mociones. Sentí un escalofrío al mirar a través de la ventana de mi habitación mientras hacía el nudo de mi corbata con manos tem
dijo que te heredaría sus acciones». Sabía las responsabilidades que acarre
onada ante la idea de ser la pareja de un CEO. A pesar de ello, aún no lograba asimilar el h
s Lateral Amiotrófica, la cual había causado una degeneración irreversible a nivel celular, hasta que su cuerpo no pudo resistirl
a intención de pasar por la casa de mis padres, pero un men
e, antes de su enfermedad siempre se encontraba activa en el negocio familiar, se le conocía como "La dama de hierro". Nunca la había visto co
una persona de mostrar mis emociones y menos en público. Me mantuve sere
añarme. Sabía que era la excusa perfecta para no sentirse obligada a estar conmigo en este momento tan difícil. Ya me ha
spejar la mente. Había eludido la invitación de mis p
por mi traje. Aunque llevaba puesto un sobretodo, sé que no es el momento ideal para un paseo a pie. Las calles no se encont
un restaurante, me resulta familiar, así que busco en mi memoria tratando de recordar algún indicio. La imagen de una mujer de cabello negro y ojos azules viene a mí, recuerdo
a hora en mi reloj, faltaban veinte minutos para la una de
restaurante Rasetti, ¿tiene res
señorita. No, no
una disculpa dibu
no tenemos me
respondo un poc
o en colores neutros, con mesas perfectamente distribuidas y sillas forradas en tonos crema y dorado. Los manteles blancos tienen detalles a
lvidar. ¿Estaría allí? ¿Qué haría si la veía? ¿Me reconocería? ¿Me atrevería a hablarle? Me sentía nervioso e ilu
el brazo del señor Rasetti, por lo que intuyo que es su hija. Tal vez podría llamarlo y pedirle una cita para hablar de negocios, y así tener
mientos y me hace mirar al cie
.
gado nos había citado a las diez. Quería llegar temprano, me sentía ansioso, con los
y su orgullo hacia mí. Ella me hacía sentir como un adolescente,
go. Había hablado con Ericka de ella, sin darle muchos detalles. Me gustaba verla celosa, pero le había
vidara el resto de lo que estaba a mí alrededor. Desde el día en que la vi en el
por ella? Eran preguntas que me atormentaban y que no podía responder
sé que ha llorado mucho por la muerte de su suegra. Desde el día del funeral, hacía ya tres días, no había venido a vis
nerle a mi padre una conversación privada. Nos dirigimos a su despacho, un lugar
a él en un sofá de cuero - hay algo que quier
con interés
tenemos una buena cocina y atención de catering para las habitaciones pero, sien
invita a continuar co
ada uno de los hoteles. Un restaurante de calidad, con un menú variado y
en mente? - pregunta mostran
beza. Él junta la
ue tu abuela va a heredarte sus acciones, lo que te
ma de ti padre. Eres mi mentor y mi ejemplo a
hago lo mismo, me estrecha la m
e asegura - sé que serás un buen gerente,
u confianza es gr