ños a
acia, contoneándose en cada paso. Sus ojos verdes y almendrados se encuent
ta que la observe acercarse, como una fiera acech
admirar su belleza. Cuando vuelve a estar frente a mí, la tomo por la cintur
nte por la cintura y mis caricias se vuelven urgentes mientras recorro cada curva desde su
me mira con deseo, sus pupilas reflejaban una lujuria incontenible
acerme olvidar dón
, se separa de mí y mi cuerpo anhela inmediatame
continúa diciendo mientras acorta la distancia entre nosotros -, no creo que sea un escándalo que el
ka y girar para ver a Liz, mi secr
mi hacia Ericka -. Vengo a recordarle la reunión que tiene p
una pequeña ri
a mi secretaria, con la ser
r el pasillo. Tomo a Ericka de la man
cual la hace ver adorable -. No tardaré - le prometo. Le doy un beso y luego se dirige
e. Claudia, su secretaria, asiente al verme. To
la puerta de madera y lo veo frente a la
la luz natural. Está decorada con elegancia y refinamiento. Ma
indica que me siente. Al hacerlo, analizo su actitud e intuyo que está inqui
da debido a su enfermedad, aunque su actitud y fortaleza la ha
n, expectantes. Por su actitud sé que algo personal está en juego, pero si lo
e trata de tu abuela - agrega y se pasa la mano por el cabello -. El médic
ro en estos momentos solo nos queda es
s por eso que quería reunirme contigo. - Le permito organizar sus ideas sin in
nunca mostró interés alguno por la empresa familiar. Pero no esperaba que mi abuela me ce
as asimilo el torrente de emocio
gura, y eso hace relajar la creciente tensión en mí -. Cómo sabes, Carl tiene sus propios intereses, alejados del n
nfianza, a pesar de no haber dedicado el
titud -. Comenzaré a tomar en serio mis r
escritorio, colocando sus
potencial que posees para manejar este negoci
to, las cuales ocurrían constantemente. Aunque ya había dejado atrás esa etapa de vida desordenada al conocer a Ericka. Mi fam
con ella estas navidades - comenta
s, consciente de que desde presenté a Ericka como mi novia frente a la familia, no había tenido un recibimiento cál
mi oficina. Ahora tenía que contarle a Ericka
Le correspondí el beso, notando la urgencia en su gesto. Mis manos recorrieron su espalda mientras ella se acercaba aún más, y el calor de su cuerpo comen
le susurro -. Nec
torio para sentarme. Se acerca a mí, sentándose e
mborileando con sus dedos sobre el e
ariciandome mientras buscaba perderme en sus ojos cálidos. A p
y noto cómo rueda sus ojos -. Quier
rada. Observo cómo respira profundamente, intentando calmarse. Conozco bien sus gestos y sé que está molest
asar las navidades contigo -admite,
zo más fuerte. Estaba seguro de que no lloraría; han pasado diez años desde
chiqui - le aseguro mi