El Dr. Ray Evans vivió una existencia solitaria y miserable como asistente de emergencia en el Centro Médico Harborview. ComÃa, respiraba y vivÃa para su trabajo. Se negó incluso a pensar en las mujeres. Para él, eran sólo distracciones y no confiaba en nadie, excepto en su madre. La Dra. Jane Hall acaba de mudarse a Seattle, después de completar su residencia en Chicago. Fue contratada como pediatra de este mismo hospital y se convirtió en becaria de la sala de emergencias pediátricas. Ella no buscaba una relación, sólo se concentraba en su trabajo. Fue odio a primera vista para ambos, o eso pensaban, más nunca negaron su atracción instantánea. Ambos mundos se cruzan, dos polos opuestos que se atraen. ¿Podrán sanar y cambiar su forma de ver la vida?
-Amo mi trabajo- murmuró el Dr. Ray mientras estaba sentado en su Volvo- Amo mi trabajo. Realmente lo amo.
Una de las enfermeras lo saludó con la mano al pasar junto a él. Gruñó y se pasó la mano por el pelo. Amaba su trabajo, pero odiaba a las insÃpidas y horribles enfermeras y a las doctoras solteras que lo veÃan como un pedazo de carne. Alguien a quien conquistar. No era un premio que ganar, maldita sea.
-Hoy no, perras- Salió del auto y deslizó su bolso, su bata blanca y su cordón con su tarjeta de identificación.
Al entrar en el Centro Médico Harborview, dejó sus pertenencias en su oficina que rara vez utilizaba y se preparó para su turno de doce horas como médico tratante en la sala de emergencias. Centró su atención en hacer su trabajo, curar a los enfermos y ayudar a la gente. Mantuvo sus interacciones con las compañeras de trabajo concisas, pero profesionales, aunque preferirÃa no interactuar con ellas en absoluto. Se centró en sus pacientes. Los trató con respeto y con la dignidad que necesitaban, especialmente cuando estaban enfermos y asustados.
Trabajó diligentemente, ayudando a sus pacientes y sonriéndoles cálidamente cuando le agradecieron. Por eso se dedicó a la medicina, para ayudar a la gente. No para defenderse de las hembras cachondas, aplastándolas como si fueran molestos mosquitos.
-Hola, Ray- ronroneó Heidi, una de las enfermeras que nunca aceptó un no por respuesta- Pareces estresado. Puedo darte un masaje. Uno donde estemos desnudos- pasó los dedos por su brazo y lo miró seductoramente- Vamos. Eres un hombre sexy salido del pecado.
Él capturó sus dedos y la miró fijamente.
-No lo soy, enfermera. Y podrÃa acudir al jefe del departamento y presentar cargos de acoso sexual. Se lo he dicho una y otra vez. No estoy interesado y nunca lo estaré.
-No te estoy acosando- hizo un puchero, cruzando los brazos sobre el pecho- Sólo te estás haciendo el difÃcil Ray. Puedo hacerlo mejor- Él frunció los labios, pasó junto a ella y se dirigió a la oficina del jefe- ¡Está bien, está bien! Lo siento. Pararé por ahora- se burló.
-Enfermera, su concesión significa poco para mÃ. Y llámeme Dr. Evans- Continuó su decidido camino hasta la oficina del jefe y presentó una denuncia por acoso sexual contra ella. El jefe del departamento suspiró colocándolo en el expediente de Heidi. Él se fue poco después de eso, mirando a Heidi cuando la llamaron a la oficina del jefe, pero sintiéndose un poco reivindicado.
¿O simplemente se apaciguó?
Regresó a la casa que compró cuando pensaba que su vida era grandiosa. Era una contemporánea de cuatro habitaciones que esperaba poder llenar con niños. En cambio, estaban vacÃas y su casa era un frÃo recordatorio de lo solitaria y miserable que era su vida. Preparando algo de cena, se acomodó en el sofá y pasó los canales, sólo para repetir el mismo patrón al dÃa siguiente.
-Amo mi trabajo- suspiró, apagando la televisión- Amo mi vida.. y no, no lo hago.
