a allí, me armé de valor y le lancé un
orque aunque no tenemos una vida dentro del palacio, trabajamos para ellos
bre bajó la mirada-. Es
jestad... -aclaré, controlando mi humor, m
bía visto horas antes, sólo que su rostro
lpa -expresó, viendo por un breve mome
siento su
e
y con los ojos inyectados
lpe, s
lpa ac
pe se acercó más a mí, y entonce
, señorita Anna? -Con una encantadora sonrisa
capaces de hacer honor a una hermosa y delicada doncella. -las mejillas se me encienden por segun
z que siento su suavidad y tibieza, dentro de mí e
majestad, p
die podrá hacerte daño. -di
er esa sonrisa todos los días y verme
endo del coche, luego que el cochero abre mi puerta, antes de bajar, el príncipe toma mi mano y la
pronto
pronto,
que pensara que me derretía por él aunque fuese una gran verdad.
Martina del sofá. Asentí
insistió Teresa. Preferí no causar p
o me trajo
e alegría. Ella siempre es la más espontánea y
se, simplemente fue un
ón y decirles que besó mi mano. Sin embargo, en mi interior también sentía dud
, nada me hace tanta ilusión como volver a verlo en la fiesta del sábado. Exh
celebración en el palacio. Con mucho trabajo y esfuerzo, mis padres lograron reunir
yor, es segura, decidida y extrovertida; en tanto, Martina es coqueta, tiene los ojos más hermosos que he visto, grandes, verdosos y con su cabellera color castaño como el de mi madre, yo
manos sudan copiosamente, con sólo la idea d que volveré a verlo. He esperado tanto es
manecido en el mío. Todas subimos al carruaje que mi padre ha contratado para llevarnos, lo amplio de la falda
ños, por supuesto, en aquella oportunidad fui recibida en la cocina. Hoy haremos la entrada por la puerta principal. Las piernas me tiemblan, m
evelando el majestuoso vestíbulo iluminado por candelabros de cristal que arrojan de
scalera de mármol blanco con barandillas de oro se eleva majestuosamente hasta el siguiente nivel. En las pare
por criados vestidos con elegantes uniformes que nos ofrecen bebidas exquisitas y pequeños aperitivos en bandejas de plat
dan lo que les comenté sobre ser la elegida, es ella quien se encargará de ver quien de
l de sobrellevar. Esa noche, viste un hermoso traje rojo de seda con mangas largas cuyos bordes dorados se repiten en la amplia falda del elegante vestido, una hermosa corona con in
rigo. En el carruaje, hace tres años atrás me lo hizo saber cuando en medio de la intermitente platica mencionó "Mi madre es
ser quien soy para compl
emocionada al verlo buscar a alguien con la mirada. Entonces justo cuando pienso que su mirada se encontrará con
e esa forma y me encanta. Me encant
cen a un lado, colocándose todos en línea recta cerca de las grandes cortinas rojas. Es después de esto que mis her
ender el baile, pues aunque soy romántica, a veces estos bailes me par
más cuando el mismo mayor
escogerá entre las doncellas, princesas y duqu
seca porque desde aquí puedo ver que todas las mujeres de alta sociedad son muy hermosas, aunque estoy segura de que la belleza de mis her
excepción de las mangas largas; en cambio, Teresa con su clara madurez física, usa un vestido esmeralda con un pequeño escote en el pecho, mangas cortas y encaje delicado. En tanto, yo visto uno
a saludar a nuestra hermana mayor, como todas, con un asentimiento de cabeza y una gran sonrisa. Es entonces cuando mi respiración se tranc