o como si se tratase de un tonto el
r a los demás. Tenía un carácter tan fuerte que a cualquiera hacía dudar. A pesar de que varias personas le hubieran hecho sabe
ro, como si valiera más solo por el hecho de tener dinero y estar aco
n, quizá un tanto lejanos, pero eso no importaba mucho, pues tenía la responsabilidad de hacer ver
ese puesto y esa jerarquía tampoco fue muy difícil, era como si hubiera nacido s
y es que a quién no podría agradarle tal aspecto cuand
realidad era muy distraído, y si no fuera por sus asistentes, sería un gran desastre, muy aparte de ser una p
del día leyendo cuando no podía hacer lo que tenía en mente, y quizá fuera bueno, porque de allí aprendió a hacerse preg
manera, refiriendo a otros colegas especialistas en varias áreas en las cuales el chico tenía muchas más dudas de lo habitual, como si aquello
mbargo, no hizo con esto algo más que solo dedicarse a sus estudios y poco a poco logrando formarse como un líde
ndo, y de cierta manera su público también lo adoraba, y esa era su gran señal para tener e
y miraba a su vez el correo en el celular, el mismo que le había enviado Myrtle con toda la organización de la semana, si
oncepto de las cosas parecía ser algo imposible con esa mujer. Desde siempre su madre le había indicado qué hacer, incluyendo que sustituyera l
enía que hacer lo pedido, y es que su padre aunque tenía tiempo para él y en serio le encantaba estar con la familia, pero sus obligaciones eran mayores, sobre todo p
ien por mantener relaciones tan cercanas con la familia del sultán, quien hacía todo y más por el bienestar de la nación. Gobernaba con sabiduría y decidía solo lo mejor para su gente, y la mayoría de las personas estaban felices c
o hicieran lo mismo con el suyo, pero casi nadie parecía entender muy bien la situación, en realidad
samente porque no cumplían con la mínima tolerancia que cada quien debería tener, era
ellos oscuros cuando llegó el
que quieran sobre ti, eso es absurdo─ dijo la mujer, comenzando a hartarse un po
erencia a los lugares que iba
icientemente grande como para saberlo. Ese era un gran problema, y es que su madre siempre pensaba que era un tonto por ser distra
haremos con el emir, ese es un gran dolor en el trasero─ dijo el hombre, con
?─ respondió la mujer ─Lo que le falta es que alguien le recuerde de dónde vie
y apenas va por emir─ co
ararnos en dado caso, no podemos permitir tal cosa, aunque
no hace falta que me subas tanto el ánimo─ comentó un tanto sacado
do para no decir nada, sin embargo, mi
ía reunirnos con Karlo ¿Te parece
as de Iraq en algún momento preguntarán por lo que sucede con el negocio, y querrán planos re
más, Karlo es el único que tiene ese poder, mientras que co
él te ha ayudado toda la vida, pero la idea es que aprendieras a llevar y controlar tu v
─ dijo el hombre, sacando de su bolsillo lo que Myr
su madre un paquete de frutos secos mixtos de la marca preferida de la mujer a la ma
la mujer, tomando lo que él le estaba dando con cie
que había funcionado aunque fuera un poco cuando la mirada de la mujer pasó a ser
rque era muy atractivo, pero él en realidad lo ignoraba, además de que no tenía el men
l local viendo cómo el auto partía, como si pudieran enamorarlo con e
mientras que la mujer no correspondió demasiado, como si eso solo fuera sen
nte en señal de cariño como siempre ha
ar en su lugar al emir,
algo por esta familia de
en serio necesitaba sacar aquello que tenía retenido, estaba lleno de tens
que había tomado de decirle a la chica lo que hacía con su madre, y es que parecía ser a la única persona a la cual le inte
lo por al menos tres días, era una costumbre pasarla juntos para conversar sobr
alguien que no lo miraba como a un cajera automático o con morbo por ser atractivo, o eso era lo que decían comúnmente sobre sí mismo, pero después de
n lo que respectaba a la campaña política, pero también a los comerciales que debía grabar y a las entrevistas que debía dar para di
dades, dejar en claro que en realidad todo lo que quería era hacer que su pueblo quedara bie
do tantos años fuera de su país, pero no tenía nada que ver con por ejemplo su manera de ser, así que no sabía
como para hacer que las cosas cambaran, que los pobres salieran de sus malas situaciones, que los mejor
ultán, y si este mencionaba alguna negativa, entonces no se podía hacer mucho, ya que l
para representarlos políticamente el peso que conllevaba ser una de las primeras potencias, ya que los gastos incrementarían
ue ver con lo que estaba maquinando para hacer posible su relación no solo con Iraq sino con otros países que pudieran pagar de manera más específ
n sentido y por nada del mundo, de manera tal que solo buscaría por sus propios medios continuar con el
én tenía en cuenta que no siempre sería moneda de oro para caerle bien a los demás, por eso era hora de hacer algo por sí mism
al ser así, entonces podría alcanzar lo que tanto había anhelado, un posible ascenso que pudiera hacerlo vivir de mejor manera y sobre todo ganarle a su principal enemigo, es
iado del hombre, de todos modos los demás solo seguían las órdenes de este, por lo que no le prestaban mucha atención a lo que re
ue de verdad su lealtad estaba siempre con el hombre y que no iba a cambiar ni siquiera con la muerte,
era que tuviera que ver con la manera tan fuerte que tenían algunas personas de l
o solo para dedicarlo a lo que fuera el mandato del sultán, quien siempre debía de ha
o se podía solo ocultar con un solo dedo, pero mientras siguiera allí en ese puesto, entonces todo sería color de rosa, nadie tendría que p
a que nadie más buscara respuestas en otro lado, sino siempre bajo el mandato de ese h
muy concentrada redactando algo, debía de ser un correo, pero entonces lo miró y le sonrió a modo de saludo,
ovimiento de cabez
ar, pero quien lo hizo primero fue ella,
o, siempre es divertido escucharlo hablar sobre ella─ la mujer se colocó su lapic
e sentía por ella, pero tampoco se paraba mucho a pensarlo, ya que sus encuentros casi siempre eran cortos o hablaban de él y
ida a buscar a unas cosas en su of
pero siempre funcionan los fruto
solo presto atenc
pensando en lo que dijo su jefe, pero d
acía muy en serio, y le parecía genial que en serio pensara de esa
r como se supone que una persona haría, pero en serio seces por mí ¿Te gustaría un café de má
a lujo de detalle cómo f
to h
ron al pasillo de má