Arrastrando su cuerpo escaleras arriba, se acostó en la cama tamaño king, mirando al techo hasta que finalmente se quedó dormido antes de revivir la misma pesadilla cuando su vida cambió irrevocablemente.
XXX
Punto de vista de Jane
-Aprecio que me dejes mudarme contigo, Amy- sonrió Jane, desempacando su habitación.
La Dra. Jane Hall acaba de mudarse a Seattle después de completar su residencia. Acababa de ser contratada en el Centro Médico Harborview como pediatra. Esperaba convertirse en pediatra en la sala de emergencias, pero por ahora, solo trabajaba en el piso de pediatrÃa y flotaba hasta la sala de emergencias cuando era necesario.
-No hay problema. TenÃa la sensación de que conocerÃa a alguien para llenar esta habitación vacÃa- chirrió Amy, doblando un suéter y colocándolo en la elegante cómoda- He estado buscando al compañero de cuarto perfecto desde que mi hermana se mudó. Pensé que podrÃa manejar el alquiler por mi cuenta, pero no hay duda. Conocerte cuando tenÃas tu orientación fue muy agradable- levantó un camisón morado ceñido- Ooh, la, la. ¿Tienes alguien especial para quien usar esto?
-Cállate- resopló ella, quitándole el camisón a su nueva amiga- TenÃa una relación casual con otro residente de Chicago. A él le encantaba el morado.
-¿Esta relación casual tiene nombre?- preguntó Amy, moviendo las cejas.
-Su nombre era Garrett y éramos pareja, pero no en todo el sentido de la palabra- se encogió de hombros- De todos modos, él me compró esto. Lo usé la última vez que...- se sonrojó.
-¿Jugaste a esconder la salchicha? ¿Montaste el pony? ¿Durmieron juntos?- se rió.
-PodrÃa decir eso- sonrió- Pero hubo muy poco sueño involucrado, Amy
-Bien- cantó.
-Genial, es bueno sacar mi mierda del almacén y mudarme a un lugar que no tenga servicio de habitaciones- replicó Jane- Finalmente siento que puedo comenzar mi vida aquà en Seattle. Ahora tengo un trabajo, un lugar para vivir y una excelente compañera de cuarto
-Soy bastante buena- dijo ella
-Sin embargo, tengo una pregunta tonta. Tienes novio. ¿Por qué no se mudaron juntos?- le preguntó.
-Hemos estado juntos por un tiempo, pero no estamos listos para vivir juntos. Estamos comprometidos, pero no estamos listos para dar el siguiente paso. Por ahora, disfrutamos de muchas fiestas de pijamas de adultos. Solemos pasarlas en su casa, mientras que su compañero de cuarto pasa tiempo con su novia, que resulta ser su hermana gemela. La conoces. Es residente de cirugÃa, es la Dra Green. Vive en este edificio, pero en un estudio.
-¿La rubia alta y de piernas largas? ¿La que parece una supermodelo?
-SÃ, es una cirujana increÃble y capaz de mucho, pero puede ser una perra. Recién ahora me he puesto de su lado bueno. ¿He estado saliendo con Javier durante dos años o tres- se encogió de hombros- ¿Cuándo es tu primer dÃa oficial en Harborview?
-Estoy en el horario del lunes. Tengo el resto de esta semana para arreglarme. Sólo unos cuantos elementos más en mi lista de cosas por hacer y luego estaré lista para comenzar. ¿Entras mañana?
-SÃ, pero tengo libre este fin de semana. Sé que tienes cosas que hacer, ¡pero quiero presentarte la vida nocturna de Seattle! ¿Estás dentro?
-Considerando que mi calendario social será inexistente una vez que empiece a trabajar en serio, estoy totalmente de acuerdo- dijo.
Amy chilló, corriendo y abrazando a su nueva amiga. Chocaron sus copas de vino, ante el comienzo de una nueva amistad.
XXX
Al dÃa siguiente, Jane hizo sus recados, recogió su auto, hizo compras y obtuvo su licencia de conducir. Cuando terminó, llamó a su padre y le dijo que estaba lista para ir a Seattle.
