urante el camino hacia rectoría, pero sabíamo
upefacta, entre tanto el rector, gritaba como un
ea en su rostro. Sabía que el golpe no había dolido tanto como todas las cosas que nos habíamos
quedé inmóvil ante la presencia de
gunté sin disimular la moles
o está en posición
ese tipo, no piens
prestaba atención al hecho de que, me encontraba rente al único h
án me observaba con una sonrisa maquiavélica, y
sión de mi institución! -advirtió, pero hacía oídos sordo
i hombro, y como acto reflejó, la empujé haciéndola caer al suelo. Eso
labras retumbaron en el estr
ierra. Todo por cuanto había luchado, se esfumó en
i una pizca de arrepentimiento. Aunque, lo que más me dejaba atónita, era que Ana siquiera me miraba a
odiarla, con esto, se
tución y ahora que comprendía las consecuencias, me quería morir, pero ¿cómo justificar la violencia? Conocie
, quis
ciar al licenciado Vega, luego de haber tenido la
per
a de las mejores estudiantes de la institución. En la vida se me hubiera pasado por la cabeza que, sabiendo todas las
no e
a que el licenciado ya había dado su versión de la hist
, pero ya había forjado una opinión al re
, pero no mostraría debilida
s que me decía el rector, ante la risa diabóli
r. Ni mucho menos que el rector apareciera en el salón el mismo
epente y quedé sin habla. ¿Pedirle disculpa
e acosarme, quien ha abusado de mi... -y fue en es
a repentina me hizo estremecer. -Sabes muy bien que esa denuncia no fue
e en realidad pasó -dije y esc
xpresión de desinterés en su rostro, el muy bastardo comenzó a enum
isar mis cosas. He sido muy tolerante con cada una de sus acciones, pero no voy a permitir que me calumnie-. Hice mucha fuerza para no llorar, pero las lágrimas no dejaban de mojar mis mejillas y él no dejaba de exponer todo lo que había hecho, pero lo peor fue lo que hizo d
que salí de la oficina rumbo al salón a recoger mis cosas, pero a mitad de
brazo, pero me zafo para luego darle otr
etamente loca, mientras veía que los estu
hame, p
tituta. Ahora entiendo porque mi primo siempre te usó-, me acerqué lo suficiente como para que gravara en su retina cada una de mis palabras y la expresión en mi rostro al decirlas-. Porque llevas en la sangr
? Antes de traicionarte, lo has hecho tu. O ¿me vas a decir que no disfru
ifere
rte a que te pudieran operar rápido del pie, y no vi venir sus intenciones. Sin embargo, vos estuviste con él por tus propios intereses. Yo pensé en ti y vos no en mí. Y si, te traicioné, porque fue decisión mía ir esa noche a su casa y esta
í, porque, aunque no quería rec
a sola palabra y cada una
fuerzas que tenía en mi cuerpo. Grité tan fuerte que podía asegurar
varias cuadras hasta que me encontré en una esqui
sgraciado tan pronto
iría luego de lo que me hizo? Había arruinado mi vida por
ería irme lejos. No importa donde, no importa si no tenía un peso para hacerlo, solo quería escapar de la
de mole
cirte, te hará enten
que todo está dicho. Has arruinado mi vida y
y se acercó a mí, pero tan pronto quiso ponerme un dedo encima, no lo dejé. Aun así,
solo escúchame. T
uiero saber más de ti! Déj
para haber hecho lo que hi
mujer va a cambiar eso nunca porque no puedes querer a nadie, no sabes querer a nadie y vivir sin a
asta con
tro lado, sabía que, si no se daría por vencido y que, ha
dirlo para librarme de él y tener el tiempo suficiente de desap
mó mi rostro, aunque intenté zafarme no me dejó y tras romper esa
un instante me permití olvidar todo
eía era mi mejor amiga. Ojalá él hubiera sido un hombre a quién de verdad le importase mis s
casa y h
gotado ni un poco, pero entendía que resistirme a él haría las cosas más complicad
res hablar, te espero e
n era un especialista en el engaño. Por eso
iqué, aunque no mentí. Aun así, ellos no querían saber de mí
e pasaré por ti -besó m
nque sabía que en pocas horas vendría