jos y su sonrisa burlona, mirándome fijamente, devorándome poco a poco, alimentándose del miedo que fundía a mi pequeño cuerpo. Aún es espeluznante el recuerdo, tal como lo fue en esa
rrada, pude sentir su presencia traspasar mi cuerpo. Lo último que recuerd
o ella, aunque sé perfectame
Jamás podré borrar el terror que mí cuerpo s
ordenada, sus manos acariciando mí cabello, lograron que pudiera olvidarme, al me