ta
por ti en me
tá bi
Ăa a corazĂłn abierto hace menos de 15 minutos y me tiene cansada, aunque tambiĂ©n
era noche fue un deseo ardiente, a pesar de lo idiota que fue, admito que hizo cosas y sentĂ cosas que parecĂa una puberta inexperta. Cuando creĂ que ya no lo verĂa, lo vuelvo a ver en lo que será King 's Blood y no es cualquier perso
anja y espero en la sala hasta que estuviera lista, solo se la mantenĂa respondiendo mensajes y no dijo algo relativo, más que al dejarme en el hospital dij
mi bolso y me dirigo a la sa
os a tomar
re con Kate a hacer algunas cosas del me
e hasta la salida y cuando ve que me quedo parada en la
en el
que te ll
llame u
o sabrá que Rafael y yo nos acostamos,
aga mis mentiras. – Nos vemos mañana
vestido, con pantalones rojos, chamarra de cuero negra y una playera blanca. No se quita el casco ni se baja de la moto, solo me entrega
casa? – le digo fuer
s que ir vestida dife
rubio bien peinado, está afeitado, me mira de pies a cabeza y sonrĂe un poco. Quiero acercarme a besa
debo v
vamos no va ninguna mujer de "buena" reputaciĂłn.
rás a dó
tal K
videoj
ando lleguemo
mi habitación. Mierda. Olvidé el desastre que dejamos, la cama está hecha un desastre, m
lto el cabello, medioa rreglo mi maquillaje y me pongo labial rojo. Cuando salgo Rafael está
toy
e suyo. Dios, creo que enloquecĂ. No lo evito, no me resisto está vez, lo jalo de su chamarra y lo besĂł. DevorĂł su boca, siento como s
tarĂas contra la mesa – dice con la vo
tos y del Norte, vamos a las afueras en lo que parece una fábrica
ogados, fiscales, policĂas, algunos doctores, ÂżquĂ© mierdan vienen a ver? Cuando nos mezclamos entre la gente veo una jaula enorme, el ol
ostaron por él y cosas por el estilo. ¿No peleará, o s� Llegamos a una esquina don
on? – dice Rafael
ce Kate mirándolo. – Por ciert
– suspira y suelta mi ma
toca después de el
ta la chamarr
erdad? – digo mirándolo. Rafael sol
lugar. – Cuando Rafael dijo que le demostrarĂa a Di
itado la playera, mostrando todos sus tatuajes y son visibles algunas marca
bueno en es
o como le mete dos pastillas a la boca. Es droga. No me sorp
hay varias putas a su alrededor. – Taylor siempre dice que apuesta por Rafael, pero siempre ha apostado en su contra. Con quien peleará hoy es uno de los favoritos de Dixon, no ha
Ăłn detenerse al
e ha traĂdo, si algo sale mal
rostituta, ella le está diciendo algo y él parece cómodo incluso le está sonriendo. Siento mi sangre he
Como premio le saca los ojos y todos gritan más fuerte, incluso Kate está eufóri
y les tenemos algo especial. Dos grandes que nunca pierden, sanguinarios y peligrosos están aquà para demostrar quien e
cĂłmo trabaja y lo bueno que es, admiro su trabajo y ahora
res Zolrok! – grita
à está
incluso más que Raf
tira en diez minutos – dice Alist
dice Kate. – ¿Q
Pero apuesto a que lo hace en menos – me mi
a de fe, vea
n ella y eso me pone un poco más tranquila. La
tos parecen horas, los golpes de parte de ambos son brutales, la sangre ya está botando de ambos pero ninguno desiste. No sé ni en qué momento todos nos pusim
ento desesperaciĂłn, quiero entrar, mis manos sudan, no solo yo estoy preocupada, incluso Al
itĂł con desesperaciĂłn que m
e fácilmente pudo escucharme, de
logra tirarlo, él se pone lo más rápido que puede de pie y no lo piensa dos veces c
! – grita Kate.
ien putas eres!
- gritĂł c
parece. Todo el mundo está gritando, incluso yo estoy gritando. Rafael le arranca la lengua de la boca y la muestra a todos, gritamos y aplaudimos eufĂłricos. Rafael me mira con el Ăşnico ojo abierto que tiene, me sonrĂe y
– gritam
jaula. Incluso empujĂł a la zorra mayor con la que estaba antes de entr
que estoy ahĂ. – Hijo de puta, ganaste – lo abrazo riendo como una idiota, pero m
que espero – d
todos – di
Rafael ignora a todos los que lo felicitan y yo me concentro y curarle las heridas y coser las heridas más abiertas. Kate le da una b
dos nos giramos y veo qu
or – le sonrĂe. – Siemp
su disgusto por
– le sonrĂe y me mira
n decir
cionó – me mira. – Ahora sabe
sponder eso – d
eras dulzura – ac
a porque seguramente no irás al hospital
tal – me sonrĂe y me da las llaves de su motocic
igo? – lo miró incrédula
o sexo, ya rompi mi regla de involucrarme con personal medico – suspira y se acerca Pablito a su lado j
ma su rostro y lo mira con cuidado. Siento como m
veremos
actĂşan como hij
mañana – digo y
tratarme asĂ? Subo a la motocicleta y la pongo en marcha, trato de mantenerme en calma, pero no puedo
solo bebo y bebo para calmar todo. Bailo en la pista, me rĂo como loca, pongo cancion
ver al hombre que se sienta a mi la
s eres? – dig
soy Alf Metsk doctor ciru
eso creo. Es decir creo que no hay muchos doctore
te recuerdo Âżq
tomar u
ebria que llevar a casa
– Vengo a recoger doctoras
Ăłn me rĂo con
me iré a n
contigo, te pued
i supiera que el m
vas a beber conmigo – pido u
chupito con el mĂo
****
nda un rayo la siguiente vez que be
anas y no levantarme en tres
nos d
sábanas y veo al tipo de ayer. Mierda. Tiene un
ó. – Tranquila no hicimos nada, te me in
ero ahora me siento
me tra
ste que no debĂan perderla y
igo bebiendo el jugo de naranja. – Lamen
traerte con bien a tu casa – me sonrĂe. – Ahora,
eglado para el trabajo. Joder
nuevo – dig
elve a sonreĂr. – Nos vemos d
sexo con nadie pero me averguenza que un compñaero me haya visto ebria y
ó mis cosas y subo a mi camioneta, paso a comprar un café negro que lo bebo durante el camino hasta que llegó a la ubicación que me envio. Es de
e, un gusto v
mi dĂa no pu
sabĂa que Ă©l era un mafioso y llegue a atenderlo varias veces asĂ como tener sexo u
rank – l
en – dice Kat
ozco a la Doctora, pero no sabĂa qu
– le sonrió. – Bueno
ue veas los cuerpos y nos orientes
permiso – suspiró y miró a Kate. – No será nece
tá b
la Doctora Hyde a su hogar a salvo –
ombres y subo a la camioneta con él. Ya no sé si es mi mal karma