/0/11925/coverbig.jpg?v=0a47c7ae296745d51afd68f1b5a1e460)
Dos personas muy diferentes, pero ambas las une un mismo objetivo. Annika Kjaer, una joven de sentimientos puros, que ha tenido superado diversos obstáculos para sacar adelante a su familia. Sin embargo, una persona se cruzará en su camino, el cual le revelará una noticia sobre su pasado; que la conllevará a tomar una drástica decisión, que no tendrá marcha atrás. ¿Será capaz de ganarse la confianza de los otros? ¿O los llevará a la perdición?
El invierno se hace presente en Copenhague, reluciendo un cielo gris con un aire frío y húmedo. La ciudad se encuentra envuelta en una densa neblina y el horizonte ni siquiera se puede apreciar. Los faroles de las calles emiten una débil luz amarillenta, parecida a las que tienen las casas. Las personas caminan a pasos rápidos, tratando de esquivar el inminente frío y los copos de nieve que danzan en el aire. El agua del canal se ha convertido en una pista de patinaje, porque a la orilla se puede apreciar las huellas enmarcadas de los patines.
Los cafés tienen una atmósfera acogedora y el aroma a café recién hecho invade las fosas nasales de quienes pasan a su alrededor.
Sin embargo, para Annika estas cosas dejaron de importarles hace bastante tiempo, puesto que algunos días le ha provocado cambiar la rutina por diversión; pero por más que lo ha intentado le resulta imposible. Y sus esperanzas se resumen a cero de que algún día pueda lograrlo, a no ser que ocurra un milagro navideño.
Ella suspira, echando la cabeza hacia atrás, mientras se arropa de forma cómoda en su sábana, no le apetece levantarse de su cálida cama.
Freya: ¡Feliz cumpleaños amiga! Lamento haberme perdido un evento importante en tu vida, pero te mando muchas felicitaciones y espero que todo salga bien. Ha sido un largo viaje a Brasil, y estoy exhausta, pero lo importante es que ya llegué. Supongo que mi trasero se ha quedado en el avión...
PD: Espero que invites a Erik a tu fiesta, y no sabes cuanto he rezado porque al fin dejes claro tus sentimientos hacia él...
Erik ha sido su enamorado desde que empezó la secundaria, pero por temor a ser rechazada, no ha podido ni siquiera hablarle.
Annika: Haré lo que pueda, pero no te aseguro absolutamente nada, sabes que los temas amorosos no son mi fuerte...
Freya ni siquiera se molesta en leer el mensaje, porque tal indica que se ha quedado dormida por el exhaustivo viaje, generando que Annika guarde su teléfono en el bolsillo de su abrigo.
Sus ojos cafés se enfocan en una silueta que está frente a ella.
-¿Cómo amaneció la cumpleañera más hermosa de la ciudad? -corea Henrik, su hermano mayor-. La persona que más admiro en todo el mundo.
Sus mejillas se sonrojan, al mismo tiempo que suelta una carcajada.
Ella lo observa con suspicacia detallando con suma delicadeza cada nimiedades de él, desde su cabello claro, piel de porcelana, ojos azul hielo y sus rasgos faciales finos y atractivos. Henrik se caracteriza por ser amable, relajado y amigable. Lo contrario a ella.
Muchas veces en su ensimismamiento ha sido invadido por miles de incógnitas, por tener diferentes rasgos físicos y un fuerte carácter, pareciera que no perteneciera a esa familia. No obstante, ella no se atreve a preguntarle a sus padres si realmente es adoptada, porque teme a recibir un sermón o una mala respuesta.
-¡Annika! ¿Estás allí? -El rubio chasquea los dedos frente a ella.
Ella sacude la cabeza, retornando a la realidad.
-Oh... ah... uhm... -balbucea, buscando las palabras adecuadas-. Muchas gracias hermano, pero recuerda que eso es nuestro pequeño secreto. -bromeo, dedicándole una cálida sonrisa-. No quiero que Kristine sienta celos de nosotros.
Frunce los labios, al mismo tiempo que pasa una manos por su cabello para despeinarlo.
-Me importa un comino la opinión de Kris -expresa, encogiéndose de hombros-. Peroz quizás tengas razón. Ella cuando se enoja es un completo fastidio.
Ann le propicia un codazo en las costillas. Él se queja, para luego abalanzarse a hacerle cosquillas.
De repente, estrepitosamente se abre la puerta de su habitación, siendo sorprendidos por Kristine, que lleva puesto un abrigo enorme que la hace verse de forma extraña, sus mejillas lucen coloradas. Los observa con el ceño fruncido. Ambos se separan rápidamente.
