Él ha estado enamorado de ella desde que son niños. Ella piensa que es solo una amiga ante sus ojos. Ambos tendrán que vivir juntos por casualidades desfavorables del destino que los hará ver esos pequeños detalles donde antes daban por pérdida cualquier esperanza. ¿Cómo terminará todo para estos mejores amigos?
CAPÍTULO 1
SAMANTHA
-Años atrás-
Mi mamá me detesta.
No sé cuál es su emoción al traerme a este lugar lleno de niños gritones, niñas lloronas y profesores a punto de perder la cabeza mientras los siguen por todo el patio del colegio. Yo no quería venir aquí y aún así me dejó en este lugar, sola y sin nadie normal que pueda conocer.
¿Y si me golpeo yo misma y le digo a la maestra que me caí, llamará a mí mamá? Me pregunto, apoyando mi mano en una de mis mejillas regordetas, sentada en una de las áreas techadas con sillas y mesas de todo el amplio jardín.
Aquí no veo a nadie con cerebro, todos gritan y berrean como si las vida se les fuera en ello ¿Alguien va a matarnos aquí y yo no sé?
¿Por qué mi hermana no me advirtió de todo este escándalo? En casa acostumbramos a comportarnos, mi padre incluso me enseña las mejores melodías de Mozart, Chopin; y me ha dado la opción de aprender piano si gusto, estos niños apenas y conectan dos neuronas, ¿Estoy muy adelantada a mi edad?
Junto a mí, una de los locos del patio que no dejan de corretear por ahí, pasa dando carreras con dos coletas en la espalda que le sostienen el cabello oscuro en trenzas para que no le estorbe con lo largo que lo tiene. No he visto su cara, pero de seguro está igual de deschavetada que todos.
- ¡Eres una tramposa, Margie! - gritan a mi espalda, justo antes del desastre.
La silla plástica donde estoy se estremece del golpe y mi cuerpo es arrojado al piso mientras grito del terror viendo el piso acercándose tan rápido a mi cara, hago todo lo posible para cubrirme con mis brazos, más no amortigua la caída solo empeora mis heridas y aumenta mis ganas de llorar como los demás niños, pero al menos yo tendría una justificación razonable.
El golpe es duro, me duele todo el cuerpo y parece que en cualquier momento voy a sentir un hueso roto, eso hace que no me mueva de mi posición fetal dejándome a mí misma llorar en silencio.
Duele mucho.
Y el sol del que estaba huyendo me comenzó a golpear en la cara, no me gusta.
- Lo siento. - dice el culpable de todo.
Siento sus pasos acercándose a mí cuerpo y eso me da el triple de miedo, con su torpeza seguramente me termina de caer la mesa entera.
- ¡Vete! - chillo sin mirarlo.
Ni siquiera se ha presentado y ya me cae mal.
- ¿Mataste a alguien? - pregunta una niña, de seguro la que llamó Margie antes de tirarme al suelo.
Un nombre muy extraño, por cierto.
- Cállate y ayúdame, tonta. - le regaña el tonto que me tiró - Está herida.
Escucho sus pasos retirarse, de nuevo, luego de decirle que va por algo que sirva.
¿Herida? ¿Estoy sangrando?
Me siento despacio, quejándome aún por el impacto de la caída de la silla. De esto me va a quedar un horrible moretón, mi piel es demasiado sensible cuando la tocan con mucha fuerza. Miro mis pequeñas manos confundida, en busca de la supuesta herida que tengo, pero no veo nada. Ni en mis manos ni en mis bracitos ¿acaso es estúpido además de ciego?
La niña vuelve corriendo.
- Tranquila. - dice acercando el paño húmedo que le entregaron - Solo voy a limpiar la sangre, trataré que no duela.
Sigo su mano confundida; encontrándome con mis rodillas magulladas junto a mi zapato rosa favorito en el suelo, lejos de mi pie.
- Me hiciste sangrar. - lo acuso con los brazos cruzados, mirando a otro lado, molesta.
Y es allí que veo que sus intentos para curarme también son pésimos, el pañuelo frío me lástima las heridas y mi llanto se hace más fuerte, golpeándolo con mis manos lejos de mí.
¡Duele!
- Pareces una muñeca Barbie. - comenta la niña que está con él.
