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"Abai es pescador, como lo fueron su padre y su abuelo. Una mañana despierta en su viejo barco, el Latón, y descubre que el mar se ha ido. Este hecho, desconcertante y estremecedor, es el punto de origen de una odisea que le lleva a conocer gentes y países nuevos, siempre en busca de "su" mar y de una explicación al terrible acontecimiento de su desaparición. Este libro es la historia de esa búsqueda, un viaje inolvidable al que se enfrenta el protagonista con una voluntad indomable y una honestidad intachable. Una aventura a través de tierras y mares que le son desconocidos, donde la realidad y los sueños a menudo caminan de la mano, y al final de la cual Abai hallará mucho más de lo que iba buscando. Amaneceres rojos. Atardeceres violetas es un homenaje a la sencillez, a los sentimientos nobles, a la tierra, el viento y el mar. Al amor y a las palabras que surgen del corazón. A todo aquello que es indispensable en la vida. "
Miraba a derecha e izquierda, de este a oeste, de norte a sur, despacio, aturdido. Su mirada se paseaba incrédula por la vasta cuenca vacía de lo que una vez fue el mar: el mar se había ido. Esfumado, evaporado, gone, finito, no more. Quizá algún mago poderoso y malvado se escondía detrás de alguna de las colinas que una vez fueron islas... No, allí no había nada, nadie, solo vacío, oquedad, empitness, suelo cuarteado, algas marchitas, anclas oxidadas, boyas olvidadas, pedazos de redes, rocas grises, sal...
Miraba a derecha e izquierda, de este a oeste, de norte a sur una y otra vez como un leal vigía olvidado. Buscaba una explicación: el cielo permanecía inmutable, las nubes siempre cambiantes y pasajeras, pero aquel horizonte era ajeno.
Un perfil desconocido y atroz de un paisaje de pesadilla.
Aferrado a la proa de su barco no entendía nada, nada. Las manos le temblaban, la saliva espesa, el corazón se le escapaba del pecho. Miraba al suelo: apenas podía creer que bajo el casco de su tan querido barco no se dispusiera el mar, siempre presente y pretérito como la materia de la que está hecha el subconsciente, tan propia, tan de siempre, tan infalible. Su barco, el Latón, seguía en pie pero cojo y paralizado, hipnotizado por un céfiro perverso, espantoso, que había robado de sus pies de metal el sustento de sus días. Parecía hibernando, o peor aún, herido de muerte, moribundo. O aún peor: muerto ya. Nada tenía sentido. Nada encajaba en su simple cerebro de pescador: el mar se había ido, gone, good bye, au revoir.
La magnitud del suceso sobrepasaba toda posibilidad de raciocinio, abrumaba su inocente lógica, cortaba de raíz los pequeños brotes de juicio. Todo era emoción, terrible, intensa, dolorosamente evidente. "Quizá vuelva esta tarde... Por la noche... Quizá mañana...", intentaba consolarse. "Si todo se ha ido tan de repente, ¿por qué no puede retornar de la misma manera?". Sin embargo, aquella tierra seca y vacía, el suelo que fuera fondo del mar, parecía contarle a través de efluvios de muerte y nostalgia que el mar se había ido para no volver, lo habían robado quizá aquellos dioses de la antigüedad de los que alguna vez oyó hablar en la escuela, los mismos que jugaban con los humanos juegos crueles de encantamientos mortales.
Se sentó en cubierta, cabizbajo, apesadumbrado. Echaba de menos el sonido de las olas rompiendo contra el casco, el zumbido del motor, el acoso de las gaviotas alrededor del barco. Se acordó de Dios. Quizá él se lo había llevado. Quizá como castigo por sus malos hábitos, por querer siempre más, otra captura, un poco más, más grande, un rato más... Comenzó a rezar en silencio, casi sin darse cuenta, las pocas oraciones que conocía repitiéndolas una y otra vez. Cuando acabó le preguntó: "¿Por qué te has llevado el mar?". Fueron las primeras palabras que pudo articular, que se hicieron voz en su garganta desde que despertó aquella mañana. Su voz sonó extraña en mitad del vacío. Luego suplicó: "¡Por favor, devuélvemelo!... ¡Devuélvemelo!".
Imploraba en sollozos, poseído por la desesperación.
-No volverá.
Una voz. Se incorporó súbito y se asomó buscando con la mirada: venía del suelo, tenía que estar cerca del barco. Bajó con cuidado a tierra por la soga de amarre.
-¿Quién eres?
-No volverá...
La voz surgía de detrás de unos arbustos, a la sombra de una roca. Se acercó y el corazón le dio un vuelco cuando vio a un enorme esturión yaciendo agonizante sobre una porción de suelo todavía húmedo. Nunca había visto tan hermoso animal, tan grande, con aquella coloración. Se asustó.