-Sabes, desearÃa que hubieras elegido trabajar conmigo, niña. Hubiera sido fantástico trabajar con mi hija favorita
-Soy tu única hija, papá- dijo inexpresiva, estacionando en uno de los espacios asignados en su nuevo hogar- Y querÃa hacerme un nombre sin tu influencia. Eres un médico maravilloso, papá. Amable, compasivo, cariñoso y brillante. Fue gracias a ti que quise ser médico. QuerÃa ayudar a la gente como tú, pero no querÃa ser conocida como la niña pequeña del Dr. Hall. QuerÃa hacerme mi propio nombre. Soy la Dra. Jane Hall, no solo la hija de Charlie
-Respeto eso- se rió- Pero será mejor que no me dejes colgado. Ven a visitarnos cuando puedas
-Por supuesto que lo haré, papá- sonrió- ¿Quién se asegurará de que cuides de ti mismo? Desde que tú y mamá rompieron durante su drama de mediana edad justo después de que me gradué de la universidad, has sido un desastre
-No lo he sido- se burló.
-Papá, si no hubiera contratado el servicio de limpieza, habrÃas tenido un problema con los roedores
-Eso es porque estaba trabajando- resopló.
-Trabajando demasiado, papá- se rió- Pero mejoraste después de que te mudaste de casa. Nuevo comienzo y un lugar más pequeño, estás mejor sin mamá. Los amo a los dos, pero ella también era...
-Una perra, egoÃsta, malcriada, sin derechos...- ofreció.
-No te contengas, papá- dijo Jane, poniendo sus compras en el carrito cerca del ascensor de su nuevo apartamento- Mira, sé que odias a mamá, no te culpo. No he hablado con ella desde que recibà una invitación para su boda con un hombre que era más joven que yo
-No me lo recuerdes- se quejó.
-De todos modos, tengo que descargar mis compras y terminar de desempacar mi casa. Te amo, papá. Por favor, cuÃdate y habla con algunas lindas enfermeras. Sé que Sara es dulce contigo
-No lo es
-Oh, lo es. Cuando recogà mi auto, me preguntó si todavÃa estabas soltero- se rió- Ella es bonita, papá. Y es mejor pareja para ti que mamá, es estable y centrada, no la descartes, papá. Te mereces la felicidad tanto como mamá y su marido de juguete. Me voy ahora. Te amo. Te llamaré cuando pueda y una vez que tenga algo de tiempo volaré para verte.
-Yo también te amo, niña. Patea traseros y hazte un nombre. No tengo ninguna duda de que lo harás de manera increÃble.
Jane colgó, sintiéndose feliz de tener el voto de confianza de su padre y su comprensión de que tenÃa que hacerse un nombre por sà misma, sin su influencia.
Ahora, en su nueva aventura, nuevo trabajo, nueva vida y nuevos amigos... tal vez, ¿hayan nuevos hombres?
Nunca pedà nacer, ni tampoco vivir bajo este infierno. Solo tenÃa 15 años cuando mis propios padres me vendieron por miserables botellas de licor. Perdà lo más valioso que tenÃa y tampoco podÃa confiar en nadie. Mi instinto de supervivencia me hizo cumplir los trabajos mas asquerosos para sobrevivir en ese burdel. A mis 18 años no imaginé que mi vida cambiarÃa tan rápido, fui comprada en una subasta por el mismo diablo y aunque deseaba con mi alma cambiar de vida, nunca imaginé que fuera por él. ¿Infierno o cielo? Vivir entre las sombras del deseo cambió mi vida por completo.
Después de las miles de veces que dije y demostré lo mucho que te amaba... ¿Cómo pudo una simple actuación romper tu fe en mi? Vi en tus ojos que de verdad creÃas que ya no te querÃa, la idea mas ridÃcula que pudiste tener... ¡Cómo si hubiera alguna manera de que yo pudiera vivir sin amarte, desearte y necesitarte! Eres la luz de mi vacÃa existencia y si tuviera un alma tu serÃas la razón para no perderla. Y aunque te destruà te volveré a sanar, dame la oportunidad de enmendar mi error y sacarte de la oscuridad.
