ía en que me casé con mi ex esposo Alan, creí que t
levaría al altar y me juraría amor hasta la muerte pero, me di cu
me llevaba a cenar o íbamos al cine y luego terminábamos la noche con sexo o para mi hacer el amor. Pero todo eso cambió,
cínico y sinvergüenza me dijo: "Mari, no es lo que piensas". ¡Como que no es lo que pienso!", ¡si tiene su verga dentro de su maldita vagina y aún así dice que no es
atar al amor de mi vida. "Por favor", ella es una golfa
asa a mi nombre, casa, que ambos compramos con nuestros ahorros, pero la desgracia para mi es que ahora tengo que soport
puso matrimonio. Cuando yo lo supe, me encerré en mí casa todo un fin de semana llorando amargamente porque, el estuvo conmigo cinco a
arajo, nadie quiere comprar una casa que está en lo
oñar tanto
obusto y con varias arrugas en su rostro y cuerpo a causa de la vejez. Sus ojos azules m
-me disculpo por mi distra
a. -Escucha cuando mi hijo l
eñor
jo odioso!. a veces no lo soporto pero lo bueno es que ya no estará más como el presidente y eso es algo bueno porque todos en la
rice
ugar automáticamen
entos y dígale que necesito
th. Pero y.. ¿y si p
s Noche de
áscaras. -musito mient
y apresúrese. Ah, vaya a la cafe
r y si señor, e
na mueca de desagrado con mi rostro sacándole
or su nombre, "Rodrigo". El muy hijo de puta me sancionó y me dejo sin trabajo y sin paga por
parta un rayo! -murmuró con el
omo
ca.. n
odrigo -escucho una leve risa
taba tan deprimida por el fracaso de mi matrimonio y ella
ya moros en la costa. -Oye Jessica, el amargado de mi
na sem
ma es noche
nunciar que su hijo Se
formó en mis labios -Ós
Pero yo que tú no m
debe ser bu
l escuchar su suspiro comencé a angustiarme. -Mari, el e
que estás e
un altercado con él tan grande y todo por un estúpido e insignificante detalle con las bot
er lo que me esperab
. -pregunto
úpido, en fin, sabes
bofet
cando otro empleo porque, no creo que dure
as palabras de Jessica, trabajaría p
ar todo para no tener más
rmuro ya
mos, y
racias me pasan a mí?!. Primero mi matrimonio, luego tengo que soportar al odioso vejete de mi jefe. Ahora que me dan una b
dita sea, ¿dónde
a, el c
que el vejete de mi jefe llegue a la puert