casa de su familia para recoger a su hermana Lila para su día de diversión. A pesar de que todavía t
ecogerla del interior de la casa, pero no quería lidiar con el trato silencioso que sin duda recibiría de su madre y no estaba de humor para lidiar con la incomodidad ho
rse marchado y pensó que estaba detrás de la herencia que su padre había reservado para ella solo si quedaba en la cabeza de la empresa naviera. Le había dolido que su propia madr
iferentes y distantes. Su relación se había vuelto -civilizada- la una con la otra, pero ella había pasado demasiados días con el corazón roto p
éxito. Era repugnante para ella y no se preocupaba demasiado por su madrastra, sin embargo, no estaba tomando partido. Eva quería hacer lo que quería hacer. Le gustaba el mundo de los negocios. Era buena en eso. El hecho de que estuviera -dotada- de tuviera una belleza angelada y su cuerpo fuera capaz de resaltad la delicadeza de cualquier prenda, no significaba que tuviera que sacrif
saludó Lila co
ás? -preguntó después d
sacarme! ¡No puedo esper
do verla lo suficiente, ya que estaba tan oc
erca mi cumpleaños!
ez fuera a olvid
sa y olvido. -Hm..., a ver
ndré 9 años! -l
brá escapado de la cabeza... ¡Pero ni s
o? -preguntó con una amp
conseguido una moto para que pudiera viajar por la ciudad cuando quisiera. Lila no era como cualquier otra niña de su edad. Amaba los autos, las motos y
guirte algo? -preguntó, fingiend
nte no apreciando ser vícti
el abuelo? -se puso más seria. Eva s
ionada. Respondió sin ánimos-: Están bien. Lo mismo de siempre, todos los días.
r mí, ¿de acuerdo? Y avísame si al
aseguró su herm
le dolía el corazón, per
de cine e incluso un centro comercial. Tal vez podamos conseguirte algo nuevo para que
cho que es el mejor lugar para los videojuegos! -su actitud se animó y volvió a
ado a otro, jugando bastantes juegos con ella, y ahora quería un poco de tiempo libre, así como un momento para revisar su horario de trabajo. No había nada realmente importante la próxima semana en lo que necesit
contrara una con quien compartir sus gustos por juegos y juguetes que socialmente son contemplados para niños, pero se veían tan
se puso un par de gafas de sol. Con sus ojos ocultos detrás de las sombras oscuras, comenzó a escanear el área en busca de su hermana y a verificar su instinto. Se dio cuent
e llamó la
erg
e dio cuenta de que él la había mirado rápidamente un par de veces. Vestido con una camisa desabotonada e
te superior de su camisa le permitieron vislumbrar su piel suave, que
errarse a pesar de las oscuras gafas de sol que llevaba puesta. «¿Me habrá visto mirand
su atención volviera a centrarse en las niñas. La pequeña
Eva concluyó con u
! ¡Te gané a Lila
, te dejé ganar
-Eva le reclamó conteniendo la
evera, pero casi dulce. Observó cómo la niña le sonreía y
s a jugar a otra
la joven eran amigas, ya que parecían haberse conocido anteriormente. E
rte con hombros descubiertos revelaban su escote perfecto y sus hombros bien tonificados. Su cabello oscuro contrastaba con la suave tela blanca que fluía descuidadamente sobre sus finos hombros. Mientras sus oj
us ojos, por ejemplo, eran exactamente iguales, almendrados perfectos, profundos y serenos. Es cierto que los colores eran diferentes, pero en estos días eso no era tan difícil de hacer con la varieda
rodita actuando en el club. Realmente una peluca no podría ser tan buena. «¿Dos mujeres o una
guntó señalando co
or de su sangre corriendo por sus mejillas mientras el travi
rotestó justo antes de salir cor
ignorando el comen
ija -respondió c
una hija? Sin embargo, ella no se parec
años tiene? -la joven
ndió de inmediato y ella notó
y Lila se conocían, ¿e
tas a la misma escuela -dijo é
ación que
incómoda al estar cerca de él y un poco nerviosa por qué l
casi un susurro, pero seg
que estaba preocupada por su agenda. Eva sonrió por dentro ante el hecho de que la estaba probando. Se entrenaba bien para responder al nombre correcto cuando la llamaban
un vuelco y que el calor de su cuerpo au
pero aún así no era suficiente para s
ntó la vista de su
rte. Soy Eva D'Alessio -h
des importantes del país. Su apellido no pasaba desapercibido. Sin más, quiso preguntar para descipar Las dudas-: ¿Es
ce a mi Madre. Ha sido propiedad de la familia durante siglos -le respondió
re es Sergio -le tendió la m
tomó la mano. Una sacudida de electricidad recorrió su cuerpo
tras cada uno trataba de recuperarse de la repentina c
la mano en el bolsillo, pero sintiendo una e
ila. O nos perderemos nuestra película. Ha sido un placer conocerle, señor Sergio -cerró
ara encontrarla luchando c
a! -la
pegados a la pantalla, con los
s que irnos o nos perd
en la escuela, Mika -solt
eguntó la pequeña con la
guna razón, amaba de ver las películas viejas. Aunque en es
ltó una
ambién! ¿Quieres sentarnos ju
sonrisa en el rostro. Adoraba que su h
que Sergio obviamente estaría allí con ellas, pero tampoco podía negarle a su herm
la chiquilla, con la ca
juntos al cine! -exclamó Mika
? ¿Cómo iba a saberlo?» Sus pensamientos corrían nerviosamente mientras caminaba