n traje formal. Su corbata adornaba su trabaja
e Salomé, y sus ojos oscuros me hipnotizaban de cierta forma por lo intrigantes que eran. Tenía poca ba
formó en sus labios,
? -cuestionó, e
as a mí?
. Quité el libro de mi rostro para mostrar mi cara y poder hablarle co
aquí? -bromeó, explorand
atando de evitar su penetrante mirada. Por alguna razón, me hacía sen
inmediato que yo era Aurora Hidalgo, por eso preferían no
quirí, apoyando mis m
asualidad que lo tienes tú -expresó, señalándome disimuladamente con el dedo
s voy por la mitad -ti
gruesa causaba un au
Jamás lo había visto y ya e
edo esperar a que lo term
ón de la misma tela que el mío. Él apoyó ambos an
que leyera el lib
ío me recor
r todo el rat
S
una persona mientras lee no es para nada cómodo
ino de leer el capítulo que me falta,
aba
oco que casualmente decidió i
e llamar a la bibliotecaria para decirle que eres
spuesta a
elicadeza, lo cual me sorprendió. Gracias a ese agarre, dejé caer el libro al s
funda que me heló la sangre-. No planeo molestarte
no era algo que me lastimaba. Sentí que lo hacía para que yo
n acosador? -inte
e llevaba días observándome y no me
di cuenta que tenemos el mismo gusto en libros. Sería agradable poder h
tando de descifrar lo que decía. ¿Tenían sentido sus palabras
diendo mi vesti
onas evitan acercarse a mí para no tener proble
idad única. Podría seguir halagando cada parte de ti, per
bien y me dijo li
, pero lo ha estado h
buscando las palabras adecuadas. Mi familia tenía poder, por lo tanto estaban
nocer a cualquier hombre si
no planeaban
reverencia-. Pero no creo que tengamos na
lo para dárselo con formalidad. Lo mejor
ero arrugó un poco l
o nada extraño, en serio, es la primera vez que veo a alguien con mis mismos gustos literarios
s del trabajo que solían lanzarme unos cumplidos un poco morbosos. A v
café de un
transmitía una increíble calma, no parecía un mal hombr
de al lado, no estaremos lejos
o lugar en mi mente era esa biblioteca, tan
ningún problema -respond
ba tanto decirle
gí de h
no soy ningún se
empezó a caminar y yo lo seguí, hasta que pasamos p
nos a su boca-. Me parece increíble. Dos p
ra -Negué con
nada más -inf
Aunque, Sara nos bombardearía de preguntas si le decíamos que
visitaba la biblioteca seguido. ¿Por qué tardé en darme cuen
sp
excelente visita, aunque duraron
iendo que iba a volver como siempre lo hacía. El hombre s
l frente. Por lo menos él no hacía preguntas cada v
fuera tan impor
ugar Coffee. Miré el letrero con detenimiento, era sencillo. Ambos entram
i mesa favor
ca blanca relucía con las luces y todas las mesas eran de una madera gruesa y pu
nas, con una caja registradora incluida y
erior con facilidad. Yo seguía apreciando el lugar, sobre todo p
n costo
te he causado -habló, sac
eces ser un mal chico -lo ca
más joven que tú -expresó, con una curva de lado en sus labios
dad que mi
yor que yo, igua
preguntado tu edad -reí, c
encantadora? -inquirió, con am
los
as? -cuestioné, cr
n, no iba a permitírselo. Tal vez yo era una tonta, como d
z que hago esto -confesó, me dio
a ligar? -preg
. No nos hemos presentado.
¿Zelaznog? No podía creerlo, ¿era una jo