Las lágrimas resbalaban por sus mejillas mientras su corazón se partía en mil pedaz
a permanecer un día más en esa casa. El saber que Alejandro había elegido cumplir
gando a otra mujer, de que iba a tener un hijo que no era suyo? El
escapar de ese dolor insoportable antes de que terminara por consumirla por completo. No podía segui
que no podía llevarse mucho, pues necesitaría dinero para empezar una nueva vida
Adónde iría? ¿Cómo lograría sobrevivir lejos de todo lo que conoció? Esos pensamientos la aterroriz
Debía salir de allí lo más pronto posible, antes de que el valor la abandonara. Cuando abri
Alejandro, notando la maleta qu
ojecidos por las lágrimas y el
No puedo quedarme aquí, no puedo ver cómo te c
emente de los brazos,
o -suplicó-. Sé que es difícil,
la cabeza, apar
quedarme a presenciar cómo te alejas de mí -dijo, con
speración, sintiendo que e
uestra situación es complicada, pero no quiero
con una mezcla de t
Valeria ya tu responsabilidad sobre nosotros
ella, tomándola del ro
es una locura, pero no puedo estar sin ti. Te amo más de l
lágrimas volvían a
eria? -preguntó, con un hilo de voz-
miró con prof
ondió, con pesar-. Valeria está embarazada y yo
u agarre, retrocedi
de apartarme de ti -dijo, con determinación-. No puedo quedarme
speración, sintiendo que e
hagas esto -suplicó-. Qué
a, las lágrimas deslizá
ortaría ver cómo te casas con Valeria y formas un
o las escaleras y saliendo al exterior. Alejandro se quedó paralizado, o
ión, y el dolor en su pecho parecía consumirla por completo. No tenía un destino claro en mente, solo la necesidad i
ón. No tenía mucho dinero y no sabía dónde ir. Pero en ese momento, lo únic
n nerviosismo, compró un boleto a la primera ciudad que salía. Subió al vehíc
corazón estaba hecho pedazos, y la sensación de vacío en su interior era abrumadora. Pero sabía que esta
a. Pensaba en Alejandro, en su mirada atormentada y en la desesperación que había visto en s
e todo lo que conoció? ¿Sería capaz de olvidar a Alejandro y rehacer su vida? Estas preguntas la atormentaba
se detuvo en una ciudad desconocida. Con un suspiro, tomó su maleta y se preparó para enfrentar su nuevo comienzo.
que, en algún momento, el dolor que la consumía pudiera sanar. Pero en su corazón,