-No te asustes. Yo no puedo hacerte daño. Eras tú quien me pescaba, quien me sacaba del agua para acabar mis días despanzurrado, seccionado, humillado en un puesto del mercado, mi carne y mis huevas vendidas al mejor postor como simple mercancía. Aquí era el rey.
Jamás había sentido pena por un pez.
-Es cierto, y lo siento. Lo siento de verdad. Nunca había sentido pena por ti.
-Poco importa ya. Yo me comía al pez pequeño, tú me comías a mí. Siéntate, siéntate a mi lado. Acompáñame. Nunca he sabido tu nombre.
-Abai. Me llamo Abai.
Se sentó junto a la cabeza del enorme pez. Sintió deseos de acariciar su lomo.
-Yo me llamo Idurk y era el rey de este mar. Llevaba millones de años nadando en estas aguas. Antes éramos miles y miles...
-Hasta que llegamos nosotros.
-Las aguas comenzaron a temblar, transmitían sonidos extraños que tardamos en reconocer: el golpeo de vuestros remos, el susurro de vuestras barcas surcando las aguas, el sonido extraño de vuestras voces... Cada vez erais más, las barcas se convirtieron en barcos, los remos en motores de hélice. Ya no podíamos eludir vuestras redes, ni nadar más rápido que vuestros propulsores.
-Lo siento. Créeme que lo siento... ¡Cómo no pude darme cuenta!
-Poco importa ya, Abai. Ya ves que no hay mar y no volverá.
-¿No volverá? ¿Estás seguro? ¿Cómo lo sabes?
-Las aguas... Las vi marchar hipnotizadas, poseídas por un destino ineludible e incomprensible. Como el destierro de un ejército fantasma. Cantaban cánticos de despedida, bellos, muy hermosos, tristes. "Nuestra hora ha llegado", decían como si hubiesen estado esperando una señal desde los primeros amaneceres del mundo. Yo no podía entender. "Idurk, ¿vienes?", me preguntaron. Yo les respondí que no podía marchar, que esta era mi casa, mi reino, que no entendía por qué tenían que partir. "Entonces morirás, ¿lo sabes?". Yo simplemente asentí.
-¿Y el resto de los peces?
-Algunos se fueron. Otros se quedaron a mi lado pero ya han muerto y otras bestias han dado cuenta de ellos. A mí ya me queda muy poco.
-Si pudiera ayudarte...
-No puedes, Abai. Es mi destino, ahora lo sé y estará escrito en alguna parte en una lengua quizá olvidada en algún remoto rincón del universo. Mi hora ha llegado, mi cuerpo sustentará otras vidas.
-Pero tu espíritu perdurará siempre, ¿verdad?
-Mi espíritu nunca se ha extinguido, Abai, y nunca se extinguirá. Es el mismo hálito que habita en el interior de todos los seres vivos. Ahora me despido. Déjame estar.
El enorme esturión expiró. Cerró los ojos y su respiración cesó. Abai lo contemplaba compungido. Acarició su dorso húmedo y frío y lloró.
"Oliver Anderson, un millonario y apuesto joven de veinticinco años, está a punto de perder la presidencia de su empresa por no llevar una vida formal. Pero de repente su vida da un giro al pedirle a su secretaria, Alexandra Carlin, que sea su esposa durante seis meses. La historia narra el divertido matrimonio odio-amor entre Oliver Anderson y su secretaria cuando las cosas no salen como ellos esperaban."
"Hay hombres que no creen en el amor a primera vista..., por eso hay que pasar por delante unas cuantas veces más. Todos en Leighton Abogados coinciden en que Lea Velour sería la letrada más destacada del bufete si su jefe no insistiera en tratarla como una secretaria suplente. Pocos sospechan, en cambio, que bajo el moño tirante y sujeto gracias a litros de laca y disciplina se esconde algo más que un cerebro brillante: una mujer que, en vez de ansiar el respeto del sexy y divertido Jesse Miranda, está deseando que este se lo falte. Desgraciadamente, parece que su personalidad práctica y aspecto severo no sirven para captar la atención de un hombre como él, que ya la ha colocado en una casilla no muy aventajada: la de patito feo. Un toque de atención, un golpe de azar y la repentina curiosidad de Jesse hacia su contradictoria abogada adjunta desembocarán en un juego peligroso y excitante con unas reglas establecidas desde el principio: sin promesas de amor. Él acabará descubriendo el potencial de una mujer que todo lo que necesita es un motivo para convertirse en puro fuego, y ella a un hombre que puede que al final no sea el playboy descerebrado y accesible que parece, sino alguien con el corazón blindado y más que digno de un amor que podría no ser correspondido."
