otros artículos decorativos blancos y ligeramente rosados. Se sentó sobre la orilla de su cama a reflexionar lo que Stuart le había dicho. Sentía su ro
algo del pecho. Había inconformidad en su expresión, el enojo de una niña mimada que siempre había tenid
a ser verdad! ¡Stuart estaba equivocad
ett recordó con disgusto el rostro de su amiga, la cara seria en forma de corazón e inexpresiva que solía t
idad. Era imposible porque estaba enamorado de ella, er
su paso. Procuró limpiar su rostro y fingir una expresión más apacible y natural. No quería que nadie sospechara que algo no marchaba bien. Su nana, quien prácticamente la había criado poseía la habilida
nte, devota a los O'Donnel hasta dar por ellos la última gota de su sangre.
qué no lo invito a cenar señorita
la verdad no hubiera podido soporta
e ni los chicos nuevos logran entr
, nanita. Hablan de co
que usted esta molesta
? -replicó Scarlett trata
isiera
final, pero eso no era lo peor, sentía que no podría aguantar la charla
ocurrió, una idea que fue como un rayo de esperanza. Su padre había ido aquella tarde a Doce Acres, el rancho de la famili
nada, tal vez note algo, tal vez perciba alguna agitación en la familia Wilson. Si yo pu
to su nanita com
sta estar aquí, pero sabes que la
so de lo que dicen esas niñas sin educación, simple
er hija de un empresario, tener una enorme residencia, con los mejores lujos que su padre podría pagar, eso le valió cierta reputación entre las chicas de la región, nadie la quería por ser bonita, suntu
por la ventana hacia el atardecer, jus
ente. Con nanita ahí, la sensación que la aquejaba había comenzad
mportaran sus sentimientos. Hacía un año atrás, justo en esa época donde ella solía visitar su residencia de verano, Brandon recién llegado a su casa después de su primer año d
llegado vestido con su uniforme formal, con una corbata ancha que resaltaba a la perfección sobre la blancura de su camisa. Aún ahora, Scarlett podía recordar cada detalle de a
sol brillaba de tal modo sobre su rubio
ándose a su lado sobre una manta blanca y como si se tratara
omo si fuese por primera vez, lenta, sonora, musical. Desde aquel mismo instante, él le había sido
que, pícnic's e incluso a la iglesia, nunca con tanta frecuencia como otros chicos,
os demás chicos y mucho menos había visto en sus claros ojos el fulgor del deseo que tan bien conocí
eza que la desconcertaban. Ella sabía que la amaba, pero ¿Por qué no se lo había di
odido decir nunca en qué estaba pensando y Scarlett menos que
aun así, lo deseaba noche tras noche, cuando Scarlett se iba a acostar después de haber estado con él durante todo el día. Permanecía sin dormirse durante horas enteras y solo la consolaba la idea de que era tímido, después de todo era seis años mayor que ella
bia ser así, pero fue el último día del verano cuando Brandon se despidió porque debia volver al trabajo, ese día él le regalo aquel hermoso collar de mariposa, al mismo t