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A Megan le arrebataron el derecho a ser feliz. Estuvo a punto de casarse con el amor de su vida y fue asesinado durante un operativo. Cada día tiene que luchar contra ese dolor, pues a tres años de eso, el recuerdo de la última vez que se vieron sigue muy fresco en su mente. Sin embargo, la llegada de un magnate alemán pondrá su vida de cabeza, pues se obsesiona con ella al grado de hacerle la vida imposible. Lo que nadie espera es el regreso de quien fue traicionado y solo quiere vengarse, teniendo como aliada a alguien cercano a la familia Lümbitz, con el único objetivo de destruirlos. Adam no va a descansar hasta lograr enamorar a Megan. Innumerables adversidades se avecinan en su vida, cada una de ellas será como miles de agujas clavándose en su piel. Todo eso pasará... Aunque ella se resista... Aunque duela...
Como cada año, me preparo para bajar a desayunar antes de ir al cementerio.
Hoy se cumplen tres años de la muerte de Carl.
Una vez en el comedor tengo que soportar los comentarios burlescos de mi querido hermano Logan.
- Buenos días mamá - le saludo.
- ¿Irás hoy otra vez? - no contestó a mi saludo nuevamente y ya ni me importa.
- Ya sabes la respuesta madre.
- Es hora de que lo olvides hermanita - dice Logan bajando las escaleras - No puedes pasar toda la vida amando a alguien que ya no está en este mundo.
- Puedes guardar tus comentarios hirientes y metertelos por el....
- ¡SUFICIENTE! - nos interrumpió a ambos - Logan, cuantas veces debo decirte que respetes a tu hermana.
- Pero papá, casi todos los malditos días Megan se la pasa en el cementerio. Los vecinos hasta creen que ha enloquecido por hablarle a una lápida.
- Si creen los demás que estoy loca o no es mi problema, ni tú ni nadie tienen derecho alguno a meterse en mi vida. Provecho.
Me levanto y tomo las llaves de mi auto escuchando la voz de papá a mis espaldas.
El camino fue de muy silencioso. Aparqué cerca de la entrada y bajé con un ramo de alcatraces. Sus favoritas.
- Mi amor... estoy aquí otra vez - veo su nombre grabado en esa lápida gris.
"Teniente Carl Hotchner"
1987 - 2017
- ¿Sabes? He estado buscando algunas opciones laborales... pero en todas me piden que tenga experiencia.
Sigo con mi relato sin notar que una pareja de ancianos está cerca viendo como le hablo a una tumba. Creo que el idiota de Logan tiene razón.
- Tengo que irme, prometo volver pronto... Te amo Carl y siempre voy a amarte.
Al salir del cementerio decido pasar por una panadería y comprar un delicioso pastel de naranja, ha sido mi favorito desde que tengo memoria.
Ya de regreso choqué con alguien y casi tira al suelo mi pastel.
- ¡POR QUÉ NO TE FIJAS GRAN IMBÉCIL!
- ¡Oye! - me retó al momento - No es para que te portes así de agresiva conmigo.
Me fui lo más pronto posible de ahí, una vez dentro de mi auto conduje sim detenerme hasta llegar a casa.
- Hola mamá.
- Ya era hora de que regresaras.
- También te extrañé madre - dije de lo más saracástica, desde que recuerdo mamá nunca ha sido cariñosa conmigo, sin embargo papá se ha encargado de darme todo el amor que mi madre no.
Puse mi pastel en la mesa de la cocina y corte un pedazo para llevarle a papá.
Últimamente ha estado actuando un poco raro, llega tarde, casi no come y se le nota muy preocupado todo el tiempo; trataré de hablar con él.
- Permiso papi - estaba en su escritorio revisando unos documentos con el ceño fruncido, pero al verme se relajó un poco - Creí que necesitabas una rebanada de pastel.
- Megan, solo tú puedes alegrarme el día.
- Me dijo Logan que te encerraste aquí apenas llegaste, papá ¿Todo está en orden?
- Por supuesto hija - lo noto un poco nervioso pero igual me dedica una sonrisa - Solo son unos pequeños inconvenientes en la procesadora pero todo bien.
- Okay, que descanses y trata de no quedarte aquí hasta muy tarde. Te amo papi.
- Y yo a ti mi luz.
Adam
Llegué a Estados Unidos para aclarar algunos asuntos de negocios, también para dejar mi pasado atrás.
Estuve a punto de casarme con una mujer que no solo me utilizó, también me fue infiel y dejó plantado el día de nuestra boda.
Iba camino a mi auto cuando sin querer choqué con una joven.
- ¡POR QUÉ NO TE FIJAS GRAN IMBÉCIL!
- ¡Oye! - al verla mejor lo primero que noté fue el gran parecido que tiene con Paulina - No es para que te portes así de agresiva conmigo.
Se fue sin dirigirme la palabra.
Su mismo color de cabello, sus mismos ojos, debe ser demasiada coincidencia.
Manejé de lo más tranquilo hasta mi casa y me dispuse a revisar unos correos que acababan de llegar.
Sentado, con una copa de whisky también revisé unos estados de cuenta de una empresa procesadora de alimentos, la cual me debe mucho dinero.
Creo que ya va siendo hora de que me devuelvan hasta el último centavo.
Decidí llamar a Mason Hicks, el dueño de la procesadora.
- ¿Diga?
- Señor Hicks - escuché un suspiro por parte suya - Debo suponer que ya sabe el motivo de mi llamada.
- Adam, se que pronto se cumple el plazo que nos dio pero... - le interrumpí de inmediato.
