ítu
a de peligro inminente, obligándome a actuar inmediatamente. Quise sacudirme para poder zafar las muñecas de su agarre, sin
del rostro no transmitían más que dureza con un vacío extenso de emociones humanas, era como si ese chico
iar una frase ronca y muy baja que no pude comprender
ñecas estuviera con tanta firmeza que no podría liberarme por mí misma jamás. Me quedé pensando varios segundos y a pesar de que el miedo me
n alivio cuando lo hizo que mi corazón volvió a latir con normalidad, pero aún faltaba la otra parte de la situación, que me llevaba a ayudarlo siendo un extraño.
u cuerpo y viendo
r su cuerpo estaba muy lastimado, sin embargo, a pesar de que su cuerpo se ha
en ella, me vio un poco extraño, no obstante la tomó para inc
pregunté de fo
que haces pregunt
ioné a m
otalmente erguido, lo cual me generó más horror, porque ese sujeto triplicaba mi tamaño en todos los sentidos, su cuerpo fornido y macizo descomunal y la estatura prominente definitivamente
una locura, tenía que llevarlo adentro, sin embargo, sabía que la abuela se volvería como loca si llegaba
er responder y luego asintió. Caminamos al interior de la casa hasta llegar a los escalones, se apoyó del barandal y j
abuela van
e
menos semidesnudo, porque al no traer camiseta y unos shorts rotos por todos la
undos y respiré hon
esto puede volver?-me aseguré de preguntar eso, ya que no lo pensé antes y si eso era así, mi vida corr
estó sec
ico y de verdad no tengo la más mínima idea
ió una total locura, porque no se veía bien, sin embargo, y
oda prisa, y fui al cuarto del lavado, saqué un par de toallas de una cesta que tenía la abuel
la cama. Me mantuve tranquila para no despertar sospechas, ya qu
ero qué otra cosa podía hacer... Solo avancé rogando al cielo que no me hi
arlas, sin embargo, no esperaba su reacción por lo que titubee. Levan
leno de agua, sacó una y la exprimió para llevarla a su rostro, empezó a limpiar la sangre que lo cubría justo frente a mis ojos, lo cual m
ando la sangre, pero no existía ni una sola marca. Alzó una ceja y dejó c
pálido, sin embargo, me indignó la idea de que ese sujeto fuera tan malagradec
i casa, que está casi desnudo y lleno de sangre, la verdad sí,
te lo explicara igual, no vas a en
e que no voy a entender?-refute
mas?-interrogó y arrugué el entrec
te mi nombre? Ni siquiera t
r su mano-Yo soy Eyolf, te agradezco que no me hayas dejado tirado allá afuera-confesó provocando dentro de mí una montaña ruda de emoc
Pero, quién te atacó de esa forma-quise saber escudriñando su rostro para intentar descif
nte escuché la voz de la abuela