del acc
aba acelerado, no sab
-gritaba Henrik, tr
dolía, tantas palabras y frases que se repetían como una película, no la dejaban pe
ás lejos posible de su realidad. Sus ojos se aguaron, haciendo que su vista se nublara a medida que transitaba por
hecho añicos, mientras las lágrimas se deslizaban por sus mej
de la permitida. No le vio la cara al conductor. Sólo escuchó un grito
dejarla e irse, pero un sentimiento impertérrito
observar aquel incidente. Se acercó
-exigió, mirando a su alrededor-. Es
para atravesarse al tráfico? ¿Quién había sido esa mujer de r
recogerla, incluso pensó en acompañarla hasta el hospital,
estabilizaron en una camilla. Aunque seguía consciente, no quería soltar a aquel hombre. Pero él le prometió ac
*
s del a
as máquinas pegadas a su cuerpo que emiten pitidos. Se percata que lleva puesta una bata de color azul, la vía i
do? Se pregunt
a estatura vestida con un uniforme blanco, por lo que supuso que
siente? -pregunta, dedic
uspicacia, Annik
o? ¿Por qué estoy aquí? -demanda
libertad plena, sin preocupaciones. Llevando la vida que siempre ha querido, cumpliendo sus sueños. No vivi
arco se ha encargado de ti, y no pasó a daños mayores. Sólo tienes una fractura en el brazo
o una punzada en su cabeza, le advierte que no se encuentra en condiciones para hacerl
puerta de la habitación se abre nuevamente, entrando sus padres. La señora Kjaer tiene la mirada decaída, sus ojo
ta ella, con sembla
ora, rompiendo en llanto-. No
cuello, haciendo que el perfume de la señora Kjaer, le
no el señor-. Lamentamos no haberte dicho la
a sujeta p
nsecuencias que le traerían a ella. Sin embargo, no puede apartar la calidez de sus brazos
s para explicarle a su hija lo que realmente hab
ra, limpiándose las lágrimas
rse. Por suerte, una amiga de Kristine trabaja en el hospital, de enfermera, por lo que logr
esa visita y la conversación durante tú cumpleaños. No sab
-repite, qued
días inconcient
minado así -dice su padre, bajando la mirada-. Pero ahora lo que i
te, eso ni siquiera existe para
ada de lo que pasó. -Su ment
ier momento recordarás todo, no te precipites. Lo importante es tu sa
a su morada. No quería seguir un momento más en ese incóm
lla? Por más que hace el esfuerzo por recordar, sus esperanzas se quedan a medias. Lo único que siente es u
a recordar lo vivido durante ese accidente, pero la