"Alexandra Carlin es una chica recién graduada en la universidad, sin éxito en el campo laboral. Un día es contratada por fin como secretaria del presidente de una revista de prestigio a nivel internacional, Oliver Anderson, un joven apuesto de veinticinco años. Oliver está a punto de perder la presidencia de la empresa por no tener una vida formal. De repente, sus vidas dan un giro cuando hace un contrato con Alex para ser su esposa durante seis meses. La historia narra el divertido matrimonio odio-amor entre Alex Carlin y su jefe, sobre todo cuando nada sale como ellos esperaban."
"En compañía de su padre y su hermano Héctor, Eric Barón sale a vacacionar un día a un bosque de Illinois. Jamás imaginó que ese viaje daría inicio a una aventura inimaginable cuando, por alguna causa incomprensible, un rayo de luz se introduce en su cuerpo mientras intentaba tocar una estrella que se reflejaba en las aguas de un río. Eric trató de cubrir sus ojos de la refulgente luz, pero antes de lograrlo ya había caído inconsciente. A partir de entonces logra transportarse junto con su hermano a un mundo distante: Fagho, y es ahí donde conocen a Arcon Ásteris (hijo del rey de un reino llamado Ándragos) y a Karime Theradam (su protectora). Sus vidas se entrelazan ineludiblemente cuando Eric intenta volver definitivamente a casa con su padre, cosa que solo puede llevar a cabo con la ayuda del cetro del rey, el cual, solo en sus manos, se convierte en el puente de unión entre ambos mundos. Los cuatro chicos comienzan a vivir una serie de emocionantes y escalofriantes aventuras cuando se enteran de que el grolyn (el cetro real) es nada más y nada menos que un “cetro mágico” que se puede reactivar en un lugar llamado Ashwöud. Entonces intentarán realizar esta increíble hazaña a pesar de los esfuerzos de Drakon (el más acérrimo enemigo del rey), que a toda costa intentará apoderarse del enigmático grolyn y, por alguna causa desconocida para todos, ahora también del propio Eric Barón."
"En Denver High se dice que, si pones tu nombre en el casillero 420, Cupido encontrará a tu pareja ideal. Y ahí es donde entra April Jones. Nadie parece notar a April. Su talento para observar a los demás a la vez que se mantiene en las sombras la convirtió en la persona ideal para aquel papel. Su doble identidad nunca se había visto amenazada hasta ahora, cuando el casillero recibe una nota en la que Darren McGavern pide una cita con Cupido. April sabe que debe proteger su secreto más que nunca, no solo porque podría ser de conocimiento en toda la institución y se volvería el centro de las miradas, sino también porque, como pudo descubrir, Darren odia a Cupido. Y de una cita con alguien que te odia solo pueden surgir problemas. "
"Lyra Coppens ha sido secuestrada por un hombre que pretende transformarla en una muñeca. Él desea hacer cambios en el cuerpo de su víctima para concursar en el Desfile Macabro, un repulsivo evento nacido en la deep web. En este, los «representantes» modifican los cuerpos de sus «modelos» para competir, en una retorcida pasarela, por una enorme suma de dinero. Lo que estos criminales no sospechan es que hay dos nuevos jugadores en escena. Sonnet Bleus, el mejor amigo de Lyra; quien está dispuesto a hacer lo que sea para rescatarla. Y Steiner Carsten, el agente especial de Ciudad Onírica que está a cargo de la investigación del Desfile Macabro. ¿Dónde se encuentra el límite entre la salvación y la perdición? Esta es una carrera contrarreloj."
"Tú no perteneces aquí. Lárgate". Hanna, la hija legítima de Wheeler, regresó sólo para ser expulsada por su familia. Su prometido la engañaba con la hija impostora, sus hermanos la despreciaban y su padre la ignoraba. Entonces, se cruzó con Chris, el formidable líder de la familia Willis y tío de su prometido. "Hagamos como si nunca hubiera pasado", dijo ella. Sin embargo, a pesar de la esperanza de Hanna de separarse, Chris insistió en que fuera responsable. Él amenazó con revelar los verdaderos talentos de Hanna como doctora sobresaliente, guionista brillante y cerebro de un famoso estudio de diseño, obligándola a casarse. Una vez le pidieron a Chris que protegiera a alguien. El destino los reunió en circunstancias delicadas. Él había planeado mantener su promesa y proporcionar un refugio seguro, sólo para descubrir que Hanna estaba lejos de ser la delicada mujer que parecía. Era ingeniosa y astuta...