La miro con mis ojos llorosos, limpiando mis lágrimas con el dorso de mi mano. Es linda, una niña simpática en medio de tanto lunático, con el flequillo recto y los ojos azules se ve como una princesa de las películas que veo con mi hermana.
Tiene ropa beige y rosa, demasiado formal para alguien que no dejaba de dar carreras hasta hace un momento.
- Soy Margery, pero puedes decirme Margie. - se presenta con una amplia sonrisa sin los dientes frontales, extendiendo su mano en mi dirección.
Al menos uno de los dos tiene educación. Le estrecho la mano a la niña, sorbiendo los mocos en mi nariz y veo mal al niño quejoso porque lo empujé que está a mí otro lado, ella es linda, él es tonto.
El pañuelo ahora está en el suelo, sucio. Era de las chicas súper poderosas.
- Con un gracias me bastaba. - dice con una mueca, sentándose junto a mí, igual que Margie de mi otro lado - ¿Por qué me empujaste? - pregunta con los ojos cerrados por la mueca de dolor.
- Porque me dolió. - digo.
- Entonces dime que te duele, no me empujes sin razón. - suspira, abriendo los ojos para mirarme mal - Eres mala.
Él es... ¿Lindo?
Chispas, es el niño más lindo que he visto en todo el lugar ¿cómo no me di cuenta?
- Él es Gregor, lo puedes ignorar. - dice Margie riendo a la vez que su amigo la mira mal, levantándose con el ceño fruncido al sacudir su ropa.
¿Los niños fruncen el ceño? Hasta donde recuerdo es un gesto característico de papá cuando está en su despacho, no de los niños llorones de aquí.
- Si ignorándome evito que me golpees, no voy a molestarme. - me dice, suspirando. Termina de limpiar su ropa, un pantalón deportivo negro y camisa gris que resalta los ojos del mismo color, y me mira con seriedad, apoyando las manos en su cintura - Te pedí disculpas e intenté arreglar mi error, no funcionó así que me voy, princesita.
- No me llamo princesita. - me molesto, mirándolo con el ceño fruncido.
¡Mi primer ceño fruncido a alguien más que no sea mi hermana, que emoción!
- Soy Samantha...
- Para mí serás, princesita. - me corta con indiferencia, caminando lejos de nosotras. Al parecer ya acabó su juego con Margie - Adiós.
Miro a su supuesta amiga, Margery, pero está en un mundo paralelo mirando sus manos mientras tararea una canción que no entiendo. Es medio normal, sigue siendo una niña.
Nunca cometas el error de enamorarte de nuevo de tu ex, te rompe el corazón de la peor forma...
Bianca Turner olvidó toda su vida una noche en un accidente que la hizo golpearse en la cabeza, terminando en coma durante nueve meses; deteniendo la investigación de lo que ocurrió ya que es la única testigo de todo. Cuando despierta se da cuenta que no conoce nada de su vida y los que están a su alrededor no ayudan de mucho para recuperar sus recuerdos ¿Podrá ella recordar los acontecimientos de la noche de su accidente para resolver todo el misterio que la rodea?
Reyyan Bennett nunca imagino que a su vida llegaría una gran responsabilidad a manos de una pequeña bendición de nueve meses y menos aún que esa bendición fuese producto de una borrachera monumental en un evento de San Valentín, donde no solo acabo con todo el alcohol disponible, sino que también se aprovechó del endemoniadamente sexi de su jefe. Alexandros Cavalluci es un hombre guapo y sexi, con una enorme fila de mujeres detrás de él, pero tiene un pequeño defecto: es arrogante, amargado, déspota, mandón, explotador, y ¿hombreriego? Además, de que nunca podría fijarse en una mujer como Reyyan ni en las de su especie. ¿Qué sucederá cuando su jefe recuerde todo lo que sucedió y que ese bebé que crece en su vientre es su hijo? ¿Será capaz de aceptarlo? Una noche en blanco, una consecuencia… de 9 meses. **IMPORTANTE: esta historia es FICCIÓN, por lo que las acciones de los personajes no corresponden a cómo actuarían en la vida real.
