/0/8408/coverbig.jpg?v=e2753ec082b8379983150f7ca6ad014b)
Habían rumores circulando de que era un mal hombre, pero al conocerlo me di cuenta que era todo lo contrario aunque por momentos tenía ataques de furia y era ahí donde sentía el verdadero temor.
Actualidad.
Hoy trabajé como mula, estoy cansada, llevo mis manos a mis bolsillos y solo tengo cinco mil pesos, con esto alcanza para tomar el micro-suelto un suspiro. sigo caminando y siempre tengo la costumbre de sujetar bien mi bolso.
Finalmente llegó a la estación, hago la fila para esperar mi turno ya que hay personas delante de mí, luego de esperar unos cuantos minutos arrastro mis pies para entrar al micro, pero un sujeto detrás de mí, me coloca un pañuelo en la nariz y éste emane un extraño olor, trate de poner resistencia pero me fue inútil ya que el líquido que tenía el pañuelo hizo que mi visión se volviera borrosa y de inmediato mi cuerpo se desplomó al suelo.
Despierto debido a la fuerte voz de un tipo que va dentro del auto, miro a mi alrededor y me doy cuenta de que hay dos hombres más osea serían tres en total.
–¿Qué hacen? Por favor no me hagan daño- digo indignada, estos hombres visten de negro y usan capuchas , el que va conduciendo suelta una carcajada como si mis súplicas fueran un chiste, ellos hacen caso omiso a mis palabras.
-Mujer si cooperas, todo será más fácil. te daré un consejo si eres buena con el jefe te irá excelente-lo dice el tipo que va a mi derecha, el me mira por unos segundos y después saca una capucha negra, pero esta es diferente a la de ellos, la diferencia es que está no tiene por dónde ver–pequeña te tendré que poner esto–yo niego pero el me jala del brazo de manera brusca y me la pone en la cabeza, no veo, no veo nada.
–Jack asegúrate de que no vea–dice el que va a mi izquierda.
–Tranquilo, ella no ve nada–afirma el de la derecha, entonces Jack fue el que me puso la capucha, luego siento su mano en mi muslo y una ola de asco aterrizó en mi piel.
–¡No pases tus asquerosas manos en mis piernas!–me quejo.
-¿¡Jack que haces!? ¡No ves que es la mujer del jefe!- dice otro.
– ¡Qué mujer! bájame por favor- mi cuerpo tiembla como gelatina, cosa que para ellos les causó risa.
-Silencio mujer barata, guarda tus sermones para el jefe-dice el que va a mi izquierda.
-Llegamos, zorrita-dijo otro.
Luego de algunos minutos llegamos, en todo el viaje los hombres no dejaban de hablar sobre mi, el tal Jack se pasaba de mano larga con Migo, mientras que sus colegas lo regañaban. en realidad no solo me manoseo las piernas si no también los senos, y me susurraba al oído: "Si no fueras la mujer del jefe, juro que te haría mía hasta cansarme"
Las puertas del auto se abren y ellos salen, no quería bajar tenía mucho miedo de saber hacia quien me llevarían por lo tanto puse un poco de resistencia agarrándome del sillón delantero, luego uno de ellos me jala fuerte de la camisa para sacarme pero yo no me dejaba seguía aferrada al sillón.
-¡Moisés ándate y sácala, el jefe está desesperado!–dice uno.
-Está mujer es una testaruda, no quiere salir..
-¡Quítate!-solo los escucho discutir, no veo ni una pizca de luz, mi cara está empapada de sudor está capucha me está volviendo loca. De momento siento que me toman del cabello y de un brusco jalón me tumban del asiento y me quitan la capucha, miro a mi alrededor y estamos en un callejón o algo así, además huele a basura, miro a los tres hombres los cuales están enojados.
-Mira mujer, si no sales estaremos obligados a golpear tu lindo rostro de blanca nieves–dice el que iba a mi izquierda. lo reconozco por el lunar que tenía en su mano. No pongo más resistencia así que hago caso a lo que quieren.
-Así es linda, se obediente-dijo Jack. su voz es única como la de un monstruo.
Caminamos hasta un pasillo lleno de barro y oscuridad, ellos abren un portón y me hacen entrar a la fuerza, al entrar veo a un hombre sentado en un sillón cruzando sus brazos.
–Jefe aquí le trajimos a la mujer.
El hombre se levantó del sillón y caminó hacia mi, es muy alto y su mirada me causa mucho miedo.
-Hermosa, por fin llegas–arquea una ceja.
–Mira, no tengo ni idea de que está pasando, lo único que quiero es irme de aquí, ¿Si?–el sonríe y dice que no, con su dedo índice.
-Cómo te diré...a decir verdad llevo años enamorado de ti. por cierto, perdona por hacerte traer de esta espantosa manera.
-¿Enamorado?–pregunto.
