Ella era una maestra en citas. No importaba con qué tipo de hombre se viera, tenía la manera de ganárselos. Sin embargo, él fue su excepción. Lo que era peor, era el director general de la empresa donde trabajaba. Para salvar a la hija de su hermana, ella no tuvo más remedio que ser su amante. La única razón por la que la deseaba era porque sus rasgos siempre le recordaban a la persona que amaba. Por lo tanto, él intentó todo lo que pudo para tenerla a su lado.
Una mujer de unos veinte años con ropa de diseñador reconocido y perfectamente maquillada entró en un restaurante elegante. Era alta y atractiva, por esta razón atraía la atención de las miradas de la gente.
Lo primero que hizo fue mirar alrededor del restaurante, hasta que encontró a la persona que estaba buscando. Estaba sentado a unas pocas mesas, era un hombre de unos treinta años.
Ella caminó con seguridad hacia la mesa y se sentó en el asiento que se encontraba enfrente de él. Los ojos del hombre brillaron de asombro. "¿Es usted la señorita Leyla Gao?".
"¿Es usted la persona que cité, el Sr. Peyton Liu?", ella respondió con otra pregunta.
"Sí lo soy".
Peyton Liu asintió con satisfacción. Había pensado que la persona quien acudiría a la cita sería poco atractiva. Sin duda, no se esperaba a una mujer tan extremadamente hermosa.
Peyton le entregó el menú a Leyla y le dijo: "Señorita Gao, ¿qué le gustaría comer? Puede ordenar todo lo que quiera".
Leyla agarró el menú para leerlo y pidió los platos más costosos. Por último, ordenó una botella de vino que tenía un costo de cincuenta mil dólares.
Al poco tiempo, el camarero regresó y les sirvió la comida. Peyton no pudo dejar de verla y memorizar cuidadosamente todos sus movimientos, pues comía con una elegancia que le cautivaba. Incluso perdió el apetito, no podía comer, en su mente solo existía un único pensamiento: quería casarse lo antes posible con esa hermosa mujer.
Después de que terminaran de comer, el hombre pagó la costosa cuenta. No le importó lo costoso que fue, ya que el dinero no era un problema para él. Si podía llegar a casarse con esa mujer, no le importaba en absoluto gastar de más.
Peyton le dijo a Leyla que quería llevarla a comprar ropa y joyas. Solo que cuando escuchó eso, ella se negó totalmente y se despidió de manera cortés.
Más tarde, cuando ella regresó a su apartamento de dos habitaciones y con pocos muebles, caminó hacia el espejo y empezó a quitarse todo el maquillaje.
Minutos después, se reveló su delicado rostro sin maquillaje. Se quedó contemplando su imagen en el espejo. Con el vestido celeste y sin maquillaje, parecía un ángel caído del cielo, pura y majestuosa. Era difícil pensar que fuera la misma mujer que entró hace unos pocos minutos al apartamento.
"Eliana, me di cuenta de que ese hombre se quedó sorprendido. Estaba fascinado por ti, ¿cierto? ¿Por qué no lo engañaste un poco más?". Preguntó Sally Su justo después de que Eliana se quitara todo el maquillaje.
Ellas eran buenas amigas. Sally trabajaba de camarera en el restaurante al que había ido Eliana.
Ésta se dio la vuelta sonriente y de manera juguetona le golpeó la frente a Sally con un dedo. "No seas tan codiciosa. Si lo hubiera engañado por más tiempo, la policía se habría enterado. Bien sabes que no quiero meterme en problemas".
A pesar de que necesitaba mucho dinero, Eliana no quería ser encarcelada por extorsión.
"Siempre eres demasiado cuidadosa. La cantidad de dinero que gastó en ti hoy fue nada en comparación con el traje que tenía puesto. Créeme, no le habría importado gastar más en ti".
Al terminar de hablar, Sally sacó cinco mil dólares de su bolso y le pasó el dinero a Eliana.
"Aquí tienes. Esta es tu comisión de hoy".
Sorprendida, Eliana preguntó con incredulidad: "¿Cinco mil?".
"Dos mil para mí y cinco mil para ti".
"No, no puedo aceptar tanto. ¿No habíamos decidido dividir todo en partes iguales?".
Pero Sally obligó a Eliana agarrar el dinero y dijo: "Solo tómalo. Ambas sabemos que necesitas dinero para el tratamiento de Abby".
El corazón de Eliana se derritió ante la generosidad de su amiga. "Gracias". De hecho, necesitaba con urgencia el dinero para poder curar a Abby. Por ese motivo aceptó a ir a citas engañosas y ganar dinero por ello.
Entonces mientras guardaba el dinero en su bolso su teléfono sonó. Ella lo agarró rápido y contestó la llamada. Desde el otro extremo de la línea se escuchó clara la voz de una mujer.
Eliana la escuchó con mucha atención y luego dijo: "Ahí estaré".
Por otra parte, tan pronto colgó el teléfono, Sally no pudo ocultar su impaciencia y preguntó: "¿Tienes otra cita?".
"Sí, es el hijo del dueño del MH Club. Se llama Marcus Sun. Me dijo que lo encontrara en el mismo club".
Sin embargo, Sally tuvo un mal presentimiento al escuchar el nombre de Marcus. "Eliana, no puedes ir. Marcus Sun es un playboy despreciable. Podría irte mal si aceptas este trato".
"Me da igual, de igual forma gastará dinero en mí. No te preocupes, Sally. Me cuidaré".
