-Es cuestión de costumbres Marcus, no puedo casar a Raquel, sin que Lía mi hija mayor se case primero. -Argumento mi padre-. Es una costumbre que está en mi familia hace muchos años, espero que entiendas.
-Bueno realmente no importa con cual de tus hijas se case mi hijo. -comento el Sr. Veliz, indiferente-. Lo importante es que case con una de ellas para poder establecer la alianza.
-Pero Chris ama a Raquel. -dije, sin acreditar lo que estaban hablando-. El solo me como su amiga, pero mi hermana, ella es la mujer amada de el.
-Ustedes son buenos amigos. -hablo mi padre-. Christopher, aprenderá a amarte.
-Pero, ¿Qué plan tienes para el día de la boda Isac? -pregunto el Sr. Veliz.
-Primero se cancelara la boda Civil con la excusa de invertir más en la ceremonia. -Comento mi padre-. Luego haremos que Raquel firme una acta de matrimonio la cual nunca llegara a las manos de tu hijo, tu le harás llegar el acta firmada por Lía y te encargaras de que la firme sin leerla.
-No hay problema Isac, puedo hacer eso. -dijo el Sr. Veliz-. El asunto es el día de la boda.
-Para allá voy Marcus, el día de la boda llevare a mi hija Raquel al altar para la ceremonia, mientras que mi hija Lía estará en el auto esperando a Chris para irse al hotel. -comento mi padre.
-Pero tus hijas son muy diferentes, cuando Christopher se reúna con Lía en el hotel la reconocerá. -dijo el Sr. Veliz.
-Al no ser que este ebrio, tu y yo sabemos que tu hijo no distingue a nadie cuando esta borracho y podemos usar eso a nuestro favor. -dijo mi padre-. Yo me encargare de desaparecer a Raquel, por esa noche y para cuando sea de día ya tu hijo estará casado con Lía, y no habrá vuelta atrás
-Eso es un excelente plan. -dijo el Sr. Veliz, para luego mirarme-Y tú no te preocupes hija que Christopher, aprenderá a amarte como ama a Raquel.
-Eso lo dudo. -dije conteniendo mis lagrimas-. Puedo retirarme de aquí
-Claro retírate, me gustaría hablar asolas con tu padre. -dijo el Sr. Veliz.
No dije nada más y me retire de aquella oficina, al salir de allí me dirigí a la sala de espera y allí me encontré a Christopher despidiendo a un cliente y el ya mencionado al verme dijo:
-Lía, ¿qué te trae por aquí hoy? -dijo dejando un rápido beso en mi mejilla como saludo.
-Mi padre me pidió que lo acompañara hoy y en su itinerario tenía una reunión con tu padre. -respondí sonriendo levemente.
-Puedes esperar a tu padre en mi oficina si quieres. -me ofreció.
-No quiero importunarte, debes estar ocupado. -dije negándome.
-Nada que ver, acabo de despedir a mi último cliente por hoy. -dijo sonriendo-. Insisto vamos.
No pude negarme más y al final acompañe a Christopher, hasta su oficina la cual era igual de grande que la de su padre, estando allí no sentamos en el sofá grande que allí estaba y rápidamente el hablo:
-Tienes idea de que están hablando nuestros padres. -dijo Chris, sonriente como siempre.
-Ni idea, quizás planes de tu boda con Raquel. -dije tratando de sonreír pero salió más una mueca.
-No puedo creer que ya solo falten dos semanas para casarme con tu hermana. -dijo emocionado y con sus ojos brillosos de felicidad-. Mi amada Raquel.
-Falta muy poco si. -dije viéndolo-. ¿Cómo te preparas para eso?
-Si te soy sincero, tengo miedo. -dijo riendo y yo lo acompañe-. Aquí entre nos tu hermana tiene una carácter muy fuerte pero aun así la amo.
-El amor todo lo puede y todo lo soporta. -dije sonriendo.
-¿Y tú? -dijo viéndome.
-Yo que Chris. -dije mientras acomodaba un mechón rebelde de mi cabello.
-¿Cuándo te casaras? -Pregunto sonriendo ampliamente-. Mira que ya te estás poniendo viejita.
-No exagere, aun tengo tiempo para eso. -respondí riendo.
Hablamos por un rato largo hasta que mi padre vino por mi y por fin pudimos dejar aquella oficina para regresar a casa, cuando llegamos a esta fui a hablar con Adiná mi madre pues tenía la esperanza de que ella convenciera a mi padre de desistir de tal absurdo de casarme con el prometido de mi hermana.
-Lo siento hija, yo no puedo contradecir a tu padre. -dijo mi madre -. Es una costumbre de esta familia que la hija mayor se case primero.
-Pero es el prometido de mi hermana y ella no me perdonara que le haga esto. -Empecé a llorar desesperada-. ¡La estaría traicionando! -Exclame.
-Hija mía. -Me abrazo mi madre tratando de calmarme-. Vele el lado positivo al asunto, tú no eres culpable y quizás Raquel entienda eso.
-¡Quizás!, el destino de la relación que tengo con mi hermana depende de un quizás. -exclame, muy Molesta-. Mama Raquel, jamás va a perdonarme que le quite a Chris ella lo ama y el la ama a ella. -dije desesperada-. Lo hubieras visto hoy, sus ojos brillaban con tan solo mencionarla.
-Lo sé hija, se que Raquel es la mujer amada de Chris, pero el también puede llegar a amarte a ti. -dijo mi madre.
-Eso lo dudo. -dije molesta y triste a la vez.
-No seas pesimista hijita, Christopher va aprender amarte de la misma manera que ama a Raquel -dijo mi madre
-Va a odiarme por no advertirle nada mama -dije desesperada- Pero ustedes no se ponen en mi lugar porque lo único que le interesa es el dinero que van a obtener de este matrimonio -dijo para irme de allí
Continuara...