–Si mi vida, enamorado–sonríe dulcemente.
–Sabes que en estos momentos hay personas que están buscándome, tengo una familia allá fuera–digo para tratar de convencerlo.
-¡Cállate! ya eres mía-Él pasa sus manos por mi cabello dándome una caricia, pero yo lo esquivo, luego pasa su dedo índice por mis labios, el me mira con deseo y eso me repugna, abrí mi boca dándole un mordisco en su dedo, el grita y me maldice una y otra vez.
Inmediatamente Jack me da una fuerte trompada en el estómago, quedé sin aliento y poco a poco me fui cayendo al piso hasta quedar arrodillada.
–Eres una perra muy molesta, nadie se atreve a agredir al jefe.
-¡Jack Cállate!-dijo el hombre que acababa de morder-¿No ves que es mi mujer? guarda respeto hacia ella. y tú amada mía, no me he presentado aún soy Yusuf lember–me guiño su ojo derecho.
No puede ser, este es "Yusuf Lember" el hombre que es acusado de cometer decenas de asesinatos, soborno, microtráfico y narcotráfico, pero los rumores no concuerdan con su belleza, ¿Cómo es posible que una persona tan hermosa sea tan mala? míralo, parece un ángel caído del cielo.
Es que lo veo y no lo creo, si el no me hubiera dicho su nombre jamás hubiera pensado que era ese temible narcotraficante.
Su cara es perfecta, su larga nariz hace que sus ojos verdes resalten la belleza que tiene.
y sus labios, ni hablar parecen tallados por la misma virgen de Guadalupe.
–Llévenla a casa–dice Yusuf sin apartar sus ojos de mi. esos ojos llenos de maldad.
–¿A dónde vas jefe?–pregunto el hombre que iba conduciendo.
–Iré a arreglar unos asuntos, chicos sean cuidadosos con ella, y mucho ojo, no dejen que escape, porque los mato a todos, ¿Entendido?
Yusuf se agacho y tomo mi mentón.
–No tengas miedo, con Migo vas hacer feliz–me quedé helada, esas manos que sostenían mi mentón, eran las manos de un asesino.
El dejo un beso en mi frente y se colocó de pie, luego dio unos cuantos pasos y salió del callejón.
Jack me ayudó a levantar del piso, mientras que los otros vigilaban la zona.
Ya vamos en el auto, y otra ves ellos colocaron la calurosa capucha en mi cabeza, estoy cansada, quiero escapar, quiero ver a papá, aunque lo odie, pero quiero verlo. al fin y al cabo no dejará de ser mi padre.
Minutos más tarde llegamos a lo que se podría llamar "mi nuevo hogar" ya que el auto paro del todo y ellos empezaron a bajar.
–Te voy a encerrar hasta que venga Sara, ¿entendido?–jack me susurra al oído, no sé quién es Sara. Y ni siquiera puedo ver.
Cómo si mis palabras tuvieran poder el retira la capucha de mi cabeza, y veo, veo la inmensa mansión, esto parece un palacio.
¡Wau! es...es hermosa.
No me dio tiempo de analizar bien la mansión, ya que Jack me llevo a una pequeña habitación que está en la planta baja.
Bueno por lo menos está mejor que el callejón al que me llevaron, hubiera sido mejor que me trajeran directamente para la mansión, no veo la necesidad de ir a ese apestoso lugar.
Deje de ser la chica buena para convertirme en la mala, la que todos odian, la que todos juegan, a la que todos quieren matar, pero al lado de él, todo es diferente, se ha convertido en mi protector, y en el hombre que más amo en esta vida.
Lucía Balstone pensó que había elegido al hombre adecuado para pasar el resto de su vida, pero fue él quien acabó con su vida. Su matrimonio de diez años parecía una broma cuando su esposo la apuñaló con una daga. Afortunadamente, Dios nunca está ciego ante las lágrimas de las personas. Lucía tuvo una segunda oportunidad. Ella renació a la edad de 22 años, antes de que sucedieran todas las cosas terribles. ¡Esta vez, estaba decidida a vengarse y dejar que aquellos que la lastimaron pagaran! Hizo una lista elaborada de sus objetivos, y lo primero en su lista era casarse con el peor enemigo de su exmarido, ¡Alonso Callen!