Sally no logró hacerla cambiar de opinión. Media hora después, Eliana tras maquillarse salió usando la ropa y los zapatos más caros que había alquilado.
Antes de irse, le pidió a Sally que pasara por Abby a la guardería.
Eliana tenía muchas identidades falsas para ir a esas citas. Al igual que la identidad de Leyla Gao, hija de un millonario, habían muchas más. Es decir, cada vez que tenía una cita adoptaba otra identidad falsa.
La felicidad era como un espejismo para Rocío Ouyang, cuando más se acercaba a la felicidad, más se alejaba. Ella acababa de casarse con Edward Mu, pero en su noche de boda todo se derrumbó. Dejando a Rocío embarazada, Edward la abandonó en su noche de boda. Pasados unos años, Rocío renació por completo, cambiando totalmente su personalidad, convertiéndose en la única coronel del ejército. En este momento Rocío comenzó a reflexionar varias preguntas que eran misterios para ella: ¿Por qué los padres de Edward estaban actuando de manera tan extraña? ¿Por qué su padre la odiaba? ¿Y quién estaba tratando de dañar su reputación en el ejército que ella había trabajado tan duro para construir? ¿Y por qué sigues leyendo la sinopsis? ¿Por qué no abres el libro y descúbrelo tú mismo?
Selene Shadowfang se ve atrapada en un torbellino de desesperación tras la dolorosa pérdida de su Mate. Convencida de que la soledad es su destino inevitable, se sumerge en una vida marcada por la oscuridad y la rebeldía. Sin embargo, la diosa Luna, cuyos designios son misteriosos, comienza a trazar un nuevo camino para ella. Cuando un enigmático lobo entra en su vida, Selene se enfrenta a la posibilidad de un nuevo comienzo que se niega a aceptar. ¿Podrá abrir su corazón nuevamente a la conexión y al amor que el destino le depara, o seguirá aferrada a la idea de la soledad como su destino ineludible? Nada está escrito y la diosa Luna ya ha tomado una decisión. ¿Cuál será el destino de Selene en este intrigante juego de destino y amor?
Lenny era el hombre más rico de la capital. Estaba casado, pero su matrimonio no tenía amor. Accidentalmente tuvo una aventura de una noche con una extraña, por lo que decidió divorciarse de su esposa y buscar a la chica con la que se acostó. Juró casarse con ella. Meses después del divorcio, descubrió que su esposa estaba embarazada de siete meses. ¿La mujer lo engañó? Scarlet estaba buscando a su esposo, pero, por error, los dos pasaron una noche apasionada. Sin saber qué hacer, se escapó presa del pánico, pero luego descubrió que estaba embarazada. Justo cuando estaba lista para explicar lo que le había sucedido a su esposo, este le pidió el divorcio. ¿Descubriría Lenny que la extraña chica con la que se había acostado era en realidad su esposa? Más importante aún, ¿su matrimonio sin amor mejoraría o empeoraría?
Esperando un nuevo comienzo de su vida después de que ella se graduara de la escuela secundaria, estaba lista para volar en el cielo y elevarse hacia su sueño. Pero no sabía que su vida cambiaría al regresar a casa. El mayor evento que le cambió la vida la estaba esperando. Apenas era consciente de que el brazalete que llevaba puesto desde su nacimiento era un signo, que representaba su destino de casarse con un hombre que nunca había conocido. No podía hacer nada más que seguir el acuerdo, porque la vida no estaba dispuesta a perdonarla. Su impotencia no le dejaba otra opción. Pero finalmente, ¡ella decidió renunciar a todo y huir! Y de nuevo, el cielo se burló de ella. Para su sopresa, el supuesto prometido volvió a entrar en su vida. ¿Qué le esperaba en el futuro y hacia dónde la llevaría la vida?
Ethan Montgomery, un brillante y reservado CEO, decide convertirse en padre soltero mediante un vientre de alquiler, buscando formar una familia en sus propios términos. Todo parecía marchar según lo planeado, hasta que un inesperado giro cambió su destino: la mujer que llevaba a su hijo dio a luz a gemelos. Sin informarle, se quedó con uno de los bebés y desapareció. Seis años después, Ethan es un padre devoto para su hijo, Liam, y todo en su vida está bajo control. Sin embargo, todo cambia cuando conoce a Isabella, la nueva y encantadora profesora de su hijo. Hay algo en ella que lo intriga, una conexión inexplicable que no puede ignorar. Pero lo que Ethan no sabe es que Isabella no solo guarda un secreto, sino que ese secreto tiene ojos idénticos a los de Liam: su otro hijo, Noah. Lo que comienza como una atracción inocente entre Ethan e Isabella pronto se convierte en una batalla de emociones y verdades ocultas. Cuando las piezas del rompecabezas comienzan a encajar, Ethan e Isabella deben enfrentarse a sus miedos, errores pasados y, sobre todo, a los lazos irrompibles de amor y familia que los unirán para siempre. ¿Podrán superar las barreras del pasado y construir un futuro juntos? ¿O los secretos serán demasiado para manejar?
El matrimonio no fue más que en beneficio de las dos familias. Podía elegir a cualquiera para que fuera su esposa, pero en el momento en que la vio, supo que ella era la que quería. Sin embargo, su matrimonio no duró mucho debido a su indiferencia. Hasta el momento en que firmó el acuerdo de divorcio, finalmente fue testigo de sus verdaderas intenciones. Resultó que ella también se aprovechó de él. Su divorcio no fue el final sino el comienzo del verdadero juego del amor.