a sus pies. Alexandra Kellington miró su reloj una vez más, consternada al descubrir que ya habían pasado veinte minutos desde que bajó de su avi
nosotras pronto -dijo Karen, tratando de calma
ica que puedan tratarnos así -respondió Alexandra, claramente molesta. Este sería n
a recogerlas. De una de las camionetas bajó su hermana mayor, Carol
da, extendiendo los brazos para abr
as a ambas-. Es un verdadero placer tenerla
asando las cosas. Caroline les contó emocionada sobre sus planes de expansión y cómo habían contratado un bufete de abogados de prestigio. Explicó que
en la mente de Karen, aunque
grandeza de su hogar de la infancia. La mansión de tres pisos emanaba una elegancia clásica con detalles de arquitectura europea que capturaban la imaginación. Columnas ornamentadas adornaban l
je, se extendían lujosas comodidades: una cancha de tenis meticulosamente cuidada, una cancha de baloncesto iluminada, un campo de golf privado y no menos de cuatro piscin
vera pero imponente. A su alrededor, un séquito de empleados de servicio, quienes habían ayudado a c
se sintieron ligeramente incómodas
ra? -preguntó con desaprobación, esc
-respondió Alexandra, int
só entonces en Karen, quien
e, Karen? Pareces más delgada
ocupes por mí -respondió Kar
detuvo a las demás, atra
un circo, tenemos algo importante q
s todas esperaban la noticia. E
embar
empleados se quedaron boquiabiertos. Nun
ó la Sra. Kell
Caroline, con una exp
. Tengo casi seis meses -r
dio cuenta d
a de m
na de miel -ac
Entonces, una figura se acercó desde el
quí en el pasillo? Sería mejor ir a la sala de estar. To
rada, aún inciertas
embarazada -c
arpadeó un
eliz? -fue su tra
Karen soltaron el aire que ni siqu
ero tene
ltando sus propias sorpresas- Ahora, ¿vamos a
o. El padre quería que sus hijas volvieran a vivir con ellos, pero Alexandra no se dej
s aquí, papá -an
on una sonrisa-. Desde luego, podrán muda
te la rapidez con la que su hermana m
padre? -pregun
de Karen se
n la despedida de soltera, no recuerdo nada de esa noche. Pensé que todo h
sabes? -cuestio
ado enferma, con varios resfri
ayuden a averiguar quién es
ieron al patriarca, cuyo r
ió con total tranquilidad -Pero tengo
nía un mal p
quiere
n hecho entender que se trata de independencia. Las ayudaré, a cambio de que me dejen comprarles una mansión en este barrio. Quiero que mi ni
o así era posible, pero le sorprendía la facilidad con la que su pad
papá. Tenemos una
s increpó su madre -Ser madre implica hacer
venía de un lugar de amor y preocupación, pero también entendía las implicaciones de acept
mprensión, no condiciones que nos obliguen a renunciar a nuestra libert
presentes parecía dispuesto a ceder. Finalmente, fue Alex
rían aceptar tu oferta de comprar una casa para ellas, papá, pero con la condició