Jenna Murphy se había casado con Hansen Richards, el hombre al que amaba desde la infancia pero el que más la odiaba. Ella creía que él finalmente la amaría. Pero antes de que su sueño se hiciera realidad... Un accidente automovilístico terminó con la vida de su padre y llevó a su madre que estaba entre la vida y la muerte en la unidad de cuidados intensivos del hospital. Su descarado y codicioso tío aprovechó la ocasión y les robó todas las propiedades. Para conseguir los honorarios del cirujano que atendía a su madre, Jenna solo podía estar de acuerdo de divorciarse de Hansen. Pero Hansen la invitó a la fiesta de cumpleaños de su abuela tratando de salvar su relación. Sin embargo, Jenna encontró algunas pistas que mostraban que el accidente automovilístico que arruinó a su familia tenía alguna relación con Hansen..."" "
Durante sus tres años de matrimonio con Colton, Allison ocultó su verdadera identidad y se esforzó de todo corazón para apoyarlo. Sin embargo, fue traicionada y abandonada por su esposo infiel. Desanimada, ella se propuso redescubrir su verdadero yo: una perfumista de talento, el cerebro de una famosa agencia de inteligencia y la heredera de una red secreta de hackers. Al darse cuenta de sus errores, Colton expresó su arrepentimiento: "Sé que metí la pata. Por favor, dame otra oportunidad". Sin embargo, Kellan, un magnate que se suponía que era discapacitado, se levantó de su silla de ruedas, tomó la mano de Allison y se burló desdeñosamente: "¿Quieres que te acepte de nuevo? Sigue soñando".
Sinopsis: Dorian Langdon es un influyente político de 43 años, conocido por su carisma y su habilidad para navegar en el complejo mundo de la política. Su mejor amigo, Gideon Marlowe, es un empresario exitoso que ha construido un imperio desde cero. Ambos han sido inseparables desde sus días en la universidad y han compartido muchos logros y fracasos juntos. Elektra, la hija de Gideon, acaba de cumplir 20 años, vivía sola con su madre, desde el divorcio de sus padres. En un accidente fallece la madre y vuelve a vivir con su padre. Pero ya no es una niña y Gideon no lo entiende. Así que, finalmente, se fuga para buscar independencia y nuevas experiencias, comienza a trabajar en un exclusivo club nocturno, donde se convierte en una de las bailarinas más populares. Este club es frecuentado por diversas figuras del poder, incluido Dorian. Quien, al no reconocerla, se interesa en ella y al descubrir que es la hija perdida de su amigo, se debatirá entre hacer lo correcto o lo que su corazón desea.
Después de tres años de matrimonio sin amor, la traición de Neil hirió profundamente a Katelyn. Ella no perdió tiempo y rápidamente se deshizo de ese canalla. Tras el divorcio, se dedicó a su carrera profesional. Alcanzó la fama como diseñadora, doctora y hacker brillante, y se convirtió en un icono venerado. Neil, consciente de su grave error, intentó en vano reconquistarla, solo para presenciar su magnífica boda con otro. Mientras sus votos se retransmitían en la mayor valla publicitaria del mundo, Vincent deslizó un anillo en el dedo de Katelyn y declaró: "Katelyn es ahora mi esposa, un tesoro de valor incalculable. Que todos los que la codicien tengan cuidado".
Sabrina tardó tres años enteros en darse cuenta de que su marido, Tyrone, era el hombre más despiadado e indiferente que jamás había conocido. Él nunca le sonrió y mucho menos la trató como a su esposa. Para empeorar las cosas, el regreso del primer amor del hombre no le trajo a Sabrina nada más que los papeles del divorcio. Con la esperanza de que todavía hubiera una posibilidad de salvar su matrimonio, le preguntó: "Tyrone, aún te divorciarías de mí si te dijera que estoy embarazada?". "¡Sí!", él respondió. Al comprender que ella no significaba nada para él, Sabrina finalmente se rindió. Firmó el acuerdo de divorcio mientras yacía en su lecho de enferma con el corazón hecho pedazos. Sorprendentemente, ese no fue el final para la pareja. Fue como si Tyrone despejara la mente después de firmar el acuerdo de divorcio. El hombre que alguna vez fue tan desalmado se arrastró junto a su cama y le suplicó: "Sabrina, cometí un gran error. Por favor, no te divorcies de mí. Te prometo que voy a cambiar". Sabrina sonrió débilmente, sin saber qué hacer…