profesor mientras se encuentra desayunando en la cocina
erenarse, pero la mujer suelta una risita qu
de inmediato la madre del profeso
l y por alguna razón se pone aún más n
valor y voltea a verla. Su pelo rubio con ondas que le llega hasta la cintura, sus ojos ver
ta su posición. Dayana muerde su labio inferior con fuerza
ento y su garganta se seca obligándolo a tragar saliv
ice ella sin dejar de sonreír, ah
a Gabriel, mirándola detenida
omo un niño tonto? ¿Por qué esa mirada lo he
entras revisa la herida en la cabeza de Gabriel. El profesor se queda boqueando ante la respuesta de el
o preguntando qué fue eso. Ella le devuelve la mir
sar? Debiste quedarte en
empresa -Replica maniobrando algo en la cabeza de Gabriel. -Debería
empleada de su madre. Es la esposa de su hermano, a la que hasta ahora no había
so. Su cabeza está hecha un lío. Lo único seguro que tiene en su
n qué piensas
algo? -Responde él cuando vuelve a l
tres veces si aún sientes
-Ya no siento ningún dolor. Gracias por la curación de an
a él le parece la sonrisa más hermosa qu
yana lo miran extrañadas. Antes de que alguna de ellas preg
tras mi hermano llega. C
madre levantándose también. -Podemos seguir
o un beso en la frente de su madre. -Necesito poner
e y deja ir
pitiendo justo ahora, pero no puede dejar de pensar en Dayana, la esposa de su hermano
se encuentra la casa del árbol más grande que haya visto, el
an en ese sitio que tanto adora. Una angustia le sobreviene, un temor profundo a que suceda algo que lo saque de esa zona de confort que tanto
dera con la vista fija el techo, pensando en todo y nada al mismo tiempo. Con su puñ
altando a Gabriel. -No deberías golpearte de ese modo, menos d
fruncidas y con los brazos en
levantándose abruptamente del piso, alg
a. Abre la boca para hablar, pero parece arre
ue hace voltear de inmediato a Gabriel. L
rse a acercarse. Verse después de estos años y despué
do el primer paso. Se acerca a él y lo abraza tan fuerte que Gabriel se queda conmovido por la actitud de su herma
, hermano -le contesta, Gab
ermano perdió mucho peso, su piel está muy pálida y sus enormes oj
tractivo, fortachón, el que tenía a todas las jove
por el padre de la joven y lo denunció con la policía por acoso. Él siempre fue muy enamoradizo, un romántico sin remedio, el hombre ideal para toda mujer, mientras que Gabriel, siempre pensó que el amor era una fantasía absurda
hermano. Te extrañé mucho. El que
la frase de Lían. Pero algo le dice que aquello