Él es un multimillonario, carismático, lÃder de una poderosa mafia apodado "Blackjack" y jefe de una exitosa cadena hotelera. Ella es una chica que ha pasado por mucho, llena de secretos y un pasado oscuro, la chica que huye del asesino de su hermano, pero que sabe muy bien como esconder sus secretos. Un simple error cambiará su vida una vez que conozca a Blackjack, sin saber quién es realmente. Ella lo cree arrogante y engreÃdo. Pero, ¿qué pasará cuando se enamore de él? ¿Serán capaces de estar juntos? ¿Serán capaces de superar todos los obstáculos que se les presenten? Solo tienes una forma de averiguarlo.
Para él siempre fuà su angel. Para mÃ, siempre fue un demonio. Polos opuestos que chocaron entre sÃ, un matrimonio arreglado y una relación que no recuerdo por un accidente que sufrÃ. Llevaba una mejor vida hasta que apareció de nuevo y todo volvió de la peor manera. Nunca imaginé que los ángeles se pudieran enamorar de los demonios, pero esta es mi historia.
Celia, necesitada de dinero, acepta un trabajo como ama de casa de un hombre misterioso que vive aislado en una mansión. El hombre es conocido por su mal humor y su tendencia a ahuyentar a quienes lo rodean. La joven sabe que no será fácil, pero está decidida a demostrarle al hombre que no es como los demás. En los dÃas que siguen, se gana la confianza del hombre, quien comienza a abrirse a ella. Juntos, descubren que ambos tienen secretos que esconden del mundo. A medida que se acercan, la joven empieza a ver al hombre como alguien más que un simple amargado. ¿Podrá romper las barreras que el hombre ha construido a su alrededor? ¿O será su mal humor y su ira demasiado fuertes para superar?
Nunca pensé que el dolor y la perdida llegaran a mà de forma inesperada. Perder al amor de mi vida también hizo que muriera junto a él, vivir en piloto automático no funcionaba, los recuerdos me golpeaban y ver la felicidad de quienes salieron adelante era un infierno amargo que no deseaba seguir experimentando. Me entregué a mi trabajo en la frontera, no querÃa volver a lo que una vez fue mi hogar, de todas formas, era necesaria en este lugar, estaba muerta en vida, no tenÃa nada que perder, pero nunca pensé que el reencuentro con uno de los hombres más importantes de mi vida me harÃa revivir de nuevo y experimentar un amor tan fuerte como el primero. Esta es mi historia.
Peter Wang, el ex soldado de las fuerzas especiales, tenÃa la tarea de servir como guardaespaldas de Bella Song, la hermosa dueña de una de las empresas más grandes de la ciudad. Como luchador que sobrevivió a la agotadora vida en el ejército, pensaba que el trabajo era simple. Sin embargo, descubrió que estaba totalmente equivocado. En el corazón de una ciudad aparentemente tranquila, Peter se encontró con pandillas y gánsteres atroces mientras se ganaba el amor de varias mujeres hermosas en el camino: la esquiva Bella, la dulce Elaine, la joven Shelly, la gentil Lisa y más. ¿Quién podrá vencer a nuestro Rey de Soldados? Venga y descúbralo por sà mismos.
Madisyn se quedó de piedra al descubrir que no era hija biológica de sus padres. Luego la verdadera hija de esa familia le tendió una trampa, haciendo que la echaran de casa y se convirtiera en el hazmerreÃr de todos. Creyendo que era hija de campesinos, Madisyn se sorprendió al descubrir que su verdadero padre era el hombre más rico de la ciudad y que sus hermanos eran figuras de renombre en sus respectivos campos. Todos la colmaron de amor, solo para enterarse de que Madisyn tenÃa un próspero negocio propio. "¡Deja de molestarme!", dijo su exnovio. "Mi corazón solo pertenece a Jenna". "¿Quién te crees que eres? ¿Mi mujer siente algo por ti?", reclamó un misterioso magnate.
