a Ma
vie
no veo, escucho,
ba pasar tiempo contigo, pero tengo miedo de
esito un descanso, los días han sido totalmente agotadores, los veo más largo, los siento más pesados. Y por lo tanto, cada pequeña co
tando sola, por querer, pero eso
noche. No solo para recordar lo que es dormir en paz, hasta tarde, un día de semana, sino para pensar mejor
al tener una visión completa de mí en el reflejo de una de
mi pedicura y manicura levanta de repente el mechón de ca
a arreglar esa
engo ánimos de negarme. Se siente bien que me "consientan" así que dejo que los chicos de
ro con el rostro pidiendo que vuelva a mi cama para seguir
e ver el teléfono en busca de una s
vuelto a los entrenamientos con su equipo y es por ello que se le
r a tocar su cuerpo después de lo que pasó me
Pero es difícil tener que escoger entre tan pocas opciones; renunciar, o esperar que
me hacen dar vuelta justo cuando estoy po
do visualizo el auto de Roberto, y al mismo desd
aje a su novia el día de hoy. Y lo que me asusta es que ella no esté
habías ido, pensé que te había pasad
color carne, y gracias a que acabo de salir del spa sé que parece que v
de la ventana echando un vistazo hacia dentro y mascullo una
es -Me abre la puert
¿
era arriba? -Me siento incómoda, él ríe -Nah, n
misma a algún exquisito lugar, pero la mirada de Roberto, el hecho de que puede ponerse insist
ir por m
me siento bastante nerviosa cuando veo las flores como si acabaran de arrancarlas, porque es como si él
dmitirlo sé que estoy aquí en parte es para ir en bu
o querer charlar, reciba una llamada con el que al parecer es su ma
y no tengo que seguir por completo los pasos de Roberto porque con
e cruce el pasillo -¿No vas a s
riría que sea lo más rápido posible. Puedes dec
sigo caminando hasta que finalmente cierro la puerta
de garganta y me doy
la camilla especial mientras René está recostado de
ludo tratando d
ostro está fuertemente sonrojado por finalmente en
, porque René no deja de verme así, serio, con la mir
están! -Di
a mujer, camina hasta nosotros, y cuando justo creo que quiere decirme algo, su mirada
René siempre ha estado enamorado de Karen, que no la ha superado. Y si es así ¿por qué me siento así de rara justo ahora? ¿Por
nos mal educados -Levanta su
, tiene muchas hondas perfectas cayendo de una coleta alt
ndo me atrevo a pens
eciosa, también sin una gota de maquillaje,
mi bata y luego recojo mi cabello -E
ndo en ropa interior -Créeme que lo h
Ah
uspira cuando mis manos rápidamente
er que sea por otra cosa que no sean los masajes -Ohh, sí que tienes manos curativas. Creo que ya no ten
o. Estoy comenzando a pensar que él es tan susceptible a este tema con su mejor amiga y su hermano, que cuando se encuentra en medio, se
realmente lo siento. Es decir, no puedo pretender que por haberme regalado flores, haberme dicho Hermo
odo acaba, pues sé de nuevo que he cumplido con las expectativa
la meto en mi mochila junto a mis materiales, pero justo cuando me doy vuelta par
ncontrándome con su
n tono sereno, aunque
mujer, y cuando vuelvo a verlo le sonrí
a. Prefiero que me diga lo que piensa
ar
, señor
mi s
¿
os bolsillos de su pantalón deportivo que en lugar de
masaje de manteni
sé qué responderle -¿No se supone que es
do odioso, y no
lo d
N
tro confundido -Te lo dije en la tarjeta
í pero, extravié la
desaparece cuando lo veo sonreír un po
la le
endo la respiración. ¿Qu
se en mi bolsillo, tení
explic
l q
me dejaste p
l aceite cuando e
n d
no quie
son
mporta ya
a, con la respiración luchando para que se estabilice mientras solo estamos fr
ra hace una hora? ¿Fue por mi ausente respuesta a las fl
s tiemp
ento -No quiero despertar a Karen -Tras
¿Una c
ta, una escapada de la rutina
la
era lo h
o o...? No, no, no, ¿ahor
e y la pone en su fuerte hombro descubierto grac
s del pasillo caminando uno del lado del otro: pue
marme nada
el martes. Se me hace imposible, porque, si lo hace, o es demasiado tonto y no comprend
a una ansiedad que hace
ace una seña con su cabeza señalando
parece -¿Ibas a irte
l rápido en vista de que busca en sus bolsillos y no hay
ce querer
y cambia el gesto -No Marina, cómo crees, es tu trabajo. Pásam
a. Así que segundos después él lanza mi mochila al asiento trasero, y luego yo me encuentro
eso, pero le sonrío cuando él
a pregunta. La pregunta debería ser ¿Qué es lo q
de la nada, yo niego con una sonrisa a
no... agotador. Es por ello que tomé
arece que René no lo entiende, hasta segundos después, pues se
or tocar sus mejillas y co
iste hoy? -
abeza del asiento, ¿por
me alisté para ir a un restaurante que quería visitar c
que me hace morder el labio
do hacer otras esta noche pero los p
Luce apenado -¿T-Tenías u
un instante por la ventana y el
e ve -Pero acompañad
scuro asient
a donde tenía
uiero comer mucha
us secret
te con otr
rlo dich
reclamo y él grite de vuelta un "a la mi3rda". Logrando no sólo que yo lo mire asombrada por su re