Madisyn se quedó de piedra al descubrir que no era hija biológica de sus padres. Luego la verdadera hija de esa familia le tendió una trampa, haciendo que la echaran de casa y se convirtiera en el hazmerreír de todos. Creyendo que era hija de campesinos, Madisyn se sorprendió al descubrir que su verdadero padre era el hombre más rico de la ciudad y que sus hermanos eran figuras de renombre en sus respectivos campos. Todos la colmaron de amor, solo para enterarse de que Madisyn tenía un próspero negocio propio. "¡Deja de molestarme!", dijo su exnovio. "Mi corazón solo pertenece a Jenna". "¿Quién te crees que eres? ¿Mi mujer siente algo por ti?", reclamó un misterioso magnate.
Era una doctora talentosa de fama mundial, CEO de una empresa que cotiza en bolsa, la mercenaria más formidable y un genio de la tecnología de primer nivel. Marissa, una magnate con una plétora de identidades secretas, había ocultado su verdadera identidad para casarse con un joven aparentemente empobrecido. Sin embargo, en vísperas de su boda, su prometido, que en realidad era el heredero perdido de una familia adinerada, canceló el compromiso, incluso la humilló y se burló de ella. Cuando las identidades ocultas de la chica salieron a la luz, su exprometido se quedó atónito y le suplicó desesperadamente que lo perdonara. De pie, protector ante Marissa, un magnate increíblemente influyente y temible declaró: "Esta es mi esposa. ¿Quién se atrevería a quitármela?".
-¡Quiero el divorcio! - me dice en un tono frío. No es la primera vez que me pide algo así; antes lo hacía a menudo. Se levantó del sofá y lo miró a los ojos. Le molestaba que no la dejara dar ni una sola explicación; solo asumía las cosas. Era mejor dejar todo como estaba. No pensaba rogarle para que la escuchara, no pensaba hacerlo nunca más. -¿Estás seguro de que eso es lo que quieres? - le preguntó, mirándolo fijamente. Por muy ilógico que pareciera, intentó aferrarse a su única esperanza. Le tiró los documentos al rostro, y ella los tomó con una sonrisa amarga. Tomó el bolígrafo de la mesa y firmó sin pensarlo ni un minuto más. Se levantó con la poca dignidad que todavía conservaba, empacó las pocas pertenencias que tenía y se marchó sin mirar atrás. 🌼 Nota de la autora Espero que les guste esta historia llena de amor, intriga y mucho más. Gracias por el apoyo de antemano. No olviden dejar sus comentarios.
Dos años después de su boda, Ximena perdió el conocimiento en un charco de sangre durante un parto difícil, olvidando que su exmarido se iba a casar con otra persona ese día. "Nos vamos a divorciar, pero el bebé se queda conmigo". Estas palabras resonaron en su mente. Sabía que él no estaba allí para ayudarla, sino para quitarle a su hijo. Ximena preferiría morir antes que ver a su hijo llamar madre a otra mujer. Posteriormente perdió la vida en la mesa de operaciones con dos bebés en su vientre. Pero ese no fue el final para ella... Años más tarde volvió a encontrarse con Ramon, que ha cambiado mucho. Quería quedársela para él a pesar de que ya era madre de dos hijos. Y cuando supo que ella se iba a casar de nuevo, irrumpió como un loco. "Ramon, ya morí una vez antes, así que no me importa volver a morir. Pero esta vez, quiero que muramos juntos", gritó ella, mirándolo con angustia en sus ojos. Ximena pensó que él no la amaba y estaba feliz de estar fuera de su vida. Pero lo que ella no sabía era que la noticia de su inesperada muerte le había roto el corazón. Durante mucho tiempo lloró de dolor y agonía. Siempre deseó poder retroceder en el tiempo o ver su hermoso rostro una vez más. Todo esto fue demasiado para Ximena, cuya vida estuvo llena de idas y venidas. No sabía si debía volver al lado de su exmarido o seguir adelante con su vida. ¿Cuál elegiría ella?
Hace tres años, Avery quedó maltratada y sola por el hombre que más amaba, Dylan, pero ella completó valientemente la ceremonia de la boda mientras estaba embarazada. Tres años después, aunque estaban casados, con el tiempo se distanciaron. Avery se centró en su carrera y ya no creía tontamente en el amor. Pero su transformación instantáneamente hizo que Dylan entrara en pánico... ¿Y cuál es el secreto de hace 11 años que Avery siempre se ha mostrado reacia a revelar? *** "Fue a un bufete de abogados, se reunió con un abogado..." ¿Un abogado? ¿Avery está demandando a alguien? ¿OMS? ¿Existe algún litigio reciente contra la empresa? De repente, Dylan se rió entre dientes con frialdad: "¿A quién podría demandar? Soy el director ejecutivo de esta empresa. ¿Cómo es que ese asunto no me llega a mí primero?" La asistente tragó nerviosamente y habló en voz baja: "Señor, no hay ningún litigio contra la empresa. Se reunió con... un abogado de divorcios".