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Un día despertó para ir a buscar trabajo, después de tantos rechazos se dio por vencida, pero un día se chocó con un chico que cambiará su futuro. Atrapada entre un contrato con un CEO y el amor, deberá decir si seguir en el juego o irse. Mientras su pasado la atormenta, esa niebla de recuerdos que son sueños, tendrá que diferenciar la realidad de lo ficticio. Puertas se abren y otras se cierran, deberá elegir bien para encontrar la salida a la superficie o hundirse hasta lo más profundo del abismo del dolor.
Esta novela fue reescrita para mejorar la trama anterior, se menciona por sí llegan a encontrar otra novela con los primeros cinco capítulos iguales, pero esta versión será la original desde hoy.
Capítulo 1.
Jane Yagami es una chica simple que tiene 24 años y está consiguiendo trabajo por primera vez, ella estudió duro, aunque sus estudios no fueron tan privilegiados, buscó trabajo en diferentes empresas para encontrar su trabajo ideal.
Jane llevaba semanas intentando buscar trabajo, pero todas las empresas la rechazaban por falta de algunos estudios, ya que ella tuvo que abandonar la escuela cuando estaba a mitad de su carrera por el fallecimiento de su padre, y el cuidado de su madre. Ellos tenían una vida difícil, pero eso no la hacía sentirse mal o decaer.
Se había dado por vencida de tener trabajo, cuando la última solicitud que había enviado fue rechazada, estaba a la merced del destino, caminando golpeando pequeñas piedras que se le cruzaban en el camino, aunque no esperaba que ese día una de esas pequeñas piedras la llevarían a toparse con un empleado de la empresa más grande de la ciudad X.
Ella terminó chocando con un joven, haciendo que se cayeran, mientras ella levantaba sus papeles, el joven la ayudaba hasta que tomó un papel que parecía ser su currículo, eso hizo que él levantará la cabeza y la observará.
-¿Tu eres Jane Yagami?
-No debería leer cosas que no le incumben.
-Lo lamento, veo que buscas trabajo-levantándose-.
-No le conozco para decirle algo.
-Tranquila, trabajo en el grupo Feng, y están buscando una empleada, puedo recomendarte, ¿Qué te parece? -extendiendo la mano para ayudarla-.
-¿Por qué lo haría?, apenas lo conozco-levantándose por sí sola-.
-Por qué se cuando alguien está en serios problemas, yo estuve en ese mismo lugar.
-Bien, supongamos que creeré lo que me está diciendo... Mi nombre es Jane Yagami, ¿y usted es?
-Iker Takagi, bueno espero con ansias verla trabajar en el grupo Feng señorita Yagami... Me quedaré con el currículo para llamarla con noticias.
-Bien, fue un gusto.
Se tomaron de la mano para saludarse y retirarse cada quien a donde debía ir, Jane volteo para ver si se había ido, empezó a saltar de alegría al verlo lejos. Aunque no estaba segura de que le darían el trabajo estaba feliz de poder tener una nueva solicitud, Jane salió corriendo hasta llegar a su casa y ver a su madre. Ella no quería decirle nada sobre la nueva solicitud para no dar ilusiones que se tendrán que romper si no consigue el trabajo.
Jane vio a su madre, le hizo una sonrisa forzosa para no desanimarla, la madre de Jane lleva trabajando como lavaplatos desde que su padre murió hace casi 3 años y medio. Cuido mucho de Jane y aunque no pudo ayudarla a seguir con sus estudios siempre la protegía, ya que Jane llevaba casi más de 2 años buscando trabajo, pero era difícil para ella con su poco aprendizaje y aun así no perdía la esperanza de encontrar trabajo para ayudar a su madre y sacarla de la pobreza en que se encontraban desde que murió su padre.
-Jane, vamos a comer.
-Bien, te ayudo para preparar la mesa para comer-dejando su bolso en un sofá-.
Las dos se sentaron en la mesa y empezaron a comer, mientras la madre de Jane la veía con una cara triste.
-Hija, imagino que con la cara que vienes no conseguiste el trabajo.
-No, pero no te preocupes mamá... Conseguiré trabajo y nos iremos de este departamento pequeño.
-No te fuerces mucho, haré lo posible para seguir cuidándote-tomándola de la mano-.
-Bien... Termina de comer, mamá, debes descansar-aguantando el llanto-.
Jane limpio la mesa y miró a su madre quien dormida muy tranquila en el sofá de la casa, se acercó y con una cara triste le dio un beso en la frente para susurrar con una sonrisa-"prometo sacarte de aquí mamá"-. Levantó a su madre para que se fuera a la cama y descansará mejor.
