/0/8759/coverbig.jpg?v=9508978a714d1c6a5c4c9421b01e70d2)
Isabela del Castillo se enfrenta a una situación que le cambiará para siempre su futuro. Un matrimonio arreglado con un rey de una tierra lejana es la última esperanza para la supervivencia de su reino. El amor de su vida le será arrebatado a la fuerza y en su lugar recibirá la venganza y el rencor de un hombre misterioso y complejo con el cual deberá compartir el lecho marital para sufrir un terrible juego de odio y seducción. Mentiras, secretos, intrigas y traiciones pondrán el mundo de Isabela de cabeza, al tiempo que la llegada de un poderoso conquistador prometerá entregarle nuevamente las mieles del deseo. Tres reinos y tres corazones quedarán en sus manos. ¿Podrá Isabela convertirse en la reina que todos esperan? ¿O su espíritu indómito prevalecerá y marcará un nuevo camino para la tierra conocida? ¿Ganara el odio o reinara el amor?
Cumpliendo la palabra
Un matrimonio por conveniencia estaba inscrito en su destino. Una decisión política para salvar el futuro del reino le condenaba a renunciar a su verdadero amor sin siquiera considerar su dolor.
El ruido de pasos apresurados, avanzando por el pasillo en dirección a la puerta de su habitación, la despertó de golpe, arrancándola a la fuerza de aquel sueño que le había costado tanto esfuerzo conseguir.
El pesar de tantas ideas dolorosas respecto a ese día que estaba por iniciar le había ocasionado una noche de sueño difícil y pesado, ese día en el que su rostro debía lucir resplandeciente y hermoso, en cambio, iba a exhibir los estragos del trasnocho.
― ¡Isabela! ―gritó Casandra al tocar con sus nudillos la gruesa puerta de roble― princesa, ¿cómo es posible que aún esté durmiendo?
Isabela escuchó con desgano aquel reclamo que le recordaba lo que ella quería olvidar. De a poco y mientras el embotamiento del sueño se disipaba, la realidad comenzaba a abrumarle de manera progresiva y abismal.
Sin darse cuenta, luego de evitarlo tanto, el día que tanto temía y el que al mismo tiempo le despertaba tanta expectación había llegado de golpe y sin darle chance a réplica.
Sus pies descalzos se apoyaron en el piso frío y ese insignificante detalle le llevó a considerar que dentro de poco los prados verdes y los días cálidos desaparecerían de su cotidianidad y, en cambio, pasarían sus días a ser bañados por lluvias torrenciales y vegetación mortecina.
De más estaba decir que el ánimo de la joven princesa del reino de Traines era de todo menos alegre. La pobre caminaba como un animal cuyo destino era la navaja del carnicero.
Cuando la puerta se abrió, Casandra, la criada mayor y encargada de los cuidados y atenciones de la joven princesa, ingresó a la habitación sin pedir permiso, estando casi a punto de arroyar a Isabela, lo que ocasionó un pequeño destello de gracia en la princesa, puesto que Casandra era así: atorada y sin frenos, pero sobre todo era su mejor amiga.
Casandra era cinco años mayor que Isabela, quien para ese momento apenas contaba con diecisiete años, a pocos días de cumplir los dieciocho, sin embargo, las dos chicas sin reparar en las diferencias de su clase social, una era la heredera al trono de Traines mientras la otra era una simple criada, eran inseparables y desde pequeñas habían establecido un vínculo de confianza y amistad que llegaba incluso a incomodar a los más ortodoxos defensores del comportamiento cortesano.
La confianza entre las dos mujeres era tanta que cuando Isabela se enamoró perdidamente de Fernando, la única persona que se enteró del asunto fue Casandra, su confidente fiel. Nadie más podía enterarse de ese amorío y Casandra se lo hizo saber a la princesa, puesto que el futuro de una relación entre una joven perteneciente a la más alta realeza y un general de rango medio no iba a resultar en un devenir positivo bajo ninguna circunstancia, pero a Isabela eso le importaba poco, en su idilio de amor nada importaba más allá de los ojos color cielo de su amado Fernando, llegando incluso a esbozar un plan de fuga que estuvo a punto de consumarse. De no ser por las noticias de los movimientos de las tropas de los Etienos, lo cual puso de cabeza todo el panorama de la tierra conocida, ella para ese momento quizás ya se hubiera entregado en brazos de Fernando en una lejana cabaña en algún lugar de un bosque perdido.
