ÍTU
EG
s at
veo el caso a venir aquí cuando está todo el escándalo de los niñ
que me hizo venir a escuchar el mismo sermón de la directora que no cambia desde hace cuatro años cuando llegamos del
ura la fastiosa númer
os conocimos en España por el trabajo de sus papás con los míos. Cinco de
, está a tres personas de distancia de mí por enana - ¿Tienes
podrá venir a ayudar a su hermanita con sus problemas de memoria al salir de casa, razón por la cu
desayuno es par
osa número dos, parada junto a mí en l
jugando a las atrapadas con Margery. En ese entonces se veía adorable con sus coletas, los cachetes regordetes y el cabello corto, pero d
o que m
e llegamos a esta escuela la mujer no ha dejado de repetir la palabra respeto y solidaridad como si fuera un mantra, e incluso hemos sido llamados a la dirección en algunas ocasiones - que nunca llega a oídos de nuestros p
l asunto del desarrollo; pero por dios, déjame disfrutar un poco más de la primaria. Ya in
n las dos revoltosas que tengo siempre pegadas, una de las profesoras, que tienen la función de
direc
ué hice,
si así se dejan de idioteces, es más creativo al momento d
e ven cerca y camino a la oficina de la directora, gruñendo. No me importa parec
nuda directora y me recuesto en la silla sin cuidado. Ya me voy a comenzar
do. - habla la directora, mirándome con una sonrisa hipócrita m
o me voy a mov
o he hecho nada con el
a llegar como un idiota al final donde me ven entrar con so
is. - dice con fingida amabilidad, revisando
enino y masculino incluso si es mínimo. Y voy a comenzar a creerlo porque cuando llegamos hace cuatro años no dejaba de reprender a Katherine Harris, la hermana de Sam, p
deseó suerte con su sonrisa maquiavélica esta mañ
ndica, tocándome los cojones con cada palabra que sé muy bien de donde vienen - Este año com
scuchara sus asquerosas conferencias en línea y analizara contratos y pro