a Ar
o, y como no lo va a ser, si es hermosa y joven, sería muy raro que no lo estuviera. Escucho abrirse la puerta de su oficina y estoy entre si la llamo o no, la verdad me pone algo
. – digo y
r un poco tarde. – se discu
pe, no fue tanto. –
"Coleman" necesito revisar algo. – digo y ella asiente, sale de la ofici
me pidió. – deja la carp
racias. – la mi
más? – pregun
– se despide y s
con alguien más y eso me pone algo triste, desearía c
puesto un vestido rojo pegado al su exuberante cuerpo, y tacones del mis
bas hasta más tarde?
adelantó y deseaba
cielo. – se sienta en mi regazo y co
e mi hermosa asistente. Se levanta, y se vuelve a colocar en mi escritorio invitándome a entrar en ella, la tomo de las caderas y entro en una sola estocada, ella grita
uando nuevamente me encuentro con mi asistente, se da cuenta de nuestra presencia y p
ches. – dice Ann
ro veo que a mi novia no le agra
a se pegaba mucho a mí y puedo imaginar que mi asistente debe es
tacionamiento por mi auto, ya no me pude despedir de A
a An
días
nos al saber que podía recaer en una nueva depresión, mi exnovio Albert, me había traicionado con mi propia madre, eso no lo pude soportar y tomé la decisión de irm
es, buscar trabajo. – me dice mi a
nto? – digo hac
ella Annel. – d
doy un beso en la mej
mismo. – dice con
el seguir desempacando, para poder cenar una pi
sigui
salgo del departamento y comienzo a busca empresas cerca, en unas si me las aceptaron, pero que después me llamaban y en otras de plano decían que no hab
dice acercándose a mi para dar
erte. – digo sentándome
uenas noches y cada uno se fue a su recamara. Me fui a dar u
as me arreglaba, estaba viendo que piden asistente del presidente, el sr. Arthur Harrison, h
vito un café. – dice
? – pregunto
ciados. – al escuchar el nombre de la empresa, me da un cierto d
o asistente, hoy mismo iba a dejar
vemos ahí en una hora
igo Gabriel para tomarnos un café. Entro al lugar y una muchacha muy amable me guía hasta una mesa vacía, le agradezco y tomo asiento. Toma mi orden y se va, veo
a. – me saluda mi a
uapo. – le dig
u entrevista? – me dice y
o hacia donde estaba el sr. Harrison y ya no está, lo que significa que ya
s días. – saludo a
en qué te puedo ayuda
. Agradezco y subo por el ascensor, al llegar me presento con una
lemente, agradezco y me dirijo a la
ce que, si puedo comenzar mañana mismo, asiento con una sonrisa, tenía esa esperanza de ser contratada y así fue. Nos despedimos estrechando nuestras manos y ¡vaya! Las
trabajo. Me voy a mi habitación y tomo mi pijama, me meto a dar una ducha. Después de unos minu
po. – me acerco
so en la mejilla y lo suelto, camino pa
fue, hermosa?
puesto. – me mira sorprendido, s
osa! Lo mereces. – la verdad no
sigui
nte, después de 15 minutos, me pongo una blusa blanca, una falda de tubo y un saco y unos tacones negros, una vez lista,
mientras me pongo a revisar mi teléfono, se escuchan las puertas del ascensor abrirse y lo veo salir, ¡Oh por Dios! Esta guapísimo, lleva puesto un traje de color azul marino, una camisa blanca, zapatos negros y su cabello esta ligeramente alborotado. Me saluda estrechand
di cuenta de la hora, ya tenía que salir a comer, le envío un me
enía un compromiso, le dije que me estaban esperando y pude ver algo de decepción en su mirada, no dijo más y bajamos juntos por la caja metálica, fue un silencio algo incomodo, cuando sal
amable, nos atiende, pero sin dejar de mirar a mi amigo. Car
elos, que no te qu
a? – me hago la
soy muy guapo, pero estoy
migo, lo que me molestó es que la tar
e te creo. – me giña un
tu primer día? – pre
bien. Había muchos pend
bella Annel. – dice c
r a la empresa, ya se me había hecho un poco tarde. Al llegar, fui directamente a mi oficina, dejé mi bolso y toqué la puerta que divide su oficina de la mía, dijo adelante y así lo hice, me disculpé por la hor
tel o a la casa de alguno de ellos. Ya quería irme para no escuchar su escándalo, cuando me decido, tomo mis cosas y salgo de la oficina, me despido de Andrea quien tenía puesto unos audífonos, ¿y quien no lo haría? En eso salen de la oficina y puedo ver que se trata de su novia, la reconocí
mo ella, una mujer muy guapa, pero muy superf