-¡Feliz cumpleaños número dieciocho! -homenajea, apretando las mejillas de Ann-. Ya te estás envejeciendo. -Finge limpiarse una lágrima, y luego se carcajea.
Su hermano sacude la cabeza, mordiéndose el interior de su mejilla, intentando ocultar la risa.
-¡Qué graciosa, Kris! -Rueda los ojos, soltando un resoplido-. Supongo que tú vivirás la eterna juventud.
La pelinegra recuesta la cabeza en el hombro de Ann, frotándose las manos para calentarse.
-Al parecer alguien se ha levantado con el pie izquierdo -ironiza ella, mirando al techo-. Ni siquiera en su cumpleaños muestra una pizca de felicidad. Annie es pariente lejana del Grinch. -Hace una mueca-. Deberías consumir más azúcar.
Le dedica una mirada fulminante.
-No quiero sufrir de diabetes a temprana edad, tampoco quisiera convertirme en una empalagosa -comenta, enroscando un mechón de cabello en su dedo-. Además, esto es temporal, cuando deguste algún delicioso bocado desaparecerá como por arte de magia.
-Rezaré para que el chófer llegue pronto, no quiero seguir aguantando tu humor de perros -exhorta, rascándose la nuca-. Y debería hablar con nuestros padres para que te compren una medicina para tus cambios de humor.
Ann mira hacia todos lados, en busca de algún objeto que lanzarle a su hermana. Así que lentamente alcanza una almohada, arrojándosela, dándole justo en la cabeza.
Su hermano se sacude de la risa, al observar a Kris estática por el golpe que le propició.
-Gracias a tus insultos, allí tienes tú merecido. -Sonríe satisfecha, mientras ella la observa fingiendo estar indignada.
-¡Oh por Dios! ¡Sólo esto nos faltaba! -exclama, poniendo los brazos en su cintura-. Ahora tenemos una asesina serial. ¿Cuántas personalidades tienes?
-¡Ahora soy una psicópata! ¡Esto es el colmo del descaro! -Le da otro almohadazo.
Henrik intercede ante nosotras, pero también recibe unos cuantos almohadazos. Por lo que termina alejándose de ellas.
Para Annika su cumpleaños debería ser importante, pues ya es momento de que empiece a tomar decisiones por su cuenta. Convirtiéndose en una mujer empoderada, que empezará una nueva vida alejada de su familia, para estudiar medicina en la universidad que siempre ha anhelado. Porque algún día espera devolverles el sacrificio que han hecho sus padres por darles lo que merecen. Sin embargo, Annika siente que no es necesario haber realizado varias reservaciones para cumplirles los caprichos a su hija. O eso es lo que se ha repetido desde que accidentalmente escuchó una conversación de sus padres, donde al parecer le realizarían una fiesta de cumpleaños sorpresa en algún lugar de la ciudad, disfrutando de unas merecidas vacaciones de invierno en su acogedor hogar.
La puerta se abre por tercera vez, maldice para sus adentros cuando Ann se topa con la mirada asesina del mellizo de Henrik, Harald. A diferencia de su hermano, éste tiene un fuerte temperamento y con el cual sus relaciones familiares no son muy placenteras. Harald la detesta a muerte. Nunca le ha brindado una mano, Ann puede estar en las peores condiciones y él ni siquiera se molesta en ayudarla, sólo lo hace delante de sus padres por capricho.
-¿Qué tanto hacen? -reprocha soltando un resoplido-. El chófer tiene horas esperando por ustedes, deberían darse prisa, ineptos.
Su actitud es arrogante, ignora completamente a Annika, porque no la felicita por su cumpleaños.
-¿Cuál es la prisa? -inquiere su mellizo, mientras lo desafía con la mirada-. ¿Acaso no olvidas algo? -Señala a Ann.
Harald ignora las señales de su hermano.
-¡No piensas felicitar a Anni! -espeta Henrik, sujetándolo por el abrigo-. No entiendo cuál es tú repulsión hacia ella. Es nuestra hermana.
-¡Basta! -interviene Kristine, colocándose en medio de los dos-. Ni siquiera te molestes en gastar aliento. Él nunca entenderá, además la violencia no resuelve los problemas. Hoy es un día especial para Anni, por favor no lo arruinen.
-Es cierto -afirma Henrik, acomodándose el abrigo mientras pasa por un lado de su hermano.
Annika desliza la cobija hacia un lado, levantándose de la cama con ayuda de su hermana.