La vida era un lecho de rosas para Debra, la hija del Alfa, hasta que tuvo una aventura de una noche con Caleb. Estaba segura de que él era su pareja designada por la Diosa de la Luna. Pero este hombre odioso se negó a aceptarla. Pasaron semanas antes de que Debra descubriera que estaba embarazada. Su embarazo fue una vergüenza para ella y para todos los que amaba. No sólo ella fue expulsada, sino que su padre también fue perseguido por los usurpadores. Afortunadamente, sobrevivió con la ayuda de la misteriosa Manada Espina. Pasaron cinco años y Debra no supo nada de Caleb. Un dÃa sus caminos se volvieron a cruzar. Ambos estaban en la misma misión: llevar a cabo investigaciones secretas en el peligroso pueblo de Roz por la seguridad y la posteridad de sus respectivas manadas. Caleb todavÃa se mostraba frÃo con ella. Pero con el paso del tiempo, se enamoró perdidamente de ella. Intentó compensar el abandono de Debra, pero la chica ya no lo querÃa. Estaba empeñada en ocultarle que tenÃan una hija y también en hacer una ruptura limpia. ¿Qué les deparaba el futuro a los dos mientras viajaban por el pueblo de Roz? ¿Qué tipo de secretos encontrarÃan? ¿Caleb se ganarÃa el corazón de Debra y conocerÃa a su adorable hija? ¡Descúbralo!
Janet fue adoptada cuando era niña, un sueño hecho realidad para los huérfanos. Sin embargo, su vida fue cualquier cosa menos feliz. Su madre adoptiva se burló de ella y la acosó toda su vida. La mucama que la crio le dio todo el amor y el afecto de una madre. Desafortunadamente, la anciana se enfermó gravemente y Janet tuvo que casarse con un hombre que tenÃa mala fama en sustitución de la hija biológica de sus padres para cubrir los gastos médicos de la criada. ¿PodrÃa ser este un cuento de Cenicienta? Pero el hombre estaba lejos de ser un prÃncipe, aunque tenÃa un rostro atractivo. Ethan era el hijo ilegÃtimo de una familia rica que vivÃa una vida lujosa y apenas llegaba a fin de mes. Él se casó para cumplir el último deseo de su madre. Sin embargo, en su noche de bodas, tuvo el presentimiento de que su esposa era diferente a lo que habÃa escuchado sobre ella. El destino habÃa unido a las dos personas con profundos secretos. ¿Ethan era realmente el hombre que pensábamos que era? Sorprendentemente, tenÃa un extraño parecido con el impenetrable hombre más rico de la ciudad. ¿DescubrirÃa que Janet se casó con él por su hermana? ¿SerÃa su matrimonio una historia romántica o un completo desastre? Siga leyendo para saber cómo se desarrolla el amor entre Janet y Ethan.
En su borrachera, Miranda se acercó audazmente a Leland, sólo para encontrarse con su mirada frÃa. La inmovilizó contra la pared y le advirtió: "No me provoques. Dudo que puedas soportarlo". Poco después, su compromiso se canceló, dejándola en la indigencia. Sin otras opciones, Miranda buscó refugio con Leland. Con el tiempo, asumió el papel de madrastra, cuidando a su hijo. Llegó a comprender que la decisión de Leland de casarse con ella no se debÃa solo a que ella era obediente y fácilmente controlada, sino también porque se parecÃa a alguien que él apreciaba. Ante la solicitud de divorcio de Miranda, Leland respondió con un abrazo desesperado y una súplica para que reconsiderara su decisión. Miranda, impasible, respondió con una sonrisa de complicidad, insinuando un cambio en su dinámica. El señor Adams, que siempre fue el controlador, ahora parecÃa ser el atrapado.
Charlotte Hill's, es una chica dulce y hermosa de corazón puro y muy amable, debido a su pobreza extrema a punto de quedarse en la calle por una deuda grande que dejó su padre antes de morir, se ve obligada a cuidar el bebé de un CEO, ser su madre de reemplazo, dónde James Brown, el hombre todo poderoso la hace firmar para que cumpla sus reglas, la principal es no enamorarse de él. James Brown, no pudo evitar envolverse por la gentileza y belleza de Charlotte, dónde la seduce y la somete a él, para luego proponerle matrimonio a cambio de liberar la deuda, ella acepta pensando James que era por el apuro de la deuda, pero en realidad era porque Charlotte, se enamoró perdidamente de él. Enamorarse es un error que le costó a Charlotte.