Jane no quería llorar frente a su madre porque no quería que supiera que se sentía mal.
Terminó durmiendo profundamente hasta el día siguiente, una llamada levantó a Jane muy temprano en la mañana.
-¿Hola?...
-Hola, señorita Yagami, soy Iker Takagi... Le llamo para que venga a su entrevista en una hora.
-Bien, no tardaré... Gracias, señor Takagi.
Jane colgó la llamada y se vistió rápidamente, no quería levantar a su madre, así que salió en silencio, llegando temprano al grupo Feng, mientas que en la puerta del edificio el Sr. Takagi esperaba a Jane con una cara muy sonriente.
-Llega temprano, señorita Yagami, eso es admirable para esta empresa.
-Buenos días, señor Takagi.
-Sígame por aquí.
Entraron y Jane no pudo aguantar mirar hacia todos lados, no creía que realmente iba a tener una oportunidad de trabajar ahí. Mientras caminaba, no veía por donde iba, sólo seguía el sonido de los pasos del Sr. Takagi, hasta que, por estar muy distraída, termino chocando con alguien, el joven la tomó de la cintura para que no se cayera, pero cuando Jane subí la mirada para verlo se dio cuenta que era muy apuesto.
-Lo lamento... -se pone de pie-.
-Secretario Takagi, ¿Quién es ella?
-Es la señorita Yagami, viene por una entrevista, presidente Feng.
-Alguien tan torpe, quiere trabajar aquí, no me hagas reír.
-Presidente Feng, disculpe mi distracción... Pondré más atención la próxima vez.
-Mira señorita no sé qué... Tu no mereces ni una próxima-indiferente-.
-No sé por qué tiene que ser tan grosero ya me disculpe, pero no se merece ni una mísera disculpa-molesta-.
-¡¿Quién te crees para hablarle así al presidente Feng?!
La mujer atractiva que seguía al Sr. Feng por detrás con una cara molesta, miró a Jane como si fuera atravesarla con su simple mirada de espada.
-Al diablo este trabajo, no pienso dejar que la gente me trate como si fuera basura... Usted no es nadie para ofender a los demás.
Jane se dio la vuelta y se fue lentamente. Aunque sabía que necesitaba el trabajo había arruinado todo-"demonios, que acabó de hacer... Bien hecho Jane Yamagi ahora vuelves a no tener trabajo"-. Jane pidió un taxi y se fue, mientras ella iba en el taxi con su cabeza pegada en el espejo de la ventana su teléfono sonó, era su mejor amigo Ian Takada.
-«¡¡Hola Jane!!»
-«No grites, estoy en un taxi tonto, ¿cómo estas, Ian?»
-«Jajá, bien... Pero te llamaba para saber si querías salir a pasear, yo invito»
-«Bien, te veo en la cafetería xx»
Jane le pidió al taxista que cambiará de dirección, yendo directo a la cafetería xx para ver a Ian. No tardó en esperarlo tanto y pidieron algo para tomar.
-Jane, ¿Cómo te ha ido con la búsqueda de trabajo?
-Muy mal, acabo de arruinar mi última oportunidad en el grupo Feng.
-¡¿El grupo Feng?!... ¿Qué hiciste para que terminará mal?
-Tal vez ofendí al presidente Feng...
-Enserio eres muy tonta, bueno, no hay ningún problema conseguirás trabajo estoy seguro.
-Espero, mi mamá cada día se esfuerza más ... Y no logro ayudarla.
-Me tienes a mí no lo olvides, vamos iremos a otro lugar.
Ian tomó de la mano a Jane, se la llevó caminando por un rato hasta que llegaron a un cine muy popular en la ciudad X, mientras Ian compraba los boletos. Jane veía su alrededor, aunque no iba muy seguido al cine vio un lugar el cual no reconocía, así que empezó a caminar por ese pasillo, ella estaba tan impresionada de que ese lugar nunca lo había visto, ya que resaltaba la decoración muy refinada y antigua que tenía. El pasillo la hizo llegar a una puerta que decía Vip 1, era extraño para ella, nunca había visto algo así en el cine, abrió la puerta muy lentamente, en una esquina pequeña, logró ver que sucedía ahí, con lo poco que veía, miro al gerente del cine haciendo reverencias y disculpándose con un hombre al cual no se le veía la cara, pero parecía ser poderoso. Jane cerró la puerta y decidió irse hasta que empezó a sonar su teléfono. -"Ay, no, no lo apague... Espero que no hayan escuchado, mejor me voy"-. Estaba dispuesta a irse hasta que la puerta se abrió y un hombre de traje agarro a Jane del brazo bruscamente y la metió a la habitación.