-Debemos irnos nos espera un largo viaje -comenta la pelinegra.
Sus hermanos salen de la habitación, dejando a Annika y Harald juntos. En los ojos azules de él se puede notar la impotencia y rabia hacia su hermana. ¿Por qué ese odio a ella? ¿Qué le hizo? Ella desea saber la verdadera razón para que haya tanto sentimientos negativos en Harald.
-¿Cuándo será el día que desaparezcas de nuestras vidas, maldito escollo? -espeta entre dientes-. Tú has acaparado toda la atención de nuestros padres, y sospecho que no eres hija de ellos. Quizás te han acogido por lástima, adoptada.
Los ojos de ella se aguaron, desatando una furia dentro de sí misma, al propinarle una cachetada. No permitiría que la siguiesen humillando. ¿Quién se creía ese hombre? Ya había aguantando suficiente, debía hacer algo al respecto.
Su mano le arde, pero no se arrepintió de lo que acaba de hacer, sale echa añicos de la habitación, cerrando la puerta de un golpe en la cara de su hermano.
Sus hermanos se encuentra en la escalera platicando, cuando repentinamente desvían la mirada hacia ella. Les dedica una falsa sonrisa, caminando delante de ellos, sin levantar la mirada. Contiene las ganas de llorar, sabe que no puede demostrar debilidad ante nadie.
-¿Está todo en orden? -cuestiona Henrik, frunciendo el ceño.
-Sí -responde débilmente-. Un fuerte viento hizo que la puerta se cerrara de golpe. -Se excusa, bajando rápido por las escaleras-. Ya es tarde, nuestros padres nos mataránsi seguimos en esto, estamos retrasados.
Escucha los murmullos de sus hermanos, maldiciendo para sus adentros, sabiendo que las mentiras no son su fuerte.
-¿Estás segura de eso? -interroga él-. ¿Qué ha pasado con Harald? ¿Qué te ha dicho o hecho ese imbécil? ¿Se ha sobrepasado contigo?
Se detiene en el penúltimo escalón, girándose sobre sus talones para encarar al rubio. No puede ocultar sus ojos llorosos.
-¡No ha sucedido nada! -vocifera, golpeando el escalón con su pie-. ¡Maldita sea! Sólo soy una desgracia para esta familia.
Retorna a su posición, alejándose corriendo hasta la salida. ¿Qué le esperará a Annika?
Mikael Mäkinen, un snowboarder finlandés, cuya prometedora carrera se verá afectada por un accidente que lo dejará inservible y con un sueño destrozado. Su vida dará un giro inesperado, cuando deba confrontar no solo sus lesiones físicas, sino también la profunda pérdida de su pasión y la incertidumbre del futuro. Pero en medio de la oscuridad, una chispa de esperanza resurge al cruzarse con Madison Davies, una bióloga marina australiana, que enfrenta la existencia con voluntad al contar con una ceguera, el rechazo de su entorno y la humillación de su prometido, por lo que decide embarcarse en una aventura sin retorno permanente. Sus historias marcadas por la adversidad, se unirán en busca de un nuevo comienzo y la fuerza interior será su motivación para superar los obstáculos. ¿Quién dijo que las segundas oportunidades no existen?
Hayley Fernández es una joven española-británica que cumplió injustamente una condena de un delito que no cometió. Su vida se verá afectada luego de que un grupo delictivo asesinara a quemarropa y sin piedad a su novio; pérdida lamentable que la llevará a jurar frente a su tumba una digna venganza. Sobrepasará sus límites conviertiéndose en una persona completamente diferente y para ello, deberá romper varias reglas impuestas en si misma. ¿Logrará cumplir su palabra? ¿Tendrá en sus manos el valor para enfrentarse a su futuro? Por su parte, Aleksandr Dmitriev es el líder de la mafia rusa, que se ha ganado el mérito en su país por la forma de torturar a sus enemigos, el cual apodaron Lucifer, ya que en sus manos carga el mismísimo infierno. Él sabe que no puede fiarse de nadie, no siquiera en su propia sombra, pero como no todo es perfecto, tiene una pequeña debilidad que se convertirá en su arma letal que lo conllevará a la perdición. ¿Será capaz de caer en los juegos del amor?