―Casandra deja el apremio que no estoy de ánimo y lo sabes bien ―Isabela cerró la puerta al tiempo que se daba la vuelta para quedar de frente a la criada.
Casandra portaba en sus manos un montón de parafernalias listas para adornar de manera innecesaria la belleza de la princesa, por lo cual Isabela suspiró. No es que ella fuese una mujer de alardes o presunción, pero ella sabía apreciar las verdades que el reflejo de su figura en el espejo le podían decir. Ella adoraba la forma en como los rizos de su cabello del color del otoño caían sobre sus hombros y sobre su pecho para enmarcar su busto de proporciones agraciadas, sus ojos color ámbar que resaltaban por el tono blanquecino de su piel que muchos comparaban con la porcelana siempre habían sido un detalle resaltado por los hombres que la cortejaban y su figura esbelta y de líneas delicadas, que eran una herencia de la figura que su madre exhibió en su lejana juventud, resultaban atrayentes para los miembros jóvenes de la corte real. Sin embargo, la moda y la costumbre dictaban que en una ocasión importante como aquella, Casandra se empeñara en añadir montones de firuletes y adornos innecesarios para adaptar la hermosura de Isabela a los cánones de belleza del momento.
Si Isabela de por sí ya era portadora de un mal ánimo por culpa de lo que estaba por vivir esa mañana, con aquella imposición de vestimenta se completaba para ella un cuadro de desánimo irremediable. Y es que no tenía manera de tener otro ánimo, si su corazón pertenecía a Fernando, de lo cual ella se encontraba convencida, la idea de tener que conocer a otro hombre que bien podía llegar a ser su futuro esposo por imposiciones de compromisos, era algo que nunca iba a ocasionarle agrado en lo absoluto.
―Vamos, princesa, que la corte del señor de Jarre ya debe estar por llegar a palacio.
Casandra se esforzaba por demostrar ante Isabela un ánimo neutral y comedido, pero muy en el fondo ella sufría por la mala suerte de Isabela, que de manera indirecta podría llegar a afectarla también a ella, ya que si el acuerdo de matrimonio se consumaba y la Princesa del reino de Traines, Isabela del castillo, debía desposar al señor de la tierra de Jarre, ella debía acompañar a su señora más allá del gran mar, lejos de su amado Anton. Sin embargo, y más allá de consideraciones personales, Casandra sufría por el dolor de su amiga. La pobre Isabela se encontraba forzada a renunciar a su amor por el joven Fernando para, en cambio, tener que abrazar la idea de casarse con un hombre del que ni siquiera sabía nada más allá de su nombre.
Por eso, antes de que Isabela diera muestras de quebrar su ánimo, Casandra dio un paso al frente y estrechó entre sus brazos a la joven princesa.
Rodeada por la calidez de ese abrazo, Isabela sintió un renuevo en sus fuerzas.
―Sé que no es fácil ―le dijo Casandra con aquella confianza de sentirse hablando con una amiga cercana―, pero recuerda que lo haces por tus padres y por tu reino.
― Lo sé ―respondió Isabela recordando el motivo que le mantenía en pie aún en medio de una situación tan difícil.
―Y recuerda que siempre existe la posibilidad de que el fulano Señor de Jarre sea un anciano que no te cumpla en la cama y lo puedas denunciar por incumplimiento de sus deberes maritales.
El comentario jocoso y desenfadado de Casandra logró el efecto deseado, pues Isabela comenzó a reír al escuchar esas afirmaciones su parte.
―Estúpida... en pocas palabras estás diciendo que prefieres que aparte de me toque casarme con un hombre desconocido, también quieres que sea un anciano decrépito.
Isabela respondió la ocurrencia de su amiga propinándole un jalón de cabello al tiempo que separaban su abrazo. El tiempo apremiaba y aún quedaba mucho por hacer.
