l ba
Dylan, Rachel y Rose. Ellos, al ver llegar a esta con un morral, corrieron
ientes? ¿Por qué te fuiste del
tamento? -Consultó Yves, asombra
casaste? ¿Cuándo? Y ¿Con quién? -Gritó Dy
s. No comprendía lo que pasaba así que pidiendo c
me fui del apartamento
ndió mirando a esta con una sonrisa- ¡Se
uerto, al llegar a Canadá y no se sabe los números
número de nadie, solo el mío y porque
s días siguientes al funeral de su madre, no se alimentó bien. Dylan se a
or como siempre y demostrando qu
e amenazas. No te tengo miedo y en ningún momento
ta me la pagas! ¡Cabrona! -Bramó
u marido, te quedaras en mi casa ¡Llama a Donald! Porque real
lan! -Comentó Rose- ¿Por qué no llamas a tu espos
decisa- ¿Cuándo llegó? ¿Por qué no
stas? Si no lo llamas -afirmó
expresó Rachel, extendiendo su celular. Ante la in
órdenes! -Informó él, con
lla con la voz trémula y apag
ada- ¡Anda vida! ¿Dime, dónde estás? ¡Por favor, permite que aclar
ntestó ella, sintiendo nuevamen
ió él girando su Lamborghini
*
achel. Al ver a Yves, corrió hacia ella abrazando y besando a esta, ofreciendo mil di
él, considerándose bendecido, al volver a tener
ara? -Consultó ella, dejando correr sus lágri
arrepentido de haber puesto primero sus neg
estra noche de luna de miel. Otros, los solicité preparar hoy, mientras te localizab
gradeció lo que siempre hacen por ella. Igualmente él, agradecido se de
retraso en el viaje. Él, condujo con una mano, mientras que con la otra llevaba a Yv
r tanto a alguien. No tienes idea, lo que fue no encontrarte en el apa
la condición, solo lo disfrutaría mientras mi
sin descuidar la vista de la carretera. Yves, quedó con la boca abierta, sin p
-Cuestionó aso
yo. Tú ves si lo alquilas o lo tienes como un refugio para tú escapadas..
o habías entregado a la
tu mamá y quiero que los conserves -expresó llevánd
*
la caminara sobre la alfombra de pétalos de rosas rojas, q
r tan delicioso que emanaba de los mismos. Donald, la tomó por la cintura,
o? -Aseveró, acar
tí hambre -confesó ella, escondi
alarmado y pensativo- No debes de
contestó ella totalmente abs
ucho, espera lo poco ¿Cierto? -Interrogó él, levantando el mentón
u esposo y a la pregunta formulada por él- Y sí mi amor, como diga
más hambre. Al llegar el delivery almorzaron, luego descansaron un
e de juegos y caricias, entre sus labios, mandíbula, mejillas y parpados. Luego,
ella, observando que te
dose de sus labios, empujando su lengua en la boca de ella. Esta,
e primero -suplic
on picardía y tomando a esta entre sus brazos. Donald, caminó con e
e que se desarrolló como mujer, nadie había visto su cuerpo totalmente desnudo. A
endo el grifo de la regadera. Ell
smo contigo? -pregu
quieras -le aseguró él, con una sonrisa y de
veía y se sentía muy duro, ella quedó hipnotizada. No podía quitar la vista de su c
ó en su pecho, en sus bíceps, para que los tocara y los percibiera totalmente. Lue
n suma delicadeza la enjabonó y masajeó totalmente. Yves, sentía que se iba a caer, puesto que sus piern
rpeló él, sintiendo el t
a, casi sin poder a
e él terminó con su baño le ofreció
asando él a ocupar el lugar que
o con él. Yves, masajeó y limpió cada parte del cuerpo de este, sin obviar ning
nos cada centímetro del cuerpo de Yves. A través de esto, despertó todo un cú
se desbordó de pasión y deseo. Luego, él tomó una toalla, se envolvió en esta
guidamente, se apoderó de la boca de ella, besándola de forma insa
el cuello, mandíbula, orejas, absorbiendo, succionando y mordiendo suavemente. Asimismo, con s
esesperación, ansias y desenfreno. Él, se concentró posteriormente, en la mayor
ba preparada para recibirlo, plenamente no la penetró. Ella, a pesar de la molestia que le produjo el d
on sus propias manos. Ella, experimentó varios orgasmos deleitándose con esa s
mentado este clímax. Se sentía pleno, satisfecho y amado por esta precio
él, con su voz muy ro
algo tan sublime y extraordinario -respondió e
evamente preocupado por ella, pero feliz por lo
estaba demasiado "caliente" -su