dos de perros y detonaciones. Tania no quería ni ima
erido, pero lo peor, era no saber qué cosa era. Según el diario, aquellos
caudal, lo cruzó sin problemas y se escondió tras un inm
apa. Todo eso le deparaba una única realidad: pronto moriría, o asesinada
que debía ser un poco más del mediodía, el lugar estaba cubierto por sombras, origi
azado en lápiz y pudo notar la presencia de un río cerca
montaña con una puerta, que estaba rodeada por un cír
ncontraba tras ella era el mismo que estaba dibujado en el mapa, pero las
o sabía a dónde llegaría, solo debía alejarse de aquellos
de «V». Las dos primeras se hallaban en medio del claro, pero l
rrera. Las cabañas le recordaron lo señalado en el diario:
e las diferentes especies de plantas y el últim
de Carlos y de las descripciones de las actitudes vio
sonido de cientos de animales que corrían hacia el
rió la puerta y se ocultó dentro de ella. Al
s sonidos de afuera se habían silenciad
animal, que se hallaba dentro de l
pero el terror era dueño y señor de su cuerpo y lo ma
aptaba un olor intenso, a orine de animal, y sentía mucho
. Esperaba recibir una muerte violenta, pero se percató que los minutos pasaba
tear la pared en busca de
espiró hondo y
sino docenas de animales encerra
supo elegir a las más aterradoras: Pitbull, Bulldog, Dobe
jecidos, los cuerpos inmensos y musculosos y los filosos dientes qu
in apartar su mirada asesina de ella. Algunos aún gruñían y le enseñaban sus poderosas denta
afuera, cerró con suavidad y se quedó inmóvil
dara a determinar dónde podían ubicarse sus perseguidores.
l final del claro, para alejarse de las cabañas y to
ntía que algo o alguien la acechaba. No se mo
n cercado de alambre. Al ver un orific
a alarma que anunciara su invasión. Sus nervios la motivaron a continuar, sin perder
a de una montaña. Abrió la puerta de hierro y entró en el lugar para dejar afue
erro, cuyo final no podía distinguir por la falta de luz. Las paredes, el sue
iva, no habían vigas o algún tipo de
suelo, para sentarse, y se abrazó a
dos en el alma, pero a los pocos minutos un extraño sonido le silenció el
casi le fue expulsado por la boca al escuchar una voz conocida que la llamaba por su no
acia el sonido, pero a lo lejos, el túnel se hacía más oscuro. El resplan
para encontrar a Lucas, en la oscuridad
ucción: palas, espátulas, trozos de madera y cadenas gruesas
terior del cavernoso túnel. La voz la llamaba con insistencia,
vidía el túnel en tres caminos dife
oscura, siendo visible para Tania solo e
Su piel estaba tan susceptible que podía
cía al pasar la luz de la linterna, eso la animó a tomar ese r
o repleto de jaulas vacías, similares a las qu
bajaba por la sien, se
es intentos pronunciar un sonido audible, pero lo único qu
e un manotazo la linterna y la apagó,
tra persona la tomó por detrás y la encerró ent
o morimo
oroso que se apretaba al de ella le frenó los instintos de sobrevivencia. Era la voz
razón a calmarse, así los desbo
adenas, lo habían apresado, y algo se movía dentro de la cue
uello para aspirar su aroma y dejarle un silencioso beso q
ndrías -le su
ra y se aferró a su abrazo. Esperó en silencio que
ntras estuviera allí, entre los brazos de Lucas,