n embargo, ahí estaba él, apoyándome con todas sus fuerzas mientras me servía
uedes hacerl
onfías en
o debería hacerme
es sol
n su cuerpo, solo debes seguir las
as la ma
barrarte de sangre c
go mucho que
yo siempre estaré contigo, guiándote en cada paso y ayu
e
a, continuemos donde nos
, no esto
uerda todo el da
tu silla de rueda
ta maldición
iento, eso hizo nuestro amor más f
ente de