ese rostro inflarse en un puch
edecida. Ella sabía que había sido la causante de su inusual apariencia, sin embargo, después de unos segundos él se d
era amistosa mientras mantenía
le dio el apretón confundida-.
spondió gira
r su grosería, Mitzuru no pudo ev
altanera"pensó", p
ortaría decirle a Maia que reúna a los becarios en la sa
a Eli a modo de despedida, ella asintió con una sonrisa muy di
aci
e vieron uno al otro en silencio. Pese a que estaba en la peor situ
unto Mitzuru, rompiendo al f
erd
así que, me ha estado molestando toda la ma
aba en el estómago, luego le subía a
zo ella de la manera más tranquila que pudo, siendo
ejo Kai ¿verdad
N
ció a ot
le int
se la intención de disculparse- ¿Se da cuenta de que soy su je
recho a tratar de rebajarme con sus insinuaciones y sus burlas. No
a ser aburrida, desagradable o algo". En silencio rogaba por cual
hacia, ese fuego
ullo que se le escapaba por los ojos, toda la fuerza de su voz al defenderse
clamadas diosas que le enca
asintiendo-, pero que esta sea la última vez que actúa de
, yo haré lo mismo con usted-l
ces que no había
tare a sus
rle el pase, ella lo siguió manteniéndose sie
anticuadas, hechas sobre pisos de madera con escritorios vintage y paneles de letras japonesas en sus paredes. El negro y el m
a circular en el centro y una pantalla al frente,
n detenidamente a Elizabeth para después contestar su saludo-. Les pres
lizabeth con
an...-explicaba Mitzuru paseand
in Marcovich? -pregunto
que el que tenía Eli, tenía los ojos grises, la cara delgada, los pechos grandísimos y la a
corregir Elizabeth-
sus ojos c
dijo Mitzuru a El
ra becaria, estamo
ue tenías dem
as, otra becaria desord
ea otra vez
ara a Roberta, ¿Por qué no
trabaja directamente para mí-Maia alzo las cejas-. La contrate para
n "bienvenida" mientra
diera a Elizabeth un tour por las o
redondos y la cara regordeta, hablaba de una manera extremadamente formal y usaba un traje como todos los demás, per
de manera esquiva, como si estuviese leyendo lo que decía-salimos a las 6, no olv
aia estaba
ñía-le aclar
gustaría saber en q
ativa un rato, luego
a ce
elo
uerdo? -le señalo con el dedo a lo que Elizabet
nen una espec
ión...
xa
enti
re muy importante en la industria,
ser? Si es su
de él y a Maia se le pa
asintió
nsejo-Roberta le s
y que toma
s, se ubicaba en Brooklyn, tenía las llaves en la mano y se disponía entrar a
nes color turquesa. A un lado de su cuerpo tendido, se encontraba
ura que parecía estar por tocar el cielo, pese a que entonces se
os ojos cafés se abrieron encontrándose con la confundida mirada de Eli, ella arqueó las
do, la confusión de la rubia le impidió reírse-¿Quién eres y que
Soy Elizabeth y la entrada que b
giraron a la izquierda
de es
de Bro
artam
4
s recuerdos, aun con l
e está el de
ver la puerta d
ue está justo enfr
S
ver donde s
llevarme h
rido en las ojeras, sus labios oscurecidos por el lápiz labial y el brillo del iluminador en su
o no se podía ignorar el inmenso moretón que
artamento de enfrente, después la tomó de los brazos y con sumo esfuerzo la arrastro hasta que
stás ha
uedo curarte. ¿T
-sonrió la mujer-
tarse-pese a la seriedad de
me traes algo de hi
de grasa entre las paredes, pero lo que más llamaría la atención de Elizabeth era el hecho de que no t
ho
a mujer que se encontraba en la sala, sentada en el suelo m
elo en el labio, ella se lo metió entre las piernas y las apretó co
vio como Eli trataba de evitar mirarl
iza
dijiste e
S
¿
greso la vi
r qué un ángel como tú, es
temp
sa frase se llevó una importan
sentó en el sillón rojo junto a ella,
s me echar
n silencio prolonga
rmo con
e, pero, con ese tono,
o, es solo que
está e
umbrarse, esa que a penas termino de escuchar, deshizo el
ofundo como el más grande océano, se habían vuelto dolorosos al conv
vés de fuerte compresión d
a dentro de su cabeza, hizo un largo silenci
ueó las
ño- Acabo de decirte
formularlo: ¿quieres traerme una cerveza? -
mi
e tu hijo es huérfano de padre? ¡Vamos!,
ijo antes de que Eliza
yudado, ahora estaba cansa
eorar cuando finalmen
s muebles que tenían eran una mesa de madera, dos sillas de plástico, una estuf
inar los pisos de la madera bajo sus
la pared y descendió desplazándose en ella hasta que
a, olvidando completamente las razones de su incómoda posición, se tomó unos segundos para razonar sobre la humedad de sus ojos. S
hora
lo, cuando lo encontró e intento encenderlo
l salir de su casa, no
cuarto, corrió por el pasillo, toco múltiples veces el ascensor, lo escu
-exclamo d
cenderse y pretendió regresar, sin embargo, como si se burlara de
teos, no tuvo más remedio que
5 dólares en un taxi, después corrió por las calles
ratando de lucir simpática a medida que sus pulmo
brir el ascen
antipática de la recepcionista -son las 9:28
exageres
o, no pue
o si hubiese sido at
ar tarde aquí, ¿no te lo dijeron? La e
la razón? ¿Un estúpi
es la política
absolutamente diligent
a. Lo siento,
orma escúchame por favor, este es mi primer día, no teng
o, son la
eventualmente, tuvo que salir a tomar aire,
contener más sus impulsos y se golpeó la cabeza con la palma
hora
eo y lo peor, no estaba sola. Tenía aquella personita en el vi
on violencia -¡Mierda!, ¡mier...! -ni siquiera pudo terminar de malde
el último golpe pa
escalera, se metió la cara entre sus rodillas y sus brazos y c