Silvana por haberla ayudado en todo. Sabe que es tarde, pero no tiene sueño, lo único que desea es llegar a su casa, despert
rano para hablar con Silvana, por la hora su amiga debe estar durmiendo. Le sorprend
maquea un poco- mejor
lta al escuchar la voz de su mejor am
está en nuestro sofá?- pr
ownies especiales y al final se hizo t
que un extra
e pondrá insoportable, no es un ext
se queja la chica, se acerca hasta la otra
arres con tus sucias manos
ager
ol para que vengas a contarm
ó en la cita, lo guapo que se veía Edward, lo caballero que había sido, lo inteligente y apasion
bas y Edward te pedía tu n
reando historias
, sólo dije que podían verse otra
burla - pero siento que Edward ha jodido mi vida
buscar a o
o por ahora quiero divertirme con mi mejor amiga lo que queda del
lo no
y le entrega su celular a Silvana
.
n incomodidad, desde aquel casual encuentro apasionado con "Silvana", la suerte del hombre de grandes oj
enos la mitad de lo interesante que "Silvana" le resultaba. Con ninguna otra había
dían a acostarse con él. Aquella
con la que había quedado en salir. Desde su celular bus
je de
emanas y tal vez resulte raro, pero
ular. Tal vez este tema de las ci
.
ark, su mejor amigo y socio de la empresa.
s de una hora
o eliges bie
tas en línea Mark, ayer desinsta
mismo la primer
era como si Silvana y yo tuv
va en su trabajo y que hayan pasado más tiempo hablando sobre anécdotas en sus campañas publicitarias
car mujeres de mi e
riencia con las joven
.
de aquel encuentro con Edward su vida sólo mejoraba, ese hombre le devolvió las ganas de vivir, le había re
. Ahora, los tres se encontraban en la puerta de la universidad, Isabella no podía evitar una piza de nerviosismo en e
ue nos inscribimos en un curso
Cross es el mejor enseñando
ller de proyectos digitales y tengo que llevarlo nuevamente
o nuevo, nunca lo he vist
imos años, y tiene una empresa
que proyecta sus frustraciones sexuales en los trabajos
n malo, además, Cal
, suerte con Cross- se despide de sus
de otros cursos, había menos estudiantes, un
armar un plan de inversión, pero no creyó las advertencias de Caleb, tal vez el
saban y la hora de la verdad se aproximaba. Siendo las ocho en punto de la mañana la puerta del aula 503 se cerró
los estudiantes que tenía en frente. Tenía la manía de mirar s
mie