Anoche pasé una noche erótica con un desconocido en un bar. No soy una mujer al azar. Hice esto porque estaba muy triste ayer. El novio que había estado enamorado de mí durante tres años me dejó y se casó rápidamente con una chica rica. Aunque actúo como si nada hubiera pasado delante de mis amigos, estoy muy triste. Para aliviar mi estado de ánimo, fui solo al bar y me emborraché. Accidentalmente, me encontré con él. Él es más que atractivo e increíblemente sexy. Como el deseo controlaba mi mente, tuve una aventura de una noche con él. Cuando decidí olvidarme de todo y seguir adelante, descubrí que mi aventura de una noche se convirtió en mi nuevo jefe. Un tipo posesivo.
La vida era un lecho de rosas para Debra, la hija del Alfa, hasta que tuvo una aventura de una noche con Caleb. Estaba segura de que él era su pareja designada por la Diosa de la Luna. Pero este hombre odioso se negó a aceptarla. Pasaron semanas antes de que Debra descubriera que estaba embarazada. Su embarazo fue una vergüenza para ella y para todos los que amaba. No sólo ella fue expulsada, sino que su padre también fue perseguido por los usurpadores. Afortunadamente, sobrevivió con la ayuda de la misteriosa Manada Espina. Pasaron cinco años y Debra no supo nada de Caleb. Un día sus caminos se volvieron a cruzar. Ambos estaban en la misma misión: llevar a cabo investigaciones secretas en el peligroso pueblo de Roz por la seguridad y la posteridad de sus respectivas manadas. Caleb todavía se mostraba frío con ella. Pero con el paso del tiempo, se enamoró perdidamente de ella. Intentó compensar el abandono de Debra, pero la chica ya no lo quería. Estaba empeñada en ocultarle que tenían una hija y también en hacer una ruptura limpia. ¿Qué les deparaba el futuro a los dos mientras viajaban por el pueblo de Roz? ¿Qué tipo de secretos encontrarían? ¿Caleb se ganaría el corazón de Debra y conocería a su adorable hija? ¡Descúbralo!
Durante tres años, Jessica soportó un matrimonio sin amor mientras su marido fingía impotencia. Sus mentiras se desvelaron cuando apareció una amante embarazada. Tras seis meses recopilando pruebas en secreto, Jessica se deshizo de él y construyó su propio imperio multimillonario. Tras el divorcio, se transformó en una figura irresistible, atrayendo admiradores. Un día, al salir de su oficina, se encontró con Kevan, el hermano de su exesposo. Él intervino, enfrentándose a ella: "¿Acaso era solo una herramienta para ti?". Los labios de Jessica se curvaron en una sonrisa tranquila mientras respondía: "¿Cuánta compensación quieres?". La voz de Kevan se suavizó. "Todo lo que quiero eres tú".
Cuando eran niños, Derek le salvó la vida a Norah. Años más tarde, Derek quedó en estado vegetativo tras un accidente automovilístico y Norah se casó con él sin pensarlo dos veces. Con sus conocimientos médicos, incluso lo curó. Durante dos años, Norah amó a su marido con todo su corazón, esperando poder devolverle su bondad. Pero cuando volvió su primer amor, él pidió el divorcio. Sin dudarlo, ella estuvo de acuerdo. Lo que pocas personas sabían es que ella, etiquetada como "abandonada", era en realidad una piloto de carreras, una famosa diseñadora, una genio hacker y una reconocida doctora. Lamentando su decisión, Derek le pidió perdón a Norah. De repente, apareció un encantador CEO, abrazó a Norah y le dijo: "¡Aléjate de mi esposa!". Sorprendida, Norah soltó: "¿Qué?".
El día de su boda, Khloe fue inculpada de un delito que no había cometido por su hermana y su novio. Fue condenada a tres años de prisión, donde soportó mucho sufrimiento. Cuando finalmente liberaron a Khloe, su malvada hermana utilizó a su madre para obligarla a mantener una relación indecente con un anciano. El destino quiso que Khloe se cruzara en su camino con Henrik, un elegante y despiadado mafioso, así cambió el curso de su vida. A pesar de su frialdad, Henrik quería a Khloe como nadie. La ayudó a vengarse de sus enemigos y evitó que volviera a sufrir acoso.
Carolina Navarro fue obligada por su padre a casarse con un hombre desfigurado para salvar a su familia de la ruina. Maximo Castillo tenía todo lo que cualquiera deseaba, hasta que un accidente aéreo destruyó su cuerpo, su alma y su relación, haciendo su vida desesperada. Sin embargo, independientemente de eso, todavía necesitaba una esposa y un heredero. ¿Podría funcionar un matrimonio entre estas dos personas? ¿Sería solo un matrimonio de conveniencia o crecería el amor entre dos almas heridas?