo su corazón. Ahora las cosas cambian, Harper tiene pareja, pero pone en duda su matrimonio al no saber a quién amar. Edwin tendrá una guerra con sus sentimientos y su vida tal cual la conoce. ¿será capaz de arriesgar todo por amor? ¿Aún hay una chispa de romance entre ellos?

Capítulo 1 El Existir

Capítulo 1.

Ya pasaron diecisiete años desde que mi madre y mi padre se casaron, en fin... Es una total alegría, al menos para ellos.

Mi nombre... Edwin Feng Lee, lo sé, suena extraño, así que lo dejaremos con Edwin Lee, después de todo mi madre fue quien me ama más y me cuido. También deberían saber que desde que se fue Nathaniel Aiken mi padre me pidió que me cambiará el nombre, por que realmente lo odia, por eso ahora no soy 'Ryan' sino 'Edwin'.

¿Por que cree este diario? Harper me dijo que lo hiciera, yo solo creí que era una total estupidez hasta que lo hice. Parece reconfortante, pero no lo es en lo absoluto, ahora mismo estoy en mi compañía, además, deberían saber que Harper se fue de la ciudad hace tres años, pero aún seguía en contacto con ella hasta que consiguió novio, era realmente celoso. Mientras veía papeles en mi oficina, llegó mi mejor amiga y asistente favorita, Gemma Brown, puedo decir que es la segunda mujer más eficiente que había conocido, no sólo por que toda mi familia dice que es la única que logra soportarme.

-Edwin, tienes una junta en unas horas, pero...-sonríe-.

-Detesto cuando tienes esa sonrisa...

-Ya pasaron tres años desde que metiste a la cárcel a las mujeres que le hicieron la vida imposible a tu madre.

-Ajá... Habla rápido.

-Bueno, también ya van tres años desde que se fue Harper, también de que tu hermana se fue al extranjero, pero te tengo una noticia...

-Interrumpe-¡Hermanito!

-Mover la boca-Te dije que hablaras rápido, hubiera saltado por la ventana.

-Susurrar-Perdón...

-Bueno, ya regrese y quería ver primero a mi querido hermano.

Mi nombre es Lisa Feng Lee, tengo 17 años y acabo de regresar a mi ciudad de origen para pasar tiempo con mi familia.

Lo primero que quería hacer al regresar era abrazar a mi hermano Edwin, pero parecía que él no estaba tan contento de verme, pero no lo puedo juzgar, después de todo él perdió a su gran amor Harper, aunque no lo admita, pero es su culpa por ser tan serio.

Con Edwin...

Tan pronto como mi hermana me quiso abrazar me aparte, llevo tres años sin verla, no una vida entera, además, ella aun cree que me siento mal por que Harper tiene pareja. Le pedí a Gemma que sacara a mi hermana de mi oficina con la mirada; la tarde entera me la pasé de reunión en reunión hasta el anochecer, era momento de ir a casa y mientras me dirigía a la salida me di cuenta que Lisa seguía justamente en el edificio, con tan solo ver a Gemma me di cuenta que mi hermana era más terca de lo que había imaginado, ella tenía planeado hacer una cena familiar, pero algo que no sabía era que.

-Largate...

-No me iré hasta que vayas conmigo a la residencia de mamá y papá a cenar.

Sería horrible si le dijera a mi hermana que mis padres se fueron de vacaciones a una isla solo por que se enteraron que venía, digamos que mis padres odiaban el punto de tener que convivir las veinticuatro horas del día, ya saben, cada pareja adulta necesita su privacidad.

Aunque mi hermana era a veces muy molesta, seguía siendo mi hermana y la quería, así que tomé la opción de no decirle lo de mis padres, aunque eso no sirvió de mucho por culpa de Gemma.

-Lisa... Nuestros padres están...

-Señorita Feng, sus padres se marcharon por que no la soportan.

-¿Qué?-sollozando-.

-Podías ser más amable...-mira a Gemma-.

-Lo lamento-se acerca a Lisa y la acaricia del pelo-Ya, ya, ya... Ellos si la soportan, pero es a veces un poco molesta, mire el lado bueno, sabe la verdad.

-¡Gemma! Pide que preparen el auto y aléjate de mi hermana-la aparta de Lisa rápidamente-.

Gemma con una cara de poker se marchó, me acerque a Lisa y aunque nunca supe como hacer feliz a una persona, aprendí algunas cosas de Harper. Al verla llorar la tomé de los hombros y la abrace para que llorara, mientras ella se desahogaba unas empleadas iban pasando por un lado y decían que era dulce, no podía creer que pensarán que mi hermana era mi novia.

-Es mi hermana, si vuelven a pensar que es mi pareja ni se atrevan a volver.

-Si presidente Lee-caminan rápido mientras hacen una reverencia-.

-Okey, ya aléjate...-aparta a Lisa-no llores, podemos cenar nosotros.

-Cambia de actitud rápido-¡Si! Vamos, pero no invites a Gemma... Me da miedo, es una versión tuya en mujer.

-Ignorare que dijiste eso y vamos.

Íbamos en mi auto y mientras manejaba podía escuchar como Lisa y Gemma se peleaban, parecía una guerra de una princesa y una guerrera fría y sin expresión. Llegamos a mi residencia y baje del auto dirigiéndome a donde estaba el mayordomo Bae, espero que lo recuerden.

-¿Todo esta listo?

-Si, ¿aún confías en Tío Bae?

-Por algo sigues trabajando aquí-se va caminando hacia dentro, pero se detiene de repente-Gracias... Tío Bae.

Al entrar la mesa de comida estaba lista, Lisa parecía contenta por que la cena estaba lista, pero esa expresión se borró rápidamente cuando vio que solo íbamos a cenar solo Gemma, ella y yo. No podía culparme, nunca fui una persona sociable, al menos no como mi amigo, Oliver Davis, al igual que Gemma lo conocí hace tiempo, pero a Gemma la conocí hace siete años y a Oliver hace cuatro años. Él también es parte de la familia, es como el tercer hermano.

-Hola linda.

-Hola Oliver.

-¿Ahora que hice?-dice mientras mira a Edwin-.

-También quisiera saber lo mismo.

-No me llamaste ni una sola vez cuando me fui al extranjero.

-Eso es por que tu hermano no me dejó, me puso mucho trabajo estos tres años.

-No quieras hecharle la culpa a Edwin.

Ambos me voltearon a ver y yo no sabía que hacer, así que deje que mi gran salvación llegara, al menos eso pensé, si la salvación se llama, James Feng y es mi padre, entonces si es una salvación.

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