dejando atrás el país en el que había pasado los últimos años de su vida. Después de completar sus estudios en e
rehensión. Recordaba vívidamente la última vez que había pisado ese aeropuerto, hace varios años, cuando partió llen
se formaba en su garganta. Respiró profundamente, tratando de calma
Entonces, lo vio. Alejandro, su tío, se encontró al final del pasillo, con una sonrisa
ellos, una atracción que parecía ir más allá de los lazos familiares. Alejandro era un hombre alto
e su tío le provocaba una sensación de calidez y seguridad, pero también un sutil cosquilleo que le resultaba pert
on su voz grave, mientras le acariciaba sua
de él, sintiendo que un rub
tío -respondió, esforzándos
ido durante sus años de ausencia. Sus ojos verdes brillaban con una intensidad que pa
jandro, sin poder ocultar el asombro e
la estaba mirando. Algo en esa mirada la inquietaba, despert
a, evitando que sus pensamientos la traicionaran. Sin embargo, a medida que salían del
o cómo los edificios y las calles conocidas iban apareciendo a su alrededor. Alejandro, por su parte,
ro, rompiendo finalmente el silencio-. Cuént
con esos ojos oscuros que parecían que
os estudios han sido intensos, pero ha valido la pena. A
, una leve sonrisa c
vuelta -dijo, y Sofía pudo pe
admirando su belleza y su madurez. Sofía, por su parte, luchaba por mantener
el lugar donde había pasado gran parte de su infancia, donde había forjado una estrecha rela
familiar. Alejandro la observaba en silencio, conscient
jo Alejandro, colocando suave
ada de Alejandro la envolvía con una intensidad que le resultaba abrumadora
. El regreso a su hogar había desatado una tormenta de emocio