-¡Ey, suéltame! -forcejeando-.
-Joven Maestro, está chica estaba espiando.
-¿Quién te crees para espiar pláticas privadas?
-Yo... No estaba espiando... Solo veía el bordado de la puerta, buen trabajo con la decoración, gerente del cine.
-Muchas gracias, lo elegí yo mismo.
-¡Silencio!... Lárgate ahora, y tu pequeña, ¿me crees estúpido?
-"Espera, ¿fue eso una pregunta o estaba diciéndolo como ofensa sobre lo que paso?"-pensando-.
El joven se dio la vuelta y miró fijamente a Jane con una cara de odio, cuando ella subió sus ojos, encontrándose con los de él, se quedó sorprendida y empezó a molestarse al ver que era el presidente Feng.
-Éstas sorda...
-Presidente Feng, usted tiene razón no debí espiar... Sera mejor que me vaya y lo deje con sus cosas-"espero que me deje ir"-.
-Dime tu nombre... ¡Ahora! -dijo con una mirada molesta-.
-No, ya dije que lo pensaba una vez y termino mal. Déjeme ir, olvide todo... Esto y lo que sucedió en la empresa.
-¿Te conozco?
-"Me olvido ¿enserio? ..." -No, claro que no. Mejor me voy.
-No quieres acompañarme, no te vez tan mal-la analiza de pies a cabeza-.
-"No soy estúpida, que idiota"-Es un idiota, quédese seguro que no me quedaré.
Jane le dio una patada y se fue corriendo buscando a Ian, hasta que lo vio comprando las palomitas y las frituras.
-Jane, ahí estas... Vamos.
-Si. Aquí estoy.
Jane no dejaba de estar espantada por lo que había hecho y tampoco podía pensar en que haría si le hacía algo, toda la película con Ian no puso atención hasta que salieron y se fue con Ian, sin embargo, en un momento se separaron.
Ella no dejaba de estar en su imaginación, lo que ese hombre podría hacerle a su madre y a ella. Mientras caminaba chocó con el joven de la última vez, él la miró con una cara de preocupación, ya que la veía con una mirada decaída y estaba sudando.
-¿Jane Yagami?, ¿Estás bien?
-Lo lamento. ¿Eh? ... Señor Takagi.
-Dime Iker, no estamos en ningún lugar para ser formales.
-¿Qué hace por aquí?
-Iba a donde está el presidente.
-¡Eh! ... ¡¿Dónde está?!
-En ese auto esperándome-apunta a un auto que se encontraba del otro lado de la calle-.
Jane se escondió rápidamente detrás de Iker, mientras temblaba de miedo con solo pensar que se toparía con el presidente Feng.
-Que no me vea-dijo, mientras sostenía el saco de Iker con fuerza-.
-Creo que ya te vio, pero, ¿por qué le tienes miedo?
-Volví a ofenderlo, Iker, y le di una patada.
-Ya entiendo. Vete yo te cubro, es mi jefe.
Jane salió corriendo sin voltear atrás, ella se soltó el pelo para cubrirse mejor. Al soltárselo su pelo largo y suave se extendió en toda su espalda, se movía de un lado a otro, mientras corría, después de un rato dejó de correr, empezó a caminar para llegar al departamento con su madre, al casi llegar, volvió a hacerse la cola de cabello que siempre tenía.
Cuando llegó al departamento vio una nota de su madre la cual leyó en su mente. -"Hija llegare tarde a casa sigo trabajando y mi jefa me dejó más tiempo hoy, te deje comida en el refrigerador"-.
Jane hizo una mueca de tristeza, mientras dejaba la nota en la mesa y se dirigía al refrigerador para sacar un plato de comida que aún estaba caliente.
Se sentó en la mesa; con cada bocado que entraba a su boca, empezó a llorar sin poder dejar de pensar en cómo todo dañaba a su madre y no podía hacer nada al respecto, más que pelear por conseguir trabajo, aunque la rechazaron en casi todos, no quería perder la esperanza, con la manga de su camisa, empezó a limpiarse las lágrimas, sacó su teléfono, buscando solicitudes de trabajo en algún lado, termino viendo uno, una tienda donde estaban pidiendo empleada de cualquier experiencia, aunque la paga no era tan alta a Jane se le hacía suficiente para empezar y ayudar a su madre.
Guardo una foto de ese anuncio, para ir al día siguiente temprano a pedir el trabajo, dejo su comida a un lado, se quedaba esperando a su madre sentada en el sofá.
Cuando la madre de Jane llegó la vio dormida en el sofá, con una sonrisa, su madre nada más le dio un beso en la frente y la cobijo para irse a la cama a descansar ella también.
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