dar aquella sofocante noche de placer, nunca intentó volver a a
espero tener tan buenos c
e veías muy feliz y cómoda en tu puesto. Hasta
an suspiro. -Pero en un mes he podido hacer mi nego
que te alimentes hija, haz un esfuerzo para no dejarla
un dolor de estóma
días noto tu rostro c
pido repentino de mi trabajo, pero por lo demás estoy
iendo las fotos de la nueva mercancía que acababa de recibir. Se quedó pensando que su espacio y
¡Ring
s piernas se aflojaron, todo su cuerpo se est
nas n
edo
propuesta, ¿era cierto? ¿Habí
quizás solo me extraña en el trabajo o me necesita para
! ¿Est
S
sta Sofía ¿Estás d
reglo para que p
a dejándola con un gran nudo de inseguridad y nervios atorados en la ga
lguien lo conocía bien, era Sofía, así que vistió un ajus
siempre avisaba a destiempo, así que ya estaba a
poco de maquillaje, entonces colocó accesorios sensuales por si
casa. Ella salió caminando y cuando logró reconocer el auto se as
rcó caminando, pero sin hacer contact
la S
evía hacer preguntas, sabía que después de la estupidez que había cometido, él no le
dónde estaba porque para su cumpleaños número 40 estuvo ahí
del susto cuando le habla. Ella de inmediato r
estaba un po
rápido le dio a entender lo qu
enida a
comenzó a ordenar sus pastillas y unos documentos que tenía sobre la mesa de la s
? -se dirigió a ella u
cesitas de mí. -lo miró
ojos mientras mordía sus labios, y de
n mi cama desnuda y
us labios en un beso feroz, fue un beso largo y placentero ¡Muy placentero! Sentir su respiración tan cerca la h
el placer que sentía en ese momento, que solo se dejó llevar de esa corriente desmedida que transitaba por
a a los ojos. No podía mantener la mirada por miedo a perderse en sus sentim
o excitado despertó el deseo nuevamente, cada m
oído mientras aceleró lo
scuchar su voz entrecortada por la sensación de place
ntes apretada, ese es
o se veía y se sentía tan vulnerable e indefenso. Ya su mirada se veía perdida, así que ella se sujetó a su cuello y
cer su cuerpo ante sus manos. Él se acercó a la pared y la
taba salió casi corriendo de la enorme cama y quedó sentada s
dónd
casa,
John, como sueles llamarme ¿Tienes
o do
te quieres
... Debo
hacerlo en esta
o quiero
oche, no será una moles
está e
ondo a l
e ese hombre, para ser un hombre soltero todo estab
ió sometida contra la pared. Él estaba ahí dentro mordiendo el lóbulo de su oreja sensualmente mientras la embestía una segunda vez en aque
ía negar sentir felicidad porque su mir
, es hora de part
ondió mientras dio pequeños toques a la ca
edo dormida
rás mi invitada, así que te puedo escuc
y se acercó hasta él. Se sorprendió cuando la acomodó en sus brazos, pero debido a