¡Ella lo ha perdido todo! Su familia fue arrancada de su lado cuando las amenazas de sus enemigos se consumaron sin un mínimo de compasión. Emily Reyes ahora deberá levantarse de sus cenizas para recuperar lo que perdió. Ahora deberá romper los límites que le impusieron quienes quieren verla aplastada; Deberá levantar su voz para hacerse notar. Ahora es el momento de su venganza; la segunda oportunidad para su amor, la segunda oportunidad para poder estar por fin al lado de su señor Cavill. Su vida se verá transformada y ahora al fin podrá ser la mujer quien es en verdad. Los miedos y los temores ya no tendrán poder sobre ella: Ya no será por error, ya no más por obligación; ahora ella lo hará todo por el placer de ser la mujer que ponga sus mundos de cabeza.
¡Emily Reyes fue obligada a tomar una decisión impensable! ¡Abandonar al amor de su vida por salvar a su hermano! Las causas de su suplicio son viles y despreciables. Sus enemigos son muchos y sus métodos infernales, pero ella se verá obligada a tener que luchar contra la corriente y hacerle frente a los demonios de su pasado cuando su alma enamorada no sea capaz de encontrar las razones y los motivos suficientes para mantenerse alejada de su amado Señor Cavill. Revelaciones y traiciones se tejerán a su alrededor, mientras que una razón inesperada surge en su interior, haciendo que la llegada de una figura de su pasado esté a punto de poner su mundo de cabeza. ¿Podrá "Emi" soportar? ¿O será egoísta para decidir por su felicidad? Solo hay una decisión correcta y está en sus manos... ¿O en las de "Él"?
Emily Reyes se enfrenta a la vida como una guerrera solitaria que lucha por salir adelante por su hermano, quien es la única familia con la que cuenta y a quien necesita ayudar cuanto antes o de lo contrario la vida de él terminará sumida en un verdadero infierno. Su corazón enamorado del romance fantasea con encontrar un amor dulce y romántico que le permita conocer las mieles de una relación sana y estable. Lo que ella no puede anticipar es que en su primer día de trabajo en las Industrias Cavill, cuyo CEO es el hombre más codiciado por las mujeres y que al mismo tiempo es un total misterio, un contrato que termina firmando por equivocación, pondrá su vida de cabeza de maneras que ella ni siquiera es capaz de sospechar. Lujuria, traición, pasión, mentiras y secretos son solo algunos de los elementos que sumergirán la vida de «Emi» en ese caos cuyo epicentro será el apasionado CEO. ¿Tomará ella las riendas de sus propias decisiones o sucumbirá al mundo de placer prohibido al que él planea someterle?
Elizabeth Ruiz, esa joven dulce y valiente, tiene delante de si una decisión de vida o muerte; ella se enfrenta una difícil situación cuando la vida de su hijo se encuentra pendiendo de un hilo. Una decisión imposible que determinara su futuro la lleva a renunciar a su libertad para acceder a casarse con un hombre del que nada sabe. Maximiliano Benz, ese hombre serio, autoritario y poderoso, será el hombre que le haga conocer las amarguras de ese matrimonio arreglado solo para satisfacer los caprichos de un par de ancianos. Nada podía prepararla a "Eli" para hacerle frente al carrusel de emociones intensas y difíciles que enfrentará a partir de esa decisión, donde la vida que había llevado hasta ese momento se ve contrastada por el dolor de tener que remar contra la corriente, no solo para soportar esa relación de amor/odio que con Maximiliano comenzará a vivir, sino también para soportar las artimañas llenas de maldad de quienes buscan su ruina a toda costa. Una historia repleta de intensidad desde la primera línea, te hará vivir en carne propia esas emociones intensas que Eli experimentara cada vez que ese hombre se acerque a ella para despertar ese fuego que promete quemarle, bien sea por el amor o por el odio, pero que sin dudas dejara cicatrices de pasión en su corazón.
Tras una noche apasionada, Verena dejó algo de dinero y quiso marcharse, pero fue retenida por su acompañante: "¿No te toca a ti hacerme feliz?". Verena, siempre disfrazada de fea, se acostó con el tío de su prometido, Darren, para escapar de su compromiso con su infiel prometido. Darren gozaba de respeto y admiración, todos creía que era frío y temible. Corría el rumor de que lo habían visto besando a una dama contra la pared, pero muchos no lo creyeron. Después de todo, ¿quién podría conquistar el corazón de Darren? Entonces, sorprendentemente, Darren fue sorprendido agachándose para ayudar a Verena con sus zapatos, ¡todo para conseguir un beso de ella!
