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Historia

Capítulo 2 Primer encuentro.

Palabras:1810    |    Actualizado en: 24/01/2025

tamente, pues no quería que el incesante sonido despertar

o ligero. Se acercó a su amiga y le acarició sus ca

n al patio del internado que también compartía espacio con el orfanato. Miró con nostalgia aquella construcción de piedra

ó el camino por un kilómetro y se detuvo en la parada del autobús bajo un enorme roble. No tuvo que

n asentimiento de cabeza por parte del chofer-. Me dirijo

a la finca -dijo-. Puedo dejarla sobre la r

ien, g

a. El sol ya se hacia notar con más fulgor dándole a e

nzaba. Árboles fue lo que observó en todo e

ió su recorrido y dándose la vuelta, al otro lado

ió su caminata por aquel lar

ol. Todo el camino estaba lleno de árboles, uno al lado del otro y parecía que

por un momento y suspiró cansada, y la boci

ado y ella no hizo más que a

reguntó el hombre detrás del v

joso cómo aquel. Los únicos automóviles que lograba ver de esa categoría era cuando llegaba

estó su atención a aquel apuesto ho

inmediatamente– Estoy segura

e dirige? –pr

e sonrió al escuchar la información- ¿

una era muy grande y al parecer pesada, y el borde de su vestido estaba sucio y cubierto co

s. -agr

lo, pero al parecer aquel hombre no quería dejarla ir así no

etuvo y volteó a verlo– Resulta que también me dirijo hacia

Subirse al auto de un extraño no

hay mucho fango, con esos zapatos

y evidentemente, no er

locando la cordura de Sophie, que jamás había vist

portaequipaje-. Por favor. -dijo rodeando el vehículo y abriendo la puerta

nte-. Aunque lamento ensuciar su tapizado. -se disculpó por s

e limpiar -puso andar el vehículo y no pudo evitar pregun

tiene dos hijos, seré la instit

mirarla bastante inter

sin ofender, pero creí que del ins

edad y créame que estoy más que capacitada para ser i

, pudiera tener amplio conocimiento para ser institutriz-. Estoy in

rends pas pou

í, no me tom

jamais quelque

haría a

quel hombre que tenía una sonris

rió, Sophie-. Debo admit

bien o para mal. -añadió y Sophie, no pudo evit

-quiso saber Sophie, para matar el s

institutriz se marchó por que no supo cómo manejar a los niños -Sophie, lo miró at

Sophie

r problema con eso? El señor Müll

re hay un nuevo berrinche de los niños y es cómo si tuviera un don para tranquilizarlos. Siempre estoy ahí para intermed

no tendrá quejas con uste

cirme ¿Cómo es él? -preguntó nerviosa- He e

lla por unos segundos y r

espondió-. Aunque la mayoría de las v

nací con una paciencia i

go joven, pero eso no le quitaba en a

ega

te a ellos. El vehículo avanzó y atravesó un camino de grava y rodeando

puerta de su acompañante como el caballero que siempre era. Sophie

Pe

es que se asomaba por la puerta principa

taba devolviendo- ¿En qué lo ayudo señor? -preguntó al fin al notar lo que quería d

ita Moore, con su

, s

rtaequipaje y sacó de ah

yo puedo hacerlo.

o estoy yo. Este es mi trabajo. -d

gracias,

sa amable y Peter, le hizo

par en par las doble puerta principal-. Espere aquí en la

s, muy

isión de Sophie, quién se quedó maravillada con lo enorme que era la sala, imagin

ó a su lado con dirección a las escaleras, le hizo un l

ar de un lado a otro co

s decían y posiblemente también era gordo y calvo. Se río de sus propios pensamientos,

é hacía el mismo hombre que la había llevado en su automóvil, ahí frente a ell

reguntó desconcertada, con una gota de inoce

re, yo soy el

color de un tomate, pues la vergüenza se habí

e y él asintió en respuesta- Todo este trayecto

respondía. Me disculpo por eso. Pero a

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