nto a su padrastro, un hombre viudo que se había refugiado en el alcohol después de la muerte de su esposa hace diez años. Durante ese tiempo, la joven había sopo
pagar y decidió ofrecer a Celine como esposa a uno de los hijos de sus
ágrimas-. Encontraré el dinero y pagaré cada centavo qu
la sala, luego de haber despedido al prestamista que
ada, niña malagradecida... -balbuceó mientras trataba de mant
e, no lo conozco -comenzó a decir la joven, temerosa de
entras se sostenía de la mesa para mantener el equilibrio. Sus ojos rojo
. La frialdad en su
na sonrisa burlona en los labios-. ¿Te crees mejor
dar. Debe haber otra soluc
ices? -se acercó a ella amenazante-. ¡Me matarán si no les doy el dine
o a contar el plan que tenía en mente. Pero el
egresaré con el dinero. Encontraré
la furioso. Apretó su antebrazo con fuerza, prov
Se hará lo que yo diga ¿me entendiste? -masculló aflojando su
la habitación, donde se encerró
golpearla. Mordió su labio inferior reprimiendo las lágrimas, y se dispuso a preparar la cena. Una vez lista, le sirvió la mejor porción de carne a s
mientras la brisa fría inundaba la lúgubre habitación. Celine caminó sigilosamente por la estancia para cerrar las cortinas, pero el sonido de un
no estaba asegurada. Su padrastro se había olvidado de pasarle pestillo a la puerta. En ese momento, una idea comen
! Pensó Celine, mientras apresuraba
beza hacia todos lados, mirando asustada en dirección a la cabaña, imaginando que en cualquier momento su padrastro podría d
, pero cualquier cosa era mejor
estaba completamente enterrada. Decidió pedir ayuda a uno de sus empleados más fieles, era su chófer y además mejor am
.. -murmuró para sí mismo,
tanto de los lugares que visitaba. Sin embargo, Enzo descubrió rápidamente el localizador y lo desechó. No permitiría que su padre lo controlara en todo lo que hacía. Era un adulto y tenía el de
epente, una figura emergió de la oscuridad, causándole un buen susto a Enzo. Era una joven de piel
por la que estaba allí. ¿Qué hacía
iradas se encontraron. Aunque la oscuridad dificultaba apreciar con claridad los rasgos masculinos de Enzo, Celine pudo dis
n una voz temblorosa-. ¿Me podrí
rroja. Percibió temor en su mirada y algo le dijo