img La tentación del CEO  /  Capítulo 5 Su héroe | 8.62%
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Historia

Capítulo 5 Su héroe

Palabras:1665    |    Actualizado en: 19/06/2024

do por

an solicitado porque necesitaban hablar sobre la n

en el fondo sabían que los Hidalgo eran personas co

en el bolsillo. Aurora no salía de mi cabeza, ojalá pudiera en

recepcionista que tenía una cita previa. El hombre me estaba esperando con un

laznog -habló, levantándo

aquí -respondí, siendo un poco hipócr

me un CEO oficial a como diera lugar,

en adelante se verán seguido para tratar los temas de ambas compañí

a cosa que me decía, pero me preocupaba un poco el f

de Aurora?

en avisarme cualquier inconveniente que suceda, me encargaré per

a mi secretaria? Una sonrisa se formó en mis labios, tenía l

ujer inte

rendo

a puerta, giró la perilla pero no

e seguro a la puerta -murmuró

xilio! -dijeron

radas. Algo no estaba bien, esa era la

-exclamó Eduard, tocando l

concentrados en lo que se

ra estaba

ribar esta puerta -pe

ionó, extrañado-. Vo

timiento y buscar las llaves solo nos quitaría

con la

-Se volvió a escuch

o de todos los daños, le

erto en el momento en que levanté mi pierna para dar mi mejor p

ista. Metí ambas manos en mis bolsillos y lo primero que vi

ve tocando y no recibí ninguna respu

talizados. Se notaba el alivio en su expresión

claro que se trataba de su hermana. El abusador se separó de su víctima, tení

en una hora? -cuestionó la c

con ambas manos en la cintura-. ¿En verdad i

blemas, como me dijo Aurora. Y yo pensé que eran una familia ej

ock por lo sucedido. Sus manos estaban temblorosa

en un tono bajo para qu

aquí? -inqui

Le guiñé un ojo-. Pero ese tipo no se merece traba

-defendió, sacudiendo ambas manos con

ctor y tengas este tipo de conductas -re

sodicho, estupefacto-.

por un malentendido? -masculló Salomé, con el ceñ

osos y manipuladores. A simple vista, pensé que Auror

sotear por

as familiares. Con razón se escapaba a

ente ere

labra -aclaró su padre, sin

e costaba tanto? Me tenía preocupado. Algo en mi interior me obligaba a protege

a todos. Estaba nerviosa, pero apoyé mi mano en su hom

-dijo Salomé, c

con la mirada, de e

o es ningún malentendido! ¡Ese imbécil estuvo a punto de abusa

loca! -Salomé tenía la mand

oficina a firmar -ordenó Eduard-. Y tú, Salomé, te quie

ella?! ¡Pero papi! -chilló,

, asustado y nervioso, pero se

sp

ero en vista de los inconvenientes, ten

preocup

del brazo-. ¡La culpa es de Aurora! ¿No le dirás

H&G. Se veía muy inmadura para llevar ese cargo. Le

ermana, Salomé. No me lleves la contraria o te irá p

a su padre. Al fin entendió que ella tenía las de perder,

. -acató, en

gaba esa familia

casa, no te descontaré

ro asintió en acuerdo.

asando por mi lado-. Gracias a ti tamb

dí el

puedo irme, ¿no?

contactaré luego

conocía mucho ese lugar, pero sabía cómo salir. Troté por los p

a perdí de vista. Sus ojos estaban fijos en las puertas

ué a pas

a -La

jos azules que brillaban con intensidad. Su cabello

un vacío que no s

un cálido entorno. Apreciar su belleza lograba calm

tionó, echando un mechón de

uí -mentí, acercándome-. Lo de tu herma

o soy la estúpida que no

rieron y entramos. Era un espa

o de que la mansión Hidalgo me queda de camin

-Negó con ambas manos-. Necesito aclarar mis

a una chica, Je

tie

rió y ambos salimos. Caminamos juntos porque íbamos a sali

o afuera. El viento movía

ste mi héroe sin capa -sonr

ecesites -dictaminé, haciendo

da vez me in

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