"¡Ahh!". Ella solo podía gemir, a pesar de que no amaba a ese hombre; de hecho, lo odiaba. Las manos del hombre recorrían todo su cuerpo. Ella jadeó cuando él comenzó a bajarle el cierre del vestido. Este terminaba en su cadera, así que terminó con la espalda y la cintura descubiertas. "No me toq... ¡mmm!". El hombre movió sus dedos por su espalda descubierta y presionó su cabeza contra una almohada. Los toques le provocaron escalofríos a la chica. "Haré que te olvides de sus toques, besos y todo lo demás. Cada vez que toques a otro hombre, solo podrás pensar en mí". ---- Ava Adler era una omega nerd. Los demás la molestaban porque pensaban que era fea y poco atractiva. Pero Ava amaba en secreto a un chico malo, Ian Dawson. Él era el futuro Alfa de la manada Mystic Shadow. Sin embargo, a él no le importaban las reglas ni las leyes, solo le gustaba coquetear con las chicas. Ava no era consciente de la arrogancia de Ian hasta que su destino se entrelazó con el del joven. Él la descuidó y la hirió profundamente. ¿Qué pasaría cuando Ava se convirtiera en una bella capaz de conquistar a cualquier chico y, al verla, Ian se arrepintiera de sus decisiones? ¿Y si ella tenía una identidad secreta que aún no había descubierto? ¿Y si cambiaban las tornas e Ian le suplicaba que no lo dejara?
Rena se acostó con Waylen una noche cuando estaba borracha. Y como ella necesitaba su ayuda mientras él se sentía atraído por su belleza juvenil, lo que se suponía que sería una aventura de una noche se convirtió en algo más. Todo iba bien hasta que Rena descubrió que el corazón de Waylen pertenecía a otra mujer. Cuando esa mujer regresó, dejó de volver a casa, dejándola sola por muchas noches. Finalmente, un día, la pobre chica recibió un cheque y unas palabras de despedida. Para sorpresa de Waylen, Rena solo sonrió y dijo: "Fue divertido mientras estuvimos juntos, Waylen. Pero espero que no nos volvamos a ver nunca más. Que tengas una buena vida". Sin embargo, por voluntad del destino, los dos se volvieron a encontrar. Al ver que Rena tenía a otro hombre a su lado, los ojos de Waylen ardieron de celos y gritó: "¿Cómo diablos lograste seguir adelante? ¡Pensé que solo me amabas a mí!". "¡Es pasado!", Rena se burló, "hay demasiados hombres en este mundo, Waylen. Además, tú fuiste quien pidió la ruptura. Ahora, si quieres salir conmigo, tendrás que hacer cola". Al día siguiente, Rena recibió un anillo de diamantes y un mensaje del banco de que alguien había transferido miles de millones a su cuenta. Waylen apareció, se arrodilló frente a ella y dijo: "¿Puedo saltarme la fila, Rena? Todavía te quiero".
Madisyn se quedó de piedra al descubrir que no era hija biológica de sus padres. Luego la verdadera hija de esa familia le tendió una trampa, haciendo que la echaran de casa y se convirtiera en el hazmerreír de todos. Creyendo que era hija de campesinos, Madisyn se sorprendió al descubrir que su verdadero padre era el hombre más rico de la ciudad y que sus hermanos eran figuras de renombre en sus respectivos campos. Todos la colmaron de amor, solo para enterarse de que Madisyn tenía un próspero negocio propio. "¡Deja de molestarme!", dijo su exnovio. "Mi corazón solo pertenece a Jenna". "¿Quién te crees que eres? ¿Mi mujer siente algo por ti?", reclamó un misterioso magnate.
Sabrina tardó tres años enteros en darse cuenta de que su marido, Tyrone, era el hombre más despiadado e indiferente que jamás había conocido. Él nunca le sonrió y mucho menos la trató como a su esposa. Para empeorar las cosas, el regreso del primer amor del hombre no le trajo a Sabrina nada más que los papeles del divorcio. Con la esperanza de que todavía hubiera una posibilidad de salvar su matrimonio, le preguntó: "Tyrone, aún te divorciarías de mí si te dijera que estoy embarazada?". "¡Sí!", él respondió. Al comprender que ella no significaba nada para él, Sabrina finalmente se rindió. Firmó el acuerdo de divorcio mientras yacía en su lecho de enferma con el corazón hecho pedazos. Sorprendentemente, ese no fue el final para la pareja. Fue como si Tyrone despejara la mente después de firmar el acuerdo de divorcio. El hombre que alguna vez fue tan desalmado se arrastró junto a su cama y le suplicó: "Sabrina, cometí un gran error. Por favor, no te divorcies de mí. Te prometo que voy a cambiar". Sabrina sonrió débilmente, sin saber qué hacer…
"¡Firma los papeles del divorcio y lárgate!". Leanna se casó para pagar una deuda, pero fue traicionada por su marido y rechazada por su familia política. Viendo que sus esfuerzos eran en vano, aceptó divorciarse y reclamó su mitad de las propiedades. Con la cartera repleta gracias al divorcio, Leanna disfrutó de su nueva libertad. Sin embargo, la amante de su ex la acosaba, pero Leanna logró lidiar con ella. Además, ella retomó sus identidades de hacker de primera, campeona de carreras, profesora de medicina y diseñadora de joyas de renombre. Entonces alguien descubrió su secreto. Matthew sonrió y le preguntó: "¿Me quieres como tu próximo marido?".