Divorciada del alfa paralítico

te

gmáticos bosques del norte, su resplandor plateado acariciaba mis ojos curiosos. Soy Este

turnas. Fui instruido desde temprana edad sobre el equilibrio precario entre mi humanidad y la bestia i

do fuera de aquellos árboles centenarios. Abandoné los confines del bosque, buscando comprender más allá de lo que m

la vorágine de la urbe, deslumbrado por la rapidez y la efervescencia de la vida citadina. Las luces artifi

s, mezcladas con la tenacidad aprendida en los bosques, me llevaron a ocupar un puesto codiciado: CEO de u

vendaval. Su presencia iluminaba incluso los rincones más oscuros de mi existencia. Nos conocimos en un ev

a, un espíritu libre y radiante, se convirtió en mi ancla en medio de las aguas turbulentas de la ciudad. L

mis noches. La verdad sobre mi naturaleza, un hombre lobo atado a las fases lunares, se ocultaba tras una fa

instintos, mis impulsos más primitivos, chocaban con la máscara que me esforzaba por mantener.

a, la confesión se escapó de mis labios con el peso de una losa. Mis palabras, pesadas d

r el desliz, com

a durante las noches de luna llena. Brianna, mi luz en medio de la urbe, era ajena a mi secreto más profun

nrisa luminosa, iluminaba los rincones más oscuros de mi existencia. Sin embargo,