Linsey fue abandonada por su novio, quien huyó con otra mujer el día de su boda. Furiosa, ella agarró a un desconocido al azar y declaró: "¡Casémonos!". Había actuado por impulso, pero luego se dio cuenta de que su nuevo esposo era el famoso inútil Collin. El público se rio de ella, e incluso su fugitivo ex se ofreció a reconciliarse. Pero Linsey se burló de él. "¡Mi esposo y yo estamos muy enamorados!". Aunque todos pensaron que deliraba. Entonces se reveló que Collin era el hombre más rico del mundo. Delante de todos, se arrodilló y levantó un impresionante anillo de diamantes mientras declaraba: "Estoy deseando que sea para siempre, cariño".
Belinda pensó que, tras el divorcio, separarían sus caminos para siempre: él podría vivir su vida como quiera, mientras ella podría dedicarse a disfrutar el resto de la suya. Sin embargo, el destino tenía otros planes. "Cariño mío, estaba equivocado. ¿Podrías volver conmigo?". El hombre arrogante, al que una vez ella amó profundamente, bajó humildemente la cabeza. "Te ruego". Belinda apartó con frialdad el ramo de flores que él le había regalado y respondió fríamente: "Es demasiado tarde".
Ellos no saben que soy una chica. Todos me miran como si fuera un hombre, un príncipe. Su especie compra humanos para satisfacer sus lujuriosos deseos. Y cuando ellos llegaron a nuestro reino para llevar a mi hermana, intervine para protegerla. Fue así como ellos también terminaron comprándome. El plan era escapar, pero mi hermana y yo nunca tuvimos una oportunidad. ¿Cómo iba a saber que nuestra prisión sería el lugar más fortificado de su reino? Se suponía que debía quedarme en el anonimato, pues no tenían un uso para mí. Solo era alguien a quien nunca debían comprar. Pero entonces, el hombre más poderoso de la salvaje tierra, su despiadado rey bestia, se interesó por ese "principito bonito". ¿Cómo podremos sobrevivir en este reino brutal, donde todos odian a los de nuestra especie y no tienen piedad de nosotros? ¿Y cómo puede alguien, con un secreto como el mío, convertirse en una esclava sexual? Nota del autor: es una novela de romance oscuro, apta solo para mayores de edad. Espera varios temas sensibles, como la violencia. Si eres un lector experimentado de este género, buscas algo diferente y estás preparado para entrar sin saber qué es lo que te espera, ¡entonces sumérgete en esta aventura! . De la autora del bestseller internacional "La Esclava Más Odiada Del Rey"
"Durante su trabajo de medio tiempo en un bar clandestino, Wendy se emborrachó accidentalmente. Cuando se despertó, se dio cuenta de que la habían confundido con una prostituta y que había perdido su virginidad. Después de tener una aventura de una noche con Charlie, un hombre increíblemente guapo, Wendy tiró doscientos dólares para defender su dignidad. Sin embargo, el comportamiento arrogante de Wendy molestó a Charlie, quien, en venganza, volvió a llevarla a la cama. ""¿Qué quieres?"", dijo Wendy molesta. ""Asumir la responsabilidad de lo que te hice"", respondió Charlie sonriente. ""¿Pero cómo?"", Wendy continuó. ""Al seguir acostándome contigo""."
Madison siempre había creído que se casaría con Colten. Pasó su juventud admirándolo, soñando con su futura vida juntos. Pero Colten siempre le fue indiferente, y cuando la abandonó en el momento en que más lo necesitaba, por fin se dio cuenta de que él nunca la había amado. Con la determinación de empezar de nueno y sed de venganza, Madison se marchó. Tenía por delante un sinfín de posibilidades, pero Colten ya no formaba parte de su vida. El hombre, por su parte, corrió a buscarla presa del pánico al darse cuenta de ello. "Madison, por favor, vuelve conmigo. Te lo daré todo". Sin embargo, fue su poderoso tío quien abrió la puerta y le dijo: "Ella es mi mujer ahora".