- Mason mañana pasaré por su oficina para hablar largo y tendido sobre el asunto.
- Está bien, a primera hora lo estaré esperando.
Sin más corté.
Muchos podrán decir que me volví un ser frío, pero no me importa.
Hace meses que me fui de Alemania con el único motivo de no ver más a Paulina.
Sin embargo esa mujer con la que choqué me recordó a ella y ahora lo único que quiero es encontrarla, encontrarla para que sea únicamente mía.
Se que suena egoísta y aún así estoy más que seguro que la tendré. Así sea a la fuerza, haré que ella esté junto a mi para hacerla sufrir.
Aunque caiga en mi propia trampa y me termine enamorando de ella.
Nina Dobrev: como Megan Hicks
Kelly es una joven como cualquier otra, de sentimientos nobles, inteligente y dedicada a lo que hace, pero que por cosas del destino perdió la vista siendo una niña y sufrió mucho por el abandono de su madre. Dylan es el chico por el cual todas se mueren por ser su novia, sin embargo hay alguien que ocupa un lugar en su corazón. Ambos siente algo muy profundo pero la inseguridad de Kelly será su mayor obstáculo para ser feliz, pues le es muy difícil confiar en los demás. ¿Saldrá algún día de la oscuridad?
"Durante su trabajo de medio tiempo en un bar clandestino, Wendy se emborrachó accidentalmente. Cuando se despertó, se dio cuenta de que la habían confundido con una prostituta y que había perdido su virginidad. Después de tener una aventura de una noche con Charlie, un hombre increíblemente guapo, Wendy tiró doscientos dólares para defender su dignidad. Sin embargo, el comportamiento arrogante de Wendy molestó a Charlie, quien, en venganza, volvió a llevarla a la cama. ""¿Qué quieres?"", dijo Wendy molesta. ""Asumir la responsabilidad de lo que te hice"", respondió Charlie sonriente. ""¿Pero cómo?"", Wendy continuó. ""Al seguir acostándome contigo""."
Se rumoreaba que Fernanda, recién vuelta con su familia, no era más que una violenta pueblerina. Pero Fernanda se limitaba a esbozar una sonrisa despreciativa. Otro rumor sugería que Cristian, normalmente racional, había perdido el juicio, locamente enamorado de Fernanda. Esto la frustró. Podía tolerar los cotilleos sobre sí misma, ¡pero calumniar a su amado era pasarse de la raya! Poco a poco, a medida que salían a la luz las múltiples identidades de Fernanda como célebre diseñadora, experta jugadora, reconocida pintora y exitosa magnate de los negocios, todos se daban cuenta de que eran ellos quienes habían sido engañados.
Clarissa Chapman, un día, al entregar preservativos a una habitación de hotel, descubrió que su cliente era su... ¿prometido? ¡Atrapó a su prometido y media hermana en la cama! ¡Solo entonces Clarissa se dio cuenta de que su novio de seis años la había engañado! ¿Qué es más ridículo? Su padre dijo que era porque ella no era atractiva y su hermana lo merecía más. Dejó a su prometido idiota, ¡se encontró con su Sr. Correcto en una aventura de una noche! Espera... ¿por qué este hombre se veía exactamente parecido al CEO multimillonario - Anderson Jordan en la televisión? Anderson era de muchas cosas, guapo, considerado y leal. Nunca imaginó que un apuesto como Anderson se enamoraría de ella, hasta ese día... Su familia de pesadilla la encontró, tratando de arrastrarla al pasado miserable... otra vez...
Amar y ser amada es lo que toda mujer sueña. Sin embargo, lo único que Debbie quería era el divorcio. Llevaba tres años casada con Carlos, un joven multimillonario a quien ni siquiera había visto la cara. Cuando por fin decidió poner fin a su irónico matrimonio e ir en busca de la felicidad verdadera, apareció su supuesto marido y le pidió que lo intentaran de nuevo. A partir de entonces, Carlos se sentía increíblemente atraído por el espíritu libre y salvaje de Debbie y se enamoró de ella. Él comenzaba a mimarla. Poco a poco, lo que había entre ellos se iba a convirtiéndose en una atracción irrefrenable. Esto es una extraordinaria historia de amor donde descubrirá que, a veces, el amor no está muy lejos de cada uno de nosotros.
Madisyn se quedó de piedra al descubrir que no era hija biológica de sus padres. Luego la verdadera hija de esa familia le tendió una trampa, haciendo que la echaran de casa y se convirtiera en el hazmerreír de todos. Creyendo que era hija de campesinos, Madisyn se sorprendió al descubrir que su verdadero padre era el hombre más rico de la ciudad y que sus hermanos eran figuras de renombre en sus respectivos campos. Todos la colmaron de amor, solo para enterarse de que Madisyn tenía un próspero negocio propio. "¡Deja de molestarme!", dijo su exnovio. "Mi corazón solo pertenece a Jenna". "¿Quién te crees que eres? ¿Mi mujer siente algo por ti?", reclamó un misterioso magnate.
Ethan siempre consideró a Nyla una mentirosa, mientras que ella lo veía a él distante e insensible. Nyla había acariciado la idea de que Ethan la quería, pero se sintió fríamente rechazada cuando se dio cuenta de que su lugar en el corazón de él era insignificante. Como ya no podía soportar su frialdad, dio un paso atrás, solo para que él cambiara inesperadamente de actitud. Ella le desafió: "Si confías tan poco en mí, ¿por qué me tienes cerca?". Ethan, que antes se había comportado con orgullo, ahora estaba ante ella y le suplicó desesperado: "Nyla, he cometido errores